La lluvia no frenó a un público que buscaba una melodía diferente, una complementación perfecta de instrumentos musicales y acordes propios del jazz, realizada en estos momentos en Cuba. El habitual espacio “El Patio de Baldovina”, auspiciado por la revista cultural La Jiribilla, fue el lugar de encuentro con la joven banda Real Project.

Fotos: Ariel Cecilio Lemus
 

La cita, en la Casa del Alba Cultural de La Habana, convocó a muchos de los seguidores de la agrupación, que surgió en 2013 de la mano de la casa discográfica Colibrí, y que hoy integran Ruly Herrera, Jorge Luis Lagarza, Roberto Luis Jorge y Rafael Aldama.

En una incesante búsqueda y experimentación, Real Project intenta crear un sonido propio, lo que revela una variedad de géneros y conceptos musicales con marcada influencia del jazz, funk y world music. Según el baterista Ruly Herrera, se trata de “un proyecto que defiende inquietudes musicales propias y da continuidad al trabajo con artistas reconocidos”. 

Defender el proyecto a “capa y espada”, lograr hacer una obra que transcienda,  realizar nuevas versiones de canciones antológicas y tener un sello, una identidad, figuran entre las aspiraciones del grupo.

Luego del éxito de su primer fonograma, con el cual obtuvieron el premio Cubadisco 2017 en la categoría de Jazz Ensemble, la joven banda trabaja en su segundo álbum y en un disco que rendirá homenaje al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC. Bajo el sello Bis Music, la nueva producción incluirá 10 títulos —con arreglos propios— de los menos conocidos de la emblemática agrupación.

Para los integrantes de la alineación, en Cuba existe un movimiento jazzístico defendido por un grupo de artistas jóvenes y consagrados. Desde su experiencia creativa, Real Project trabaja "constantemente para no repetirnos y dar al público algo nuevo e interesante que escuchar, con una estética que nos identifique”. 

Un espectáculo diferente, cargado de energía y virtuosismo, cautivó al amplio y diverso público que se reunió, a pesar de la lluvia, en el habitual espacio "El Patio de Baldovina". Un concierto de lujo el de ayer, que demostró, sin duda, la madurez creativa de la joven banda y su defensa de “un nuevo género más allá del jazz”.