Con espíritu crítico
30/3/2017
Hemos hecho hoy un alto en el camino, para evaluar todo lo realizado desde el VIII Congreso de la UNEAC efectuado en 2014, que como bien señala el informe dejó marcada una amplia agenda de compromisos ineludibles con nuestra sociedad.
Con espíritu crítico, ustedes han planteado las principales preocupaciones que afectan no solo el trabajo cultural —que es la esencia de la labor de los miembros de esta organización que agrupa la vanguardia artística avileña—, sino que han abordado también aspectos que están latentes en otras áreas de la esfera social y a las que todos debemos prestar atención para lograr un socialismo próspero y sostenible, que necesariamente tiene que ser la aspiración de todo revolucionario.
Concierto de Ariel Barreiros durante el recién concluido Festival Trovándote de Ciego de Ávila. Foto: Internet
Si partimos del criterio de que la Cultura es el pilar de la vida espiritual de la nación, y la expresión más alta de la política, podemos concluir que lo aquí tratado nos servirá para desarrollar, en medio de los cambios de nuestro modelo económico y social, las transformaciones necesarias, no solo en el trabajo cultural, sino también en el perfeccionamiento de la labor político-ideológica.
No se puede olvidar que la Política Cultural de la Revolución Cubana es una sola y hay que aplicarla a todos los niveles, por constituir la base de toda la planeación estratégica.
Para cumplir con las prioridades de las instituciones culturales, que no es más que la actualización de la Política Cultural de la Revolución cubana, se impone diseñar entre todos —instituciones, creadores y los organismos y organizaciones del territorio— una estrategia que nos permita, de forma intencionada, mantener la cultura sobre la base de la defensa de la cubanía y de los valores socialistas, teniendo siempre presente los documentos programáticos del VII Congreso y los objetivos de la Primera Conferencia del Partido.
No se puede olvidar que la Política Cultural de la Revolución Cubana es una sola y hay que aplicarla a todos los niveles, por constituir la base de toda la planeación estratégica. Para obtener este propósito hay que hacer realidad las palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el 55 aniversario de la UNEAC, cuando expresó: “Hay que empeñarse día a día para reforzar los valores del socialismo a través de la cultura. Debemos lograr que la población perciba, en su participación activa en los procesos culturales, satisfacciones y vías de realización no vinculadas a lo material y que identifique ese bienestar con el hecho de que vive en una sociedad socialista”.
Solo así podemos lograr que se cumpla con la política trazada, y les corresponde a ustedes, a través de las filiales de Música, Literatura, Artes Escénicas, Cine, Radio y Televisión y Artes Plásticas, evaluar qué hacer, y proponer cómo perfeccionar el Programa de Desarrollo Cultural en cada territorio, con acciones que contribuyan a incrementar la cultura de toda nuestra sociedad.
Se han evaluado aquí los problemas que enfrenta Músicavila y que son diversos: la inestabilidad de los cuadros, el no sistemático seguimiento a las problemáticas de la Empresa, la falta de comunicación y las dificultades acumuladas desde hace años; lo que obliga a trabajar entre todos para revertir la situación, y para que lo mejor de nuestro talento alcance el lugar promisorio que merece y contribuya a contrarrestar la vulgaridad, a formar valores, a desarrollar un buen nivel de apreciación, promoviendo el patrimonio cultural de la provincia y la nación.
También en la plástica es preciso seguir estimulando la creación, pero en esto deben enfrascarse todos: instituciones y creadores. Conozco de los esfuerzos realizados para ir desbrozando los escollos que se presentan en esta área, pero sé también que en ocasiones no ha existido la adecuada respuesta de los creadores ante el llamado a diferentes espacios, dígase salones, encuentros, incluso hasta para la propia creación de spots y catálogos.
Este, al igual que otros temas, requiere de la participación conjunta de las instituciones y los creadores; se trata de encontrar soluciones que favorezcan el desarrollo cultural, que permita la adquisición de obras, la protección, conservación y la correcta divulgación.
El grupo D´Morón Teatro. Foto: Internet
Próximos a efectuar en la provincia la Feria Internacional del Libro, resulta de vital importancia dedicar unos minutos al Programa de la Lectura, porque es un imperativo para todos que su promoción se convierta en tarea priorizada; en este compromiso con las nuevas generaciones hay que fomentar la creación de literatura amena, didáctica, que motive a los niños y jóvenes y les posibilite, además, crecer mediante los libros.
