La indignación levanta nuestros corazones ante la desfachatez e irrespeto de un grupo de contrarrevolucionarios que han utilizado la figura de Martí para legitimar un show mediático en las redes sociales digitales, específicamente grupos de WhatsApp, haciéndose llamar Movimiento Juvenil Martiano y Juventud Martiana, con la burda pretensión de congregarse en espacios públicos para exigir derechos y libertades; todo ello tras la farsa del supuesto Movimiento San Isidro, integrado por un puñado de mercenarios al servicio del gobierno de los Estados Unidos. Utilizar a Martí en nombre de un falso movimiento que lleva su nombre para generar el caos, la desesperación y la confusión; es absolutamente indigno e inaceptable.

En Cuba existe un Movimiento Juvenil Martiano cuyo carácter está muy bien definido: patriótico, revolucionario y antimperialista. Es el Movimiento que defiende el Socialismo, que sigue el ideal comunista, que defiende la memoria histórica, la identidad y promueve los más grandes valores de la nación cubana. Es el Movimiento heredero de una tradición de lucha por el bien de la Patria, por refrendar el sentimiento más profundo de amor a ella. Es el Movimiento de estirpe mambisa y rebelde, de espíritu creador desde la cosmovisión del Apóstol y la guía indiscutible del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Nosotros, jóvenes del Movimiento Juvenil Martiano, conscientes de que hacer por Cuba es definirnos como verdaderos revolucionarios, rechazamos cualquier intento de socavar las bases martianas de la Revolución cubana, levantamos nuestras voces ante las maniobras subversivas del enemigo histórico y sus aliados mercenarios, defendemos la soberanía, la independencia y el carácter socialista de la Revolución. No nos dejemos engañar; somos jóvenes dignos, con una formación ética que nos distingue, convencidos de que “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”, y de que “el hombre joven se debe a su Patria”; declaramos:

Con Martí para todos los tiempos estaremos en lucha continua por mantener las conquistas de la Revolución, por propagar lo mejor de nuestra cultura y salvaguardar la identidad nacional. Entendemos de amor, no de odios; de verdades, no de falacias. La verdadera juventud martiana de Cuba no se rinde ni se amilana, no claudicará jamás ante la amenaza y hostilidad imperialistas, lleva en sus corazones las doctrinas del Maestro, y es consecuente con la obra de pensamiento y acción de Martí; para quien solo era digno aquel que amara e hiciera el bien por su patria, que la defendiera y estuviera dispuesto a dar la vida por ella.

A esos que pretenden legitimar sus actos denigrantes con Martí, les decimos:

¡Con Martí no te metas!

¡Cuba vencerá!

¡Martianos hoy y siempre!

¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!