El cine Chaplin acogió el estreno de La gente del documental (Inti Herrera), largometraje que en 80 minutos expone las historias de artistas cubanos en Estados Unidos. Toma como punto de partida, la participación de un amplio número de ellos en el Festival Artes de Cuba en el Kennedy Center de Washington, iniciativa que logró la presentación de creadores de diversas manifestaciones en jornadas que resultaron reveladoras del arsenal artístico cubano.
La gente del documental queda como un diario de aquellos días, donde se mezclan los criterios de los artistas, el público que asistió a las presentaciones y las consideraciones de personas que contribuyeron a su ejecución.
La motivación de los realizadores era relatar esa experiencia, acompañar a los artistas, registrar aquellos instantes donde el arte cubano ocupaba las salas de uno de los centros más importantes de la capital estadounidense. Sin embargo, el pequeño equipo de realizadores no pudo acceder a las salas y este impedimento generó un cambio en la narrativa, un punto de giro en la historia.
Recurrieron entonces a buscar las huellas de los artistas cubanos en Estados Unidos, qué arte realizan, qué huellas permanecen en ellos, cómo llevan la cubanía. Así se acercaron a coleccionistas que catalogan la historia de la Isla como un acto de fe, de aferrarse a un lingote de tierra que constituye un espacio más amplio desde el punto de vista simbólico que geográfico, porque la Isla es una Ítaca tropical, un lugar donde perviven los sueños, las frustraciones y los anhelos de muchos.
También buscaron las historias de quienes se han radicado en Estados Unidos y su arte sigue siendo esencialmente cubano; siguen apostando por la cultura como espacio para trascender, para dejar una huella en el tiempo, marcar la diferencia.
Esta obra, inició su rodaje en 2018 y desde ese momento, los integrantes del equipo no han dejado de aportar a esta historia. Aunque su realización ha sido un proceso dilatado, muchos podrán acercarse a este testimonio como una forma de apreciar el fenómeno de las relaciones culturales entre ambos países, otros dirán que ese acercamiento cultural es sintomático de un momento donde las relaciones políticas mostraron avances, más allá de una postura u otra. Lo cierto es que La gente del documental queda como un diario de aquellos días, donde se mezclan los criterios de los artistas asistentes al Festival, el público que asistió a las presentaciones y las consideraciones de personas que contribuyeron a su ejecución.
“La Isla es una Ítaca tropical, un lugar donde perviven los sueños, las frustraciones y los anhelos de muchos”.
Al estreno asistieron el viceministro de Cultura Fernando Rojas, el presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) Ramón Samada, artistas que ofrecieron sus opiniones y un amplio número de interesados en el largometraje.
Los miembros del equipo agradecieron a todos los artistas, a los amigos, a los colaboradores, las instituciones y a todos los que han contribuido en su realización.
Inti agradeció a todos los presentes y expresó: “Para nosotros es un día muy bonito, porque llevamos cuatro años tratando de convertir estas ideas en una película”.
Sobre el nombre de la obra rememoró: “El título surgió casi como una broma, porque llegábamos a todos lados presentándonos como la gente del documental y siempre dijimos que ojalá que, no solo nosotros, sino que también los entrevistados fueran la gente del documental, y, sobre todo, soñando con este momento que ustedes también sean la gente del documental”.
Reymel Delgado, productor de La gente del documental agradeció a las entidades coproductoras: i4films, FAC Films, Wajiros Films y La Rueda Films, al Ministerio de Cultura, al apoyo del Fondo de Fomento del Cine Cubano, y al Icaic; además de otras instituciones y personas naturales que ayudaron y que son parte de este gran proceso.
“A todos que ellos saben quiénes son, que también son la gente del documental, como también lo son ustedes, como lo son todas las personas que prefieren amar que odiar, que prefieren estar cerca que lejos”.