Me monté en Ruta 10
Este lunes 8 de noviembre no pude tomar la Ruta 10 en su destino bienestar. Lo vi en Youtube. En ese primer programa Rafael Pérez Insua, director de Cubavisión, que impulsa la Ruta 10, dijo más o menos así sobre su superobjetivo: “Ir por todo, es emocionar, atraer, con el destino bienestar”.
Escuché sobre la revista y, como generalmente hago, empecé a leer en monografías y otros textos acerca de ese género. La investigadora ecuatoriana Inmaculada Gordillo escribió: “La revista de actualidad se trata de un espacio televisivo heterogéneo compuesto por reportajes de varios temas de actualidad, aunque también puede incluir entrevistas, editoriales, crónicas y otros géneros informativos. Los reportajes pueden modelarse libremente, utilizando desde el estilo neutro al implicado, y las temáticas elegidas dentro de un mismo programa pueden pertenecer a ámbitos informativos diferenciados”.
La definición le cae muy bien a Ruta 10, que tiene como antecedente lejano (en tanto revista televisiva) a Today, que se estrenó en Estados Unidos el 14 de enero de 1952 en la cadena NBC. Esa primera revista televisiva a nivel mundial ha mantenido buenos rankings incluso después de 65 años. Del patio competirá con Hola Habana y De tarde en casa; ¡qué bueno, así el televidente puede ver y comparar!
Bajo la dirección general de Jennifer Zubizarreta, una periodista que sabe enamorar a la cámara y cuida su imagen tanto como el contenido —así debe ser—, camina Ruta 10.
La joven colega es una de los tres conductores que tiene el espacio, junto a Gustavo Sánchez, el Tavo de En-Redes, y Miriam Socarrás, la octogenaria más joven de Cuba y quizás del mundo.
Los miércoles, los actores Nancy González y Jorge Luis López propiciarán el debate acerca de la sexualidad en las edades maduras.
El joven colega Jorge Ríos busca la opinión en la calle —¡importante!—, ese termómetro que chocará con lo que se dice en vox populi.
En la dirección para TV estarán Odalys Torres y Jair Mon, la producción general es de Ernesto García, los guionistas son Lil Romero, Carmen Romero, Dely Fernández y Marino Luzardo, y en la dirección de fotografía Vladimir Barberán.
Jennifer me escribió: “Otros momentos (sin frecuencia fija) son las entrevistas en El Confesionario a figuras del arte y la cultura, que hablan sobre cuestiones que habitualmente no comentan en TV en torno a su vida y obra”.
Y agregó: “También hay momentos para la culinaria, orientación y facilitación social, manualidades, ejercicios de relajación. Todo esto a través de reportajes, videollamadas, entrevistas y demostraciones en estudio”.
Puntualiza que “los martes y jueves están especialmente dedicados al debate de temas de la agenda pública en Cuba, junto a reconocidos especialistas, invitados a estudio”.
La joven directora señala: “La idea es llegar a toda Cuba y ser reflejo de las realidades diversas que componen nuestro país, pero eso será a partir de febrero, cuando las condiciones lo permitan. Por ahora estamos tratando de hacer ese periodismo distinto, desde lo estético y desde el contenido, situando a La Habana como escenario principal”.
“Nuestra apuesta es por una conversación, un espejo de lo que hoy somos como sociedad. Es ambicioso, lo sabemos, pero lo vamos a intentar, asumimos los riesgos”.
“Pero —recalca Jennifer— el objetivo es avanzar por toda Cuba, contando las historias desde una óptica testimonial (el protagonista es quien cuenta). Insisto, el periodismo es nuestra principal arma; pero queremos y trabajamos por hacerlo atractivo, entretenido, ameno, a tono con la hora en que transmitimos y con el público meta (abuelos, niños, amas de casa y todos aquellos que hoy practican el teletrabajo), incluso aquellos que en su centro laboral tienen un televisor encendido”.
Apunta que “nuestra apuesta es por una conversación, un espejo de lo que hoy somos como sociedad. Es ambicioso, lo sabemos, pero lo vamos a intentar, asumimos los riesgos. Cubavisión ha demostrado que tiene músculo y corazón para estos empeños. Nuestro equipo es parte de ese trabajo. Ese espíritu, ese apoyo desde la dirección del Canal y el organismo, nos llenan de orgullo y fuerza. ¿Qué espero de este programa? Lo que se espera de un proyecto cuyo destino es el bienestar común: que ayude, que sea útil”.
“Apretadito, pero relajado”, como dicen en la conducción, me monto en la Ruta 10, y espero que dure mucho tiempo, sin cansarse de buscar opiniones en la calle, en las redes sociales, para que la revista se parezca a su tiempo a la vez que sea entretenida para ese público al que se dirige. ¡Ah, que mantenga el empaque! Y usted que me lee, ¿ya se subió? Hágalo y opine.
El programa, el colectivo de realización, sobre todo los temas que son trayados, son del interés y el gusto de todos. A mi me encanta,
y como su lema es lograr el bienestar de todos, realmente comencé a ver el programa cuando salí de ingreso hospitalario por Covid y afortunadamente me estoy recuperando el programa ha contribuido mucho. Saludos a Mirian y Gustavo