Enrique Collazo, un luchador incansable
16/3/2021
El pasado 13 de marzo, se conmemoró el centenario del fallecimiento ocurrido en Marianao, en 1921, del general de brigada del Ejército Libertador de Cuba Enrique Collazo Tejada. Su nacimiento, 72 años antes, en Santiago de Cuba, el 28 de mayo de 1848, lo sitúa dentro de la joven generación que se incorporó a la lucha armada por la independencia a partir de 1868.
La trayectoria de su vida fue muy singular. Con apenas nueve años, Collazo fue llevado a España por su tío y padrino, hombre de una posición económica acomodada. A los catorce años, ingresó como cadete en la Escuela de Artillería de Segovia de la cual se graduó en 1866, tras cuatro años de estudios, con el tercer lugar de su promoción, y recibió el grado de alférez. Continuó sus estudios en el citado centro de enseñanza militar y dos años después fue ascendido a teniente.
Cuando llegó a él la noticia del inicio de la guerra en Cuba, Enrique Collazo era un cubano desarraigado que no conocía a su patria ni las razones del conflicto. Ni siquiera sabía qué actitud política tenían sus padres y hermanos. No obstante, al tener contacto con jóvenes cubanos residentes en España que simpatizaban con la causa independentista, se decidió a abrazarla, abandonó el ejército español, se escapó a Francia y logró embarcarse para Nueva York, adonde arribó en abril de 1869. Allí encontró a su hermano Guillermo y supo por él que toda su familia estaba vinculada a la revolución. Casi inmediatamente, se alistó como soldado en la Compañía de Rifleros de la Libertad, integrante de la expedición que preparaba el general Thomas Jordan. Desembarcó el 11 de mayo de 1869 en la península El Ramón, al norte de la región oriental de Cuba. Al día siguiente, entró en combate y fue herido. Poco tiempo después, ya repuesto, pasó a ser ayudante del general Máximo Gómez, a quien acompañó durante dos años. Participó en varios combates, entre ellos el de La Socapa, el 12 de diciembre de 1870 y alcanzó el grado de capitán. Posteriormente, debido a su precaria salud, se le ordenó salir de Cuba. Así, en diciembre de 1872, llegó a Jamaica, donde se reunió con su familia. Después de haber estado en Panamá y Colombia —países donde se ganó la vida como fotógrafo— y en Estados Unidos, regresó a Cuba en septiembre de 1875 y se reincorporó al Ejército Libertador en Camagüey. En abril de 1877 fue ascendido a comandante y se destacó en el combate de Imías.
En 1878, cuando se firmó el Pacto del Zanjón que puso fin a la guerra, Enrique Collazo no estuvo de acuerdo con él, pero acató disciplinadamente a la mayoría. Partió después hacia Jamaica, acompañando a Máximo Gómez y a otros libertadores. Durante su permanencia en esa isla escribió un artículo publicado en la Revista Cubana, donde explicó las causas del fin de la guerra. En 1887 decidió retornar a Cuba para consagrarse de nuevo a la causa de la independencia. En contacto con José Martí, Juan Gualberto Gómez y José María Aguirre realizó trabajos conspirativos en La Habana.
A propósito de la crítica que José Martí hiciera sobre el libro A pie y descalzo de Ramón Roa, compañero y amigo de Collazo, se desató una fuerte polémica entre Martí y Collazo. La inteligencia y el patriotismo de ambos hicieron posible que se esclarecieran las confusiones y exageraciones que fueran expresadas al calor del debate y a la postre, Collazo se convirtió en uno de los hombres de confianza de Martí.
En 1893, Enrique Collazo publicó en La Habana su primer libro Desde Yara hasta el Zanjón. Obra analítica, sencilla, que si por un lado muestra la grandeza de aquella gesta, por otro trata de exponer las causas de su ineficacia. Uno de sus méritos fue el de contribuir a elevar la moral revolucionaria de la juventud cubana en momentos en que se preparaba la reanudación de la lucha armada por la independencia.
El 29 de enero de 1895, Collazo firmó en Nueva York, junto a José Martí y el general Mayía Rodríguez la orden de alzamiento que reinició la lucha armada contra el poder colonial en Cuba. Se trasladó entonces con Martí a Santo Domingo y luego de la firma del trascendental Manifiesto de Montecristi, donde se expresaban los fines de la guerra que recién se iniciaba, regresó a Nueva York por órdenes expresas de los líderes de la revolución, para preparar expediciones en apoyo a la campaña invasora a Occidente, aún por realizar.
Después de vencer múltiples dificultades, Enrique Collazo logró organizar una expedición que, procedente de los cayos de La Florida, desembarcó el 19 de marzo de 1896 en la playa de Varadero. En agosto de ese año, fue ascendido por sus méritos al grado de general de brigada. Ocupó la jefatura de diferentes unidades del Ejército Libertador, entre ellas la Brigada Occidental de Holguín y la Brigada de Las Tunas. En mayo de 1898 fue designado por el general Calixto García al frente de una comisión que marchó a los Estados Unidos para coordinar, por la parte cubana, lo concerniente al desembarco de tropas norteamericanas en la región oriental de Cuba. Regresó a Cuba en julio y permaneció junto al general García hasta que fue licenciado en noviembre.
