La Casa del Joven Creador de La Habana
Situada en los límites de los municipios capitalinos de Centro Habana y Plaza de la Revolución, la Casa del Joven Creador de La Habana —La Madriguera, como popularmente se le conoce— es un espacio creado por los jóvenes y para los jóvenes. Su distribución interior y programación cultural revelan que más allá de sus propósitos recreativos y de esparcimiento, deviene igualmente un sitio para el pensamiento, el análisis y la reflexión de la labor de los creadores, ya sean integrantes o no de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
“Es un espacio que desde su fundación ha defendido los géneros menos promocionados en el ámbito cultural”.
Sobre esta instalación, fundada en 1987, asegura su coordinador y vicepresidente nacional de la AHS, el actor Frank Armando Pérez Aguayo:
Es una filial de nuestra Asociación, como existen otras en todas las provincias del país. Su surgimiento obedece a la necesidad de ofrecerles a los creadores un lugar donde pudieran agruparse para realizar sus presentaciones en contacto directo con el público, celebrar peñas, y soñar y poner en práctica los más disimiles proyectos.
Es un espacio que desde su fundación ha defendido los géneros menos promocionados en el ámbito cultural, pero que generalmente son muy ricos y diversos. En ese sentido acogemos aquí géneros como el rock, el hip hop, la trova, la música electrónica y, por supuesto, la obra de innumerables escritores, investigadores, intelectuales y periodistas. Intentamos, como una de nuestras acciones primordiales, no limitarnos a este circuito, a esta zona de Centro Habana, Plaza y Cerro, sino que nos hemos propuesto irradiar la obra de los artistas a otros sitios de la capital.
En opinión de Pérez Aguayo, La Madriguera tiene la responsabilidad de asumir dentro de su programación, caracterizada por la calidad y la diversidad de las propuestas culturales, la labor creativa de los jóvenes, incluidos aquellos procedentes de otras provincias del territorio nacional.
Pueden ser oriundos de Santiago de Cuba, Guantánamo, Cienfuegos, en fin, de cualquier región, siempre que formen parte de esa mirada inclusiva y diversa que caracteriza a la Asociación.
Junto a la aspiración de tener en todas las provincias una Casa del Joven Creador —incluso células, como tenemos en algunos municipios— está la necesidad de contar con artistas que representen a la Asociación y que ofrezcan sus fortalezas, opuestas a la tendencia de la exclusión.
En consonancia con el trabajo de la AHS, que incluye en su catálogo todas las manifestaciones del arte, La Madriguera cuenta con excelentes especialistas:
Tenemos un experto en cada manifestación y dos vicepresidentes, llamados vicecoordinadores, encargados, entre otras responsabilidades, de organizar la programación en esta sede. Dicha programación ya se ha vuelto estable, pues, como en otras instituciones culturales, se había visto afectada por la Covid-19, si bien se mantuvo activa a través de las redes sociales y de cápsulas para distintos programas trasmitidos por la Televisión Cubana.
Destacan las actividades dedicadas a la trova, el rock, el rap y el hip hop, los espacios literarios y los eventos de pensamiento, diálogo y aprendizaje, a cargo de los propios creadores, sociólogos y personalidades del arte y la cultura en general.
Relevante es también nuestro acercamiento a las universidades, no solo a través de sus eventos científicos, sino de la celebración de sus festivales de aficionados. Precisamente los estudiantes universitarios de las escuelas de arte de nivel medio y superior, junto a los instructores de arte, constituyen una cantera esencial para la Asociación.
Con relación al público asistente a las actividades que tienen lugar en la Casa del Joven Creador, su coordinador explica:
Obviamente los jóvenes constituyen la mayoría, si bien es notoria la presencia de un número considerable de personas adultas y de niños, para los cuales tenemos previstas atractivas propuestas culturales. La realización de estas actividades no se contempla para los distintos espacios de La Madriguera, sino que son llevadas a las comunidades para el entretenimiento y disfrute de quienes residen en ellas, sin importar sus edades.
La Madriguera es para nosotros una especie de burbuja donde nos repensamos y estamos unidos, pero de la cual salimos fácilmente para regalar arte y tocar de cerca el corazón de la gente, radicada en cualquier comunidad.
Esta manera de trabajar es el resultado del accionar de la AHS, convertida desde sus inicios en un espacio donde la gente encuentra la posibilidad de crecer, y nosotros, la responsabilidad de acompañar a nuestros hermanos artistas en sus procesos creativos. Desde nuestros orígenes tenemos ese compromiso, y lo mantendremos, así como el propósito de llevar la Asociación a los jóvenes, y que no sean ellos los que vengan a la Asociación.
Una hermosa y emotiva actividad destinada a conmemorar el Día de los Padres fue el verdadero motivo que nos llevó a La Madriguera. “Consideramos que era necesario hacer esta celebración —expresó Frank Armando Pérez. Festejamos siempre el Día de las Madres y otras efemérides merecedoras de una atención especial. Son acciones que tienen mucho que ver con la espiritualidad y la sensibilidad humanas, más allá de la importancia que se le confiere a lo material. Quisimos ofrecer este regalo a los padres escritores, deportistas, artistas e intelectuales, es decir, a personas integradas a la Asociación que desde su nivel o posición realizan valiosos aportes a nuestra sociedad”.
Más adelante añade que la AHS tiene un estrecho vínculo con el proyecto internacional Juntarte, relacionado con la cadena creativa de las artes escénicas:
Es un proyecto que se ejecuta en coordinación con una Organización No Gubernamental italiana, y que involucra a varias instituciones y organizaciones cubanas. Centra sus principales objetivos en campañas a favor de la no violencia hacia la mujer, la aceptación de géneros, la inclusión de todo tipo, y el rechazo a manifestaciones de machismo y racismo. Estamos convencidos de que aportará mucho a nuestra Asociación.
Como este proyecto, que se ha convertido en una vía productiva, valiosa y efectiva para los creadores, existen otros. Entre ellos sobresale “el que desarrolla la AHS en el municipio del Cotorro, que tiene que ver con el trabajo en las comunidades y que redunda en significativas mejoras materiales para los creadores, mediante la adquisición de bienes y recursos de los que a veces carecen en sus actividades artísticas”.
Este joven actor subraya que, como parte de su labor, la AHS facilita anualmente a sus miembros importantes becas de creación.
Estas becas resultan muy provechosas y útiles para creadores y artistas de todas las manifestaciones, establecidos en cualquier región del país. Desde la Asociación se establece la beca El Reino de este Mundo, que tras un profundo proceso de análisis y selección se entrega cada tres meses a los diferentes proyectos que resulten ganadores
Como una de las tareas más relevantes que emprende la Asociación actualmente, el coordinador de La Madriguera comentó:
Nos preparamos para celebrar, el próximo mes de octubre, el aniversario 36 de nuestra Asociación. Para ello hemos planificado múltiples actividades durante todo el año, que tendrán su colofón en el evento más trascendental de la Asociación: su IV Congreso.
Desde ahora trabajamos en la preparación de los temas que se debatirán en el contexto de este gran evento, programado para el mes de octubre de 2023. Nos adelantamos a decir que este Congreso será de pensamiento, inteligencia y madurez, para una Asociación que ya arriba a sus 36 años de vida, durante los cuales ha ganado en herramientas y diálogos permanentes con los jóvenes en su desarrollo artístico y creativo.
Consideramos necesario destacar que la AHS tiene una característica que la distingue de otras asociaciones y organizaciones: se renueva constantemente. En sus estatutos establece que sus miembros pueden pertenecer a ella hasta los 35 años de edad. De ahí que tenga etapas y períodos de renovación. Mientras algunos salen, otros entran con nuevas ideas y bríos, lo cual permite renovar el pensamiento y las maneras de hacer arte.