La poesía siempre rebasa al ser humano. Se cuela entre los huesos y rasga, palpitante, lo más sutil de la esencia humana. La poesía es para genuinos y locos y enamorados; también para el triste, el desterrado, el soberbio… La poesía se lee, se regala para alimentar el espíritu.
Y así, con ese aliento enaltecedor, la revista La Jiribilla ha engendrado el poemario ilustrado Lo que nos rebasa, un compendio en el que se combinan el buen gusto y la estética literaria.
Para nuestra suerte, La Jiribilla llegó a su aniversario 20 y la poesía ha acompañado su historia. Veinte no es un número al azar: 20 poetas que, durante 20 años, han publicado en la Revista.
“La poesía siempre rebasa al ser humano”.
Vale la pena pensar que más que poemas ilustrados, La Jiribilla pone en manos del lector parte de la valiosa obra de autores como Dora Alonso, Sigfredo Ariel, Alberto Marrero, Juana Borrero, Julio Mijants, Lina de Feria, Luis Rogelio Nogueras, Mirta Aguirre, Miguel Barnet… entre muchos otros.
Este poemario manufacturado es una oda a la poesía cubana, con la exquisita combinación de las ilustraciones a cargo de Brady Izquierdo, Michel Moro, Ramiro Zardoya y Sigfredo Ariel.
Aunar el arte de la palabra y el dibujo no deviene empeño fácil; de ahí la valía de obsequiar, con tanto amor, un libro tan deseado.
Tengo la certeza, de que en este regalo de poesía se asoma el ángel de la Jiribilla como el mejor de los guardianes. Entre el asombro y el perplejo suave, el ángel de Lezama, nuestro ángel, encumbra Lo que nos rebasa.