No olvidemos que la lengua materna está íntimamente vinculada al pensamiento y si no la desarrollamos estaremos atentando contra la formación cultural de esos niños y adolescentes. Es imprescindible, entonces, que nuestros creadores literarios afiancen las relaciones con Educación, con la Organización de Pioneros, con la Brigada José Martí y la Asociación Hermanos Saíz, sin olvidar que en las alianzas que sean capaces de establecer, estará la fortaleza que los conducirá al logro de sus propósitos esenciales.
Hoy es más importante que nunca enfatizar en el estudio de la historia, de nuestra historia y en particular la del período revolucionario; mantener vivo entre nosotros a Fidel, en el que se sintetizan los mejores valores del pensamiento de Martí y Bolívar; fomentar la cultura antimperialista y anticapitalista, y no dejarnos seducir con los neorepublicanos que tratan de ensalzar a figuras y hechos de nuestra etapa neocolonial, desconociendo sus oprobios y el afán entreguista de los gobernantes de entonces.
Hoy es más importante que nunca enfatizar en el estudio de la historia, de nuestra historia y en particular la del período revolucionario; mantener vivo entre nosotros a Fidel, en el que se sintetizan los mejores valores del pensamiento de Martí y Bolívar.
Por eso me permito insistir en una cuestión vital para el proceso revolucionario que construimos y en la que ustedes pueden, desde la creación artística, incidir de forma creativa y atrayente; y es que los jóvenes sientan y vivan la Revolución en todo su itinerario histórico, con pasión y profundidad, y que al mismo tiempo sientan, vivan y defiendan su continuidad como la única garantía de tener patria, de tener dignidad.
No es un secreto que el Período Especial provocó daños significativos en el tejido espiritual de la nación cubana, algo que nuestros enemigos tienen muy bien estudiado y que consideran al explicar el “nuevo enfoque” de su política hacia la Isla. Seamos conscientes de que no somos invulnerables, y de que aún tenemos brechas que los que ahora buscan “el cambio” de régimen en Cuba por otras vías, pueden aprovechar muy bien.
Entonces corresponde no bajar la guardia, ni pecar de inocentes; la ingenuidad en política es pecado mortal, porque como nos enseñó nuestro Héroe Nacional: “…el peligro de la anexión perturbará nuestra nación”, de ahí la necesidad de que nuestros artistas e instituciones sean portadores de ideas descolonizadoras y que combatan con inteligencia la hegemonía cultural capitalista.
La ingenuidad en política es pecado mortal, porque como nos enseñó nuestro Héroe Nacional: “…el peligro de la anexión perturbará nuestra nación”.
Obstáculos muy visibles a los que nos enfrentamos son el auge de las conductas marginales, el llamado apoliticismo y el fomento de formas discriminatorias muy bien manejadas por la industria hegemónica del entretenimiento, manifestaciones que afortunadamente han sido denunciadas desde hace muchos años por nuestros escritores, intelectuales y artistas.
En la convulsa realidad mundial que vivimos, es preciso rescatar los principales eventos formadores de valores: “Leer a Martí”, “Cantándole al Sol”, “De donde crece la palma”; las cantorías y las ruedas de casino tienen que caracterizarse por su masividad, pero, sobre todas las cosas, por la calidad, y hago especial énfasis en la calidad porque tiene que la palabra de orden en toda nuestra gestión.
Otra de las prioridades en la que se hace necesario avanzar más es la utilización de las nuevas tecnologías, algo que se ha convertido en una exigencia para el desarrollo. Es imprescindible aprovecharlas en defensa de nuestra Revolución, utilizando adecuadamente nuestras redes sociales, porque como expresara Cintio Vitier:…“somos víctimas de la más sutilmente corruptora influencia que haya sufrido jamás el mundo occidental. El culto a las tecnologías, más allá de la ética, más allá del servicio que pudieran prestar al ser humano, es otro rasgo de la llamada globalización que hoy se ha generado entre nosotros”.
Es necesario e ineludible el desarrollo de las nuevas tecnologías, existe un ambicioso programa de informatización de la sociedad cubana. Pero alertas: si bien las tecnologías pueden servir para promover la educación, la ciencia, la cultura y las investigaciones en todos los campos, también pueden utilizarlas como vía para desintegrar la sociedad, para promover la subversión y para enajenar a la población de los principales eventos en que resulta trascendental su participación; por ello hay que apropiarse de las nuevas tecnologías que defiendan los criterios éticos, humanistas y culturales de la Revolución.
Los audiovisuales también debemos emplearlos a favor de desarrollar el gusto estético por este recurso. Se impone que logren resultados en obras por encargo que fomenten los principales valores humanos, que permitan acercarnos, contribuir a nuestros “paquetes” como “Mi Mochila” y “Paquete-eduque”; trabajar en los circuitos de la Asociación Hermanos Saíz, en las Universidades; promover ciclos de películas cubanas de valor histórico y todas las iniciativas que sean capaces de generar, para desarrollar el gusto y los valores éticos y estéticos de esta importante y tan de moda manifestación artística.
Ha sido tema de debate reiterado lo relativo al ejercicio de la crítica; sin embargo, tengo que señalarles que se ha avanzado poco en este importante aspecto. Insisto en que la crítica artística y literaria es indispensable para avanzar, afianzar la cultura y contribuir a la formación de un público crítico, capaz de discernir entre lo verdaderamente valioso y lo banal; confío en que en lo adelante se profundice y resuelva esta cuestión.
Teatro Principal de Ciego de Ávila. Foto: Internet
He podido compartir con muchos de ustedes lo relativo a las relaciones Cultura-Turismo, y creo que aunque se están dando pasos sólidos, es importante que estas relaciones se consoliden y se termine con todo lo que pueda lastrar la imagen de nuestro país ante los que nos visitan. No olvidemos que nuestro principal soporte, además del sol y la playa, es la cultura, y esta no podemos fabricarla para el turista, es el turista quien tiene que insertarse en nuestra cultura; para ello hay que mostrar el orgullo de ser cubanos, defender los valores identitarios, esos que nos distinguen, desechando la chabacanería y la banalidad, jerarquizando cada espacio para que lo mejor de nuestro arte pueda ser un exponente más de los bienes cultivados por la Revolución.
Lo referente al patrimonio, a la defensa de nuestras raíces, de nuestros símbolos y de nuestra identidad, que es hoy un arma de incalculable valor de la que no podemos prescindir ni un solo minuto, es sumamente importante. El patrimonio, tanto material como inmaterial, tiene que ser preservado y defendido como arma principal en los nuevos desafíos a los que nos enfrentamos. No podemos renegar de nuestros orígenes étnicos, ni de nuestra memoria, pilares de la colonización cultural hegemónica que hoy tratan de imponernos.
Significa entonces que no podemos seguir experimentando, que hay que lograr cuadros más integrales, que además de tener sensibilidad y cumplan responsablemente las tareas, posean conocimientos, lean, estudien y se preparen para enfrentar escenarios que serán cada vez más complejos. Este es un aspecto crucial en el que todavía enfrentamos dificultades que laceran el trabajo.
Queridos artistas:
En el sector cultural, han surgido tendencias en artistas y promotores que se cuestionan el papel de las instituciones y consideran que a través de formas no estatales, podría lograrse una promoción nacional e internacional más eficiente, apostando al conocido “empoderamiento” de las formas no estatales y a ver en estas a llamados “hombres de éxito”. Eso nos obliga a que las instituciones sean más creativas y eficientes, y a mantener su protagonismo; lo que solo será posible estrechando fuertemente los vínculos con la vanguardia artística, esa que ha acompañando a la Revolución y a su dirección histórica, durante estos difíciles años, sin claudicar y combatiendo, con ideas emancipadoras, a los patrones injerencistas que los enemigos han tratado de imponernos.
Resulta importante, además, continuar fortaleciendo la programación cultural, haciéndola llegar hasta los lugares más recónditos; fomentar los proyectos socioculturales, sistematizar el diálogo, encontrar la unidad en la diversidad, dejar atrás toda muestra de burocratismo y apatía, acabar con la rutina y desarrollar con iniciativa creadora los verdaderos valores de nuestra cultura.
Solo así podremos rendir homenaje al líder histórico de la Revolución cubana, a nuestro querido Comandante en Jefe, quien vio en la cultura el escudo y la espada de la nación y por eso, con claridad meridiana, sentenció que es lo primero que hay que salvar.
¡Viva la Unión de Escritores y Artistas de Cuba!
¡Viva Fidel!
¡Viva Raúl!
¡Viva Cuba Libre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Importantes planteamientos con planteamientos también válidos para nuestra revolución bolivariana. Magnífico análisis.