Para quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar del homenaje a Chucho Valdés e Irakere en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba durante la edición 35 del Festival Internacional Jazz Plaza, el concierto fue mágico. Revivir la energía, pasión y fuerza expresiva del jazz afrocubano y los cimientos de un movimiento trascendental para nuestra música como la timba nos llenó de una sensación grata y contagiosa.
Por suerte, ese momento mágico quedó registrado en un audiovisual, recién presentado por el Sello Unicornio de Producciones Abdala, gracias a la colaboración con el Centro Nacional de Música Popular. Al respecto su director Víctor Rodríguez señaló: “Para todos los que estuvimos en el concierto fue un espectáculo impresionante. Volver a vivir toda esa época de la música cubana, de Irakere, es algo muy difícil de repetir y de explicar. Este es un proyecto que venimos haciendo junto a Producciones Abdala desde hace cuatro años, tratando de hacer homenajes a agrupaciones y músicos relevantes dentro de la cultura cubana. Este reconocimiento a Irakere es especial: todo lo que sucedió allí, los grandes músicos que participaron, Mandy Cantero haciendo los temas de Irakere y llevándonos a Oscar Valdés. Creo que es un gran concierto, y quiero agradecer a Miyares por dirigir esta difícil tropa y lograr algo así”.
Germán Velazco, uno de los músicos que intervino en el concierto, destacó: “Me llevó 30 o 40 años atrás. La idea de Miyares fue fantástica: lograr reunir a estos músicos y el repertorio que Irakere mantuvo vivo siempre, así como la visión de encontrar a una persona como Mandy, quien recreó a Oscar Valdés magistralmente”. Además, expresó: “Fue un suceso mágico. Estuvimos ensayando justo hasta la prueba de sonido, y después, todo fluyó tan bien que hasta yo mismo me sorprendí. Irakere es místico. Es bueno que estas cosas pasen, porque hay generaciones que no lo conocieron y estos discos ya no van a aparecer. Hay que continuar recreando esta música, para que no se pierda”.
El saxofonista Carlos Miyares fue el artífice del tributo, quien agradeció a Víctor Rodríguez por darle la oportunidad de realizar este homenaje. Fue magistral el trabajo de cada uno de los músicos que intervinieron en el concierto: Germán Velazco (saxofón alto), Alexander Abreu (trompeta), Mayquel González (trompeta), Tony Rodríguez (piano), Harold Lopez-Nussa (teclados y piano), Rafael Paseiro (bass), Juan Carlos Rojas “El Peje” (drums), Adel González (percusión), Yaroldy Abreu (percusión), Carlos Miyares (saxo tenor) y Mandy Cantero (voz).
Sobre el resultado expresó: “Fue un trabajo en conjunto. Varios de los músicos que estuvieron allí formaron parte de Irakere y de Afro-Cuban Messenger, en mi caso, pero tocamos repertorio de Irakere. Esa cuerda de metales la tocamos por primera vez en 2008; hicimos cuatro conciertos y un quinto espectáculo en un Festival Jazz Plaza en el Teatro Mella, y nos volvimos a reunir en 2020. ¡Fue como si nos hubiéramos visto de toda la vida! La energía de ese concierto fue increíble. En el ensayo dijimos ‘vamos a ver qué pasa’. Parece que todos los ancestros y las cosas de Irakere estaban ahí. (…) Me siento muy contento, creo que es la primera vez que se le hace un tributo a Irakere. Fue muy lindo volver a recrear todos esos temas”.
El saxofonista agradeció a los implicados y a Producciones Abdala, y agregó: “Se trata de un producto de excelencia, espero que todos lo disfruten y que llegue a las escuelas de arte y al público que en una época disfrutó de esta banda, que para mí ha sido la mejor que ha existido en Cuba hasta hoy, pues tuvo la facilidad de hacer repertorio de jazz afrocubano y de música popular bailable, además de pegar varios éxitos a través de la historia de la música cubana”.
El repertorio escogido para la ocasión fue: “Juana 1600”, “Estela va a estallar”, “Changó”, “Bacalao con pan”, “Lo que va a pasar” (todos de la autoría de Chucho Valdés) y “Ese atrevimiento”, de Ricardo Díaz. Con introducción del conocido tema “Misa negra”, y en la despedida “Danza ñáñiga”, ambos de Chucho Valdés. El DVD contiene además dos bonus tracks: “Popurrit de éxitos” (“Rucu Rucu a Santa Clara” y “No quiero confusión”, de José Luis Cortés; “Échale semilla a la maraca” y “Yo sí tengo el uno”, de Jesús Morales; “Que se sepa, yo soy de La Habana”, de Oscar Valdés) e “Iya”, de Arturo Sandoval.
“Un material de lujo, que no solo recrea un repertorio fascinante de la mítica banda Irakere, sino que constituye un patrimonio para la cultura nacional”.
Carlos Miyares estuvo a cargo de la producción, dirección musical y transcripciones. Los arreglos originales son de Chucho Valdés. La producción ejecutiva es de Mabel Muñiz Ocaña y Víctor Rodríguez. La asistente de producción es Yoanys Pérez, y el realizador audiovisual, Marlon Garrigas. La grabación es de Ernesto Estrada (Enzo), en tanto mezcla y masterización, de Javier Valladares. El sonido de sala es de Albert Changala, la fotografía es de Jorge Villa y el diseño gráfico de Juan Carlos Viera.
En las notas la reconocida musicóloga Neris González Bello destacó: “Se trata de un producto de excelencia, cuyo propósito es reverenciar a una de las orquestas señeras de la música popular cubana y universal. De cierto, sobran las razones para homenajearla. Debido a sus innovaciones e ineludibles aportes al jazz latino y afrocubano, se puede hablar en la Isla y buena parte del orbe de un “antes y después de Irakere”, una de las más auténticas agrupaciones de casi medio siglo de creación contemporánea. Su propuesta, caracterizada por la experimentación de nuevos conceptos orquestales, devino referencia y modelo, revolucionó el panorama musical nacional y sentó las bases de la nueva oleada de proyectos que emergieron en etapas posteriores”.
Sin duda, un material de lujo, que no solo recrea un repertorio fascinante de la mítica banda Irakere, sino que constituye un patrimonio para la cultura nacional.
Solo nos resta invitar a los lectores a disfrutar de este audiovisual, disponible en las plataformas digitales: