Evocación a Miguel Hernández. Rito Ramón Aroche
Miguel Hernández
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umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!
Rito Ramón Aroche
La habitación de al lado
Ven tú aquí a esta puerta habrá una hora deja ver ese punto
alguna seña / te ha servido la escalera del fondo
en otras noches ven tú aquí por los santos
deja ver que algo anima están los árboles
la pared donde pides ver mi sombra están los Piercings
“merodean muy cerca” nos iremos a los lavaderos
ruinosos yo creciendo cuando busco en tu sangre tu debajo.