Evolución de las redes sociales en contextos políticos
16/2/2021
La aparición de las redes sociales a partir de 2004 fue un elemento más de la democratización del acceso a la información que ya había traído el internet, pero en el que se sumaba la capacidad de ser emisores universales de contenidos audiovisuales y mensajes, dando una suerte de contrapoder a los medios de comunicación tradicionales controlados por grandes grupos económicos. Seguramente esta situación fue un elemento importante para que se dieran procesos aglutinadores populares de movilización contra las élites económicas, como pudieran ser la Primavera Árabe o el movimiento del 15M en España, donde la ciudadanía se autorganizaba y hacía contrapoder comunicativo al relato oficial que los medios de comunicación contaban. Es más que posible que esta situación cogiera a contrapié durante unos años a estas élites económicas que tenían controlado el relato a través de la mayoría de medios de comunicación masivos. La reordenación del uso de las redes sociales, los cambios de algoritmos, las estrategias de desinformación y polarización a través del odio fueron ganando terreno hasta convertir un espacio de libertad y contrapoder al relato oficial, en un avance de estas posiciones de la élite, pero a través de mensajes de propaganda donde el uso de mentiras, odio y cuentas falsas cada vez está más presente.
Un punto de inflexión de estas estrategias llevadas a la contienda electoral de grandes potencias fue la presencia de Steve Bannon en 2016 como director de campaña de Donald Trump, que finalmente venció llegando a la presidencia de los Estados Unidos. Junto a Bannon se usó el despliegue de su empresa Cambridge Analytica, que formaba parte de una empresa matriz llamada SCL, la cual trabajaba para los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, el ejército y el Pentágono desde varios años atrás. La intervención de Cambridge Analytica no solo fue en los EE. UU., sino en varios procesos electorales de otros países destacados, donde miembros de la empresa reconocieron la participación y asesoramiento de Palantir, la empresa de Peter Thiel, ex-CEO de PayPal y socio capitalista de muchas de las grandes empresas del social media afincadas en Silicon Valley. Tras el gran éxito electoral de estas estrategias, el método Bannon fue haciéndose cada vez más presente en la fauna digital que habitamos.
El método Bannon o MOB (mentiras, odio y bots) utiliza la ciencia psicológica para disputar relatos que conecten emocionalmente con las personas siguiendo el planteamiento de la posverdad. Una vez conectadas, cualquier contenido que refuerce esa emoción, que genéricamente está asociada al odio hacia algún colectivo, ideología o persona, reforzará este odio y tiene una mayor probabilidad de ser compartido, independientemente de que sea verdad o no.
La estrategia usada por la extrema derecha está diseñada en clave destructiva del rival; para ello determinan cinco o seis elementos de narrativa como carril central de su batalla cultural”, que son comunes internacionalmente y pueden implementar alguno en particular por la idiosincrasia de la ultraderecha de cada país.
Estos frentes en los que basan la construcción narrativa en base a la repetición de ciertos mantras serían:
- Lucha contra el feminismo y los derechos y avances que ha traído, como la emancipación, igualdad salarial, derecho al aborto, al divorcio, libertad sexual, etc. Este frente tiene bastante vinculación con las organizaciones ultracatólicas o sectores pro-vida, principalmente en lo que concierne al derecho al aborto y los derechos LGTBI vs. la familia tradicional.
- Anticomunismo: Simplificación de mantras contra cualquier ideología progresista o de izquierda, denominándola como comunismo o narcodictaduras chavistas, y repetición de clichés como la muerte de cientos de millones de personas a mano de los comunistas, el Che Guevara asesinaba a gays porque era homófobo, el comunismo empobrece a sus países, la hipocresía de gente de izquierda que usa teléfonos móviles, come en restaurantes y duerme en hoteles a costa de engañar a sus votantes, asociación con autoritarismo o dictaduras, aunque hayan sido elegidos democráticamente, lo privado funciona mejor que lo público, no deberían existir subvenciones que promocionen la vagancia, estigmatización del sindicalismo, etc.
- Punitivismo y defensa del uso personal de armas: También asociado a tratar con mano dura a los delincuentes, sin tener en cuenta la carta universal de los derechos humanos, ataque al buenismo, conexión con lo emocional para pedir cadena perpetua o pena de muerte, y si no lo defiendes te conviertes en cómplice del delincuente. En Estados Unidos está muy consolidado el derecho a portar armas para defender a tu familia y tus propiedades, y aunque en otros países no está instalado en la cultura popular, existe una estrategia global en defensa de su uso. También esta estrategia está asociada a la defensa de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado; el uso de la fuerza y la represión de movilizaciones o protestas, incluso la defensa de golpes de estado militares.
