Más allá de un salvamento en lo físico, darle brillo a la lámpara de araña del techo o restituir la madera del escenario, el Sauto necesita un rescate de la memoria, con campañas que, mediante los medios de comunicación, acerque o recupere para la audiencia —sobre todo la de los centros estudiantiles, principalmente los niños—, la historia de este coloso.