Orquesta Aragón: mezcla de talento, entrega y tradición
Un ícono de la cultura y la música cubana está cumpliendo por estos días 82 años. Transcurría 1939 cuando un humilde carpintero, oriundo de Cienfuegos y apasionado de la música, creó una agrupación que bautizó con su apellido, Aragón (Orestes era su nombre), inspirado en la orquesta danzonera de Arcaño y sus Maravillas. Nació así una emblemática agrupación que hasta hoy es paradigma de nuestra música y de la que se hace en buena parte del mundo.
“En la época en que se crea la Aragón era muy difícil ser músico profesional, necesariamente había que realizar otros trabajos que te permitieran sobrevivir. La música era algo así como un hobby o algo que se practicaba por pasión”, rememora Rafael Lay Jr., violinista y director de la orquesta Aragón desde 1984.
Seguidamente, añade que su padre, Rafael Lay, “integró la orquesta cuando uno de los violinistas, que era pelotero, pasó a ser un profesional del béisbol. Aunque era un adolescente de 13 años de edad, poseía grandes conocimientos de violín que había adquirido gracias a las enseñanzas de su profesora Sarita Torres. Junto a esta llegó a crear un coro y hasta una pequeña orquesta de cámara. A la par del quehacer musical, fue siempre un amante del magisterio, y uno de sus mayores placeres era aglutinar a su alrededor a músicos de distintas edades, representativos de diferentes géneros, para enseñar y al propio tiempo aprender las técnicas musicales más modernas”.
Tras la muerte de su fundador, Rafael Lay asume la dirección musical de la agrupación, y es a partir de ese momento, a juicio de su actual director, que “comienza el despegue exitoso de la orquesta con la grabación de sus primeros temas”.
Aquella que había surgido al amparo de una orquesta danzonera fue dejando atrás ese género para acoger el chachachá, ritmo que lideraba su creadora, la orquesta América junto a Enrique Jorrín, entre otros grandes que hicieron notables aportes a la música cubana. “El chachachá es un derivado del danzón. Desde su surgimiento, a fines de los años 40, tuvo una gran acogida por parte del público y se convirtió en el ritmo del momento. La Aragón, por supuesto, no podía quedarse al margen. Fue precisamente la adopción de ese género lo que hizo posible la grabación de sus primeros discos con la RCA Víctor. A esa empresa disquera le interesaba contar en su catálogo con una agrupación que interpretara el nuevo género musical, todavía con mucha vigencia entre los bailadores”.
Esas grabaciones iniciales, realizadas en 1953, marcaron la solidez de la orquesta Aragón, cuya popularidad no comenzó en la capital de nuestro país, como tradicionalmente ha ocurrido, sino en las provincias orientales de Santiago de Cuba y Guantánamo. “Fueron por aquellos años ‘Cero codazo’ y las conocidísimas piezas ‘Pare, cochero’ y ‘El bodeguero’ los temas más escuchados y bailados en toda Cuba. A pesar de que no menos sensacional resultó ‘El agua de Clavelito’. Esas canciones abrieron el camino a la Aragón”. Camino que se hizo aún más luminoso después de que la orquesta firma su primer contrato con la emisora Radio Progreso. “El vínculo de nuestra agrupación con la radio siempre ha sido fabuloso. Ese vínculo comenzó en una región de Cienfuegos llamada Cruces, donde su emisora tenía un programa dominical y la Aragón era la que cubría ese espacio”.
“Esas grabaciones iniciales, realizadas en 1953, marcaron la solidez de la orquesta Aragón”.
Es una realidad que cuando se habla de la historia de esta octogenaria orquesta charanguera no puede dejar de mencionarse la radio, y de manera particular, la legendaria emisora Radio Progreso. En este sentido Lay refiere:
Los integrantes de la orquesta se instalaron en La Habana porque después de ese primer contrato vinieron otros, haciéndose muy difícil el traslado de Cienfuegos a la capital y viceversa. Puede decirse que Progreso, y también en alguna medida la antigua CMQ, constituyeron pilares esenciales en la promoción de nuestros temas musicales.
Radio Progreso nos permitió llegar hasta el rincón más apartado de nuestra geografía. En ella tuvimos durante años una presentación sistemática en un programa que fue igualmente nuestro: Alegrías de sobremesa. Ya este espacio dejó de salir al aire, pero de todos modos esa emisora continúa divulgando nuestros temas, tanto los más recientes como aquellos que, aunque ya no están de moda, se mantienen en la preferencia del público.
Con casi un millar de piezas musicales recogidas en más de cien álbumes, esta popular orquesta ha logrado, durante su largo y buen hacer, un amplio y vastísimo repertorio, conformado no solo por piezas de la música popular, sino también por temas antológicos de la música clásica universal. “En nuestro repertorio se destaca de la misma manera un número considerable de obras instrumentales, y no faltan en nuestras presentaciones artísticas, como tampoco en las grabaciones, la presencia de figuras que prestigian nuestra música y que si las nombramos aquí conformarían una lista interminable”.
El sonido típico de la Aragón no es conocido solamente en nuestro país. Afortunadamente para la música cubana es apreciado en varias partes del mundo, sobre todo en aquellos países “que son más afines a nuestra idiosincrasia, como México, donde en sentido general se valora y acoge con mucho amor nuestra música. Otro tanto ocurre en Colombia, un público maravilloso que nos ha dado grandes muestras de afecto. Y qué decir de algunos países del continente africano, en los cuales nuestra presencia se convierte en un gran acontecimiento. Asimismo, hemos realizado giras por varias naciones de Europa y por Estados Unidos. Entre los norteamericanos la orquesta es bien conocida desde 1958”.
Hace 37 años que Rafael Lay Jr. dirige la Aragón, aunque pertenece a ella desde 1980, tras concluir sus estudios en la Escuela Nacional de Arte. Las enseñanzas heredadas de su padre y su permanencia ininterrumpida en la agrupación le permiten asegurar que el éxito de la orquesta obedece “al respeto que siempre hemos tenido por ese público que nos ha seguido y se sigue sumando, eso en primer lugar. A lo que se añade que la orquesta tiene maneras de hacer y de proyectarse muy propias. También el hecho de que por más de ocho décadas ha mantenido esa identidad, ese sello que la distingue. No puede faltar el rigor con que siempre hemos trabajado, sin cesar en el propósito de ser cada vez mejores. En la Aragón se han ido sucediendo generaciones de músicos. Yo, por ejemplo, pertenezco a la tercera, y ya está preparada la cuarta, pero si algo jamás ha cambiado es la esencia de la orquesta, su rigor y, principalmente, reitero, su respeto al público”.
Reconocida como la eterna charanga de Cuba, la Aragón atesora varios títulos honoríficos, y sus integrantes han sido declarados Hijos Ilustres en más de una veintena de naciones. A su ya abultada lista de premios y reconocimientos se suma la reciente nominación a los Grammy Latinos en la categoría de Mejor Álbum de Música Tropical Tradicional, con su último disco titulado Chachachá. Homenaje a lo tradicional; una producción discográfica compartida entre la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) y la californiana El Cerrito Records.
En el fonograma, que incluye ocho temas, intervienen también dos reconocidas voces del pentagrama cubano: Issac Delgado y Alain Pérez. Según Rafael Lay, “es este el premio más fresquito de la Aragón. Otros muchos nos han sido otorgados. Por ejemplo, el pasado año ganamos ese importante galardón que nos colocó entre las mejores agrupaciones del mundo, con el disco Ícono. Y con anterioridad, en 2001 y 2002, dos álbumes nuestros fueron igualmente nominados a los Latin Grammy.
En este caso es solo una nominación, pero de cualquier manera constituye un estímulo para los integrantes de la orquesta, y lo que es mejor, nos compromete a trabajar con más ahínco, con más empeño, apegados como siempre a los géneros tradicionales y a la vez renovándonos cada día con los nuevos aportes de los músicos jóvenes.
Todos estos reconocimientos están dedicados a la memoria de esos extraordinarios músicos que nos antecedieron y acompañaron durante décadas; a mi padre, al propio Orestes Aragón, con quienes la orquesta siempre estará en deuda, y, por supuesto, a la cultura y la música cubanas, merecedoras de todos y cada uno de nuestros lauros.
Realizamos esta entrevista en una de las instalaciones de la Central de Trabajadores de Cuba. No pocas veces interrumpimos la grabación para que Rafael Lay correspondiera a las muestras de afecto de quienes, al verle, expresaban emocionados: “¡Felicidades, Aragón!”. A eso puede llamársele popularidad, y también agradecimiento a una agrupación que desde sus propios orígenes es símbolo de cubanía. “Hace solo unos minutos hablábamos de los premios de la orquesta. Sin embargo, estos saludos, estas demostraciones de cariño, ese reconocimiento popular serán siempre nuestro mayor galardón, porque además de halagarnos nos permite conocer cómo vamos por ese camino que emprendimos hace 82 años”.