Apenas concluida la guerra, Collazo retomó la pluma para combatir los males internos y los peligros externos que amenazaban a Cuba. Se convierte así, en el primer historiador cubano que critica en sus obras a “nuestros paternales vecinos norteños”. En 1900, Collazo publicó Cuba Independiente. Al explicar el porqué del título plantea:
Cuba independiente parece ser hoy un sarcasmo: viviendo en este ambiente saturado de desengaños, de desconfianzas y miserias. Pero que precisamente en las épocas desgraciadas y de decaimiento moral, es cuando debe hablársele a los pueblos de sus épocas de gloria y engrandecimiento…[1]
Continuando en esa línea de lucha por reivindicaciones patrióticas, en 1905, vio la luz el libro de Collazo Los americanos en Cuba, en el cual relata, con el estilo sencillo y directo que lo caracterizó y sobre la base de un abundante material informativo, la intervención militar norteamericana en la guerra de liberación del pueblo cubano. Esta obra, cuya primera edición contó con un número reducido de ejemplares, constituyó una denuncia, una clarinada de alerta sobre las argucias del expansionismo norteamericano respecto a Cuba.
En 1907 integró la Junta Patriótica de La Habana, fundada para oponerse a la corriente anexionista que durante la segunda intervención militar norteamericana abogaba porque Cuba se convirtiera en un protectorado de los Estados Unidos.
En 1910 se publicó Cuba Intervenida, que recoge un grupo de trabajos anteriormente publicados en los cuales se exponían los antecedentes de la segunda intervención norteamericana y denunciaban las pugnas entre los partidos políticos de la época por escalar el poder.
Cuba Heroica, publicada en 1912, ha sido considerada por algunos estudiosos su obra de más aliento. En cierta medida, resume todas las anteriores y se nota en ella una superación de la prosa, siempre dentro de la sobriedad. Está dedicada a los veteranos y dirigida contra los enemigos de la revolución. Contribuyó como pocas, en ese momento histórico, a elevar la conciencia patriótica-nacionalista del pueblo cubano. La continuación de esta obra, titulada La Guerra en Cuba, fue publicada en 1926, años después del fallecimiento de su autor.
Enrique Collazo fue el primero en Cuba que apeló con sistematicidad a la Historia para denunciar y luchar de manera intransigente contra el imperialismo norteamericano.
También colaboró Collazo con la prensa de la época. En la manigua dirigió el periódico Patria y Libertad (1898); más tarde fue director y editorialista de El Cubano (1899-1900) y La Nación (1900-1910). Además, publicó artículos en otros periódicos. Sus trabajos, escritos con estilo ágil y sencilla estructuración, estuvieron siempre en función de resaltar las glorias de nuestro mambisado y de fustigar la política norteamericana respecto a Cuba.
Podemos hacer nuestras las palabras que sobre Enrique Collazo escribiera el maestro de historiadores, Julio Le Riverend:
… hombre que, engarzado en una línea histórica que nos alienta hoy para proseguir, vio más claro que muchos de sus contemporáneos y fue uno de los primeros antiimperialistas consecuentes del período de la república mutilada…[2].
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Desde Yara hasta el Zanjón. Apuntaciones históricas, La Habana, Tipografía La Lucha, 1893; Id.; Introducción Julio Le Riverend Brussone, La Habana, Instituto del Libro, 1967.
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Cuba Independiente. La Habana, Imp. La Moderna Poesía, 1900; Id., Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 1981; Id.; Prólogo de Jorge Ibarra Cuesta, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2005.
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La cuestión presidencial en Cuba. La Habana, Imp. C. Martínez, 1905.
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Los sucesos de Cienfuegos. La verdad en su lugar. La Habana, 1905.
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Los americanos en Cuba. La Habana, Imp. C. Martínez, 1905-1906. 2 v.; Id: Prólogo Julio Le Riverend Brussone, La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1972.
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La Revolución de Agosto de 1906. La Habana, Casa Editorial C. Martínez, 1907.
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Cuba Intervenida. La Habana, Imp. C. Martínez, 1910.
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Cuba Heroica. La Habana, Imp. La Mercantil, 1912.
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Cosas de Cuba. Cuentas claras. La Habana, Imp. La Universal, 1913. La Guerra en Cuba. con un bosquejo biográfico del autor por el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring. La Habana, Casa Editora Librería Cervantes, 1926.
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Almodóvar Muñoz, Carmen. “Enrique Collazo: principales ideas defendidas en su obra Desde Yara hasta el Zanjón” en Antología Crítica de la Historiografía Cubana (época colonial), La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 1986, pp. 497-503.
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____________ “Primeras manifestaciones de una línea historiográfica patriótico-nacionalista: Enrique Collazo” en Antología Crítica de la Historiografía Cubana (período neocolonial), La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 1989, pp. 164-175.
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Bueno, Salvador. “Ediciones del centenario del 68” (Sobre Desde Yara hasta el Zanjón), en Universidad de la Habana, La Habana, 32 (190): abr.-jun., 1968. pp. 157-158.
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Camacho, Pánfilo Daniel. Enrique Collazo, libertador e historiógrafo. Discurso leído por (…) en la sesión pública celebrada el 28 de mayo de 1948, conmemorativa del primer centenario del nacimiento del general Enrique Collazo. La Habana, Imp. El Siglo XX, 1958.
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Cruz, Manuel de la. “Desde Yara hasta el Zanjón. Apuntaciones históricas por Enrique Collazo”, en Revista Cubana, La Habana, 17; 1893. pp. 241-245.
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Martínez Arango, Felipe. “Enrique Collazo Tejada”, en Próceres de Santiago de Cuba (Índice biográfico alfabético). La Habana, 1946. pp. 66-67.
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Rodríguez García, José Antonio Sobre la vida y las obras del general Enrique Collazo. La Habana, Publicaciones de la Academia de la Historia, 1923.
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Pérez Cabrera, José Manuel. Historiografía de Cuba (Guerra de los Diez Años. Obras de Conjunto), México, 1962, pp. 253-256.
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Sanguily, Manuel “La Revolución Cubana juzgada por un insurrecto”, en Hojas Literarias. La Habana, Abril 30, 1893. 1 (2): pp.123-212.