- Nacionalismos: Uno de los elementos más populistas de esta estrategia es toda alegoría a la nación como elemento de superioridad respecto a otras, usando elementos nacionales como el himno o la bandera como conector emocional para articular el odio hacia las personas o ideologías, con el argumento de que quieren invadir o destruir el país. Una de sus expresiones es la xenofobia, que puede tener un grado superlativo de ataque o eliminación de cualquier derecho de una persona por ser extranjera, o referencial, teniendo prioridad y mayores derechos las personas que nacieron en un país, en comparación con las que emigran. Otra de sus expresiones es el ataque a ideologías independentistas o regionalistas de territorios históricos, como puede ser el caso de Cataluña o País Vasco en España; pero también contra aquellas ideologías que plantean el respeto a la autonomía y elementos culturales e idiomáticos diferentes, como pueden plantear algunas formaciones nacionales de izquierda.
- Cristianismo y antislamismo: La generación del odio hacia la cultura árabe y el islam es una vuelta de tuerca al elemento anterior, asociándolos al terrorismo, la falta de cultura, el machismo, la violencia, la falta de higiene y la falta de adaptación a otras culturas. Recurrentemente, se usa el temor por una invasión o reconquista de Europa que hay que frenar y está presente en la batalla cultural en muchos productos como videojuegos, personajes de Disney o películas de Hollywood donde los personajes que representan el mal son árabes o tienen estos rasgos. En ciertas ocasiones existe una defensa del cristianismo como espejo de lo contrario, representando el bien, lo tradicional, lo español, lo europeo.
Para articular la batalla cultural en estos frentes, usan una versión 2.0 de los principios de Goebbels utilizados en la propaganda nazi:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
Los dos primeros principios podrían englobarse en la estrategia de llamar comunista a cualquier ideología progresista, llamar terroristas a los musulmanes o enemigos de la patria a ideologías independentistas, y llamar feminazis a las feministas.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos. En este caso es muy habitual el victimismo acusando de controlar los medios, o de corrupción desde los espacios que los controlan, o el uso de fake news o bots quienes los usan por sistema.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Este principio es muy usado, por ejemplo, para exagerar el hecho de que una persona de izquierda tenga un iPhone, coma en un restaurante o tenga un reloj de pulsera como una traición a los que representa, o que una felicitación del ramadán por parte de un político significa que quiere acabar con la cultura cristiana y quemar iglesias o prohibir la Semana Santa.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida”.
6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, de aquí viene también la famosa frase: Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad. Este principio es de los más evidentes: si vemos intervenciones de políticos y medios o mensajes en redes, notaremos que hay conceptos y frases que se repiten hasta la extenuación.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. Este principio es el que hace que un bulo tenga más difusión que la rectificación, y cuando pasas a justificarlo o demostrar su falsedad, lanzan otro bulo o ataque que vuelva a llamar la atención más que la rectificación del bulo anterior.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias. Un ejemplo podría ser construir el bulo de que Podemos quiere prohibir la Semana Santa, previa difusión y distorsión de pedir una educación laica sin la asignatura de religión.
9. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato prexistente relacionado con hechos recientes o históricos. Por ejemplo, la extrema derecha o VOX habla de la reconquista de España expulsando a los árabes y extranjeros, usando el mismo término referido a la expulsión de los musulmanes de España en el siglo XV.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad. Este hecho es muy visible en las estrategias de astroturfing, repitiendo en comentarios de una publicación una misma idea. Por ejemplo, durante un tiempo la mitad de los comentarios en las publicaciones de Podemos era muy similar a este: “Qué decepción, os he votado, pero nunca más volveré a hacerlo”.
Es importante señalar que esta estrategia es multicapa, articulándose sinérgicamente en tres vectores:
- Estrategia civil: Articulada en la sociedad civil, espacios políticos, empresariado y cualquier organismo o representante que tenga un peso cuantitativo por la capacidad de que su mensaje llegue a un gran número de personas, o cualitativo, si lo que representa o a las personas que llega tienen una situación estratégica, como pueden ser economistas, juristas y asociaciones de derechos humanos.
- Estrategia mediática: Sin duda las televisiones en primer lugar, pero también las radios y los periódicos, son los que mayor transcendencia tienen, no solo para marcar agenda y el tema del que se va a tratar, sino cómo se abordan estos asuntos tanto en el tono como en las conclusiones.
- Estrategia digital: Esta es la más reciente y en la que más esfuerzos e inversiones está haciendo la ultraderecha para desarrollar su estrategia, aprovechando que la conectividad con dispositivos digitales es cada vez mayor y durante más tiempo, sobre todo desde que la gran mayoría de la población tiene un smartphone al que está conectada todo el día con acceso a internet y a redes sociales.
Julián Macías Tovar, España. Especialista en redes sociales, coordinador del sitio Pandemia digital, un observatorio contra la desinformación digital.