La XIII Bienal en la Biblioteca Nacional
15/4/2019
El evento más importante de las artes visuales en Cuba ya llegó a la Biblioteca Nacional José Martí. La espaciosa galería “El reino de este mundo” fue invadida la mañana de este sábado, 13 de abril, por el performance, los cantos, la danza y el videoarte.
Foto: Internet
Antrhopical es el título de la antropológica propuesta de Alydia Wever, de la caribeña isla de Aruba. “Un reencuentro con la esencia de nuestras diferencias heredadas. Investigación —al decir de la propia artista —, enfocada en la manera en que aprendemos unos de otros, cómo enfrentamos nuestras perspectivas y admitimos que cada uno tiene características, elementos, patrones, rasgos y orígenes que no tenemos claros debido a las múltiples diferencias de nuestros patrimonios”.
A partir de este presupuesto, la polifacética creadora integra diversas manifestaciones del arte, gestos y recursos expresivos que se avienen a su discurso integrador y representativo de nuestra hibridez. Enriquecidos, en este caso, por el trabajo interactivo con un grupo de bailarines cubanos, lo que demostró las raíces comunes de nuestras culturas e imaginarios, como también lo común de los sentimientos de la raza humana.
Para ello, se vale de un objeto que desde Occidente se ha entronizado en las otras culturas: la taza de baño o retrete. Las interviene con pinturas, ornamentos y atributos, resignificándolas a otros usos, como carrozas de carnaval. Objeto que inevitablemente me remitió a la tristemente célebre frase “países de mierda” (shit hole), con la que el nuevo César del Imperio concentró un sentimiento de superioridad y racismo, que signa el tratamiento a nuestros pueblos y culturas.
Es distintivo en las instalaciones de la Wever el uso de colores y objetos artesanales propios de las Antillas Neerlandesas, una cultura mestiza de lo indígena y lo europeo.
Alydia Weber es una referencia del arte de su país. Proviene de una familia de artistas y se especializó en teatro musical en Boston. Luego, desarrolló una carrera como productora de danza en Nueva York. Desde su regresó a Aruba, en 2004, se concentró en conceptualizar su vida a través de las artes, expresándose como cantante, coreógrafa, actriz, modelo y escritora.
En la antesala de la galería pudimos apreciar otras dos obras de artistas foráneos, sustentadas en el video y con miradas igualmente anticoloniales. En el centro, yacen unas inmensas claves hechas de troncos de palma. Una instalación del también arubano Kevin Schuit, complementada con un loop de video donde estas mismas claves son puestas a percutir, con un estruendoso sonido; lo que alude no a la música como recreación o sonora distinción folclórica, sino como un llamado estruendoso de la tierra, de los orígenes.
The white house documentary, del estadounidense radicado en Alemania Ryan Mendoza, es la otra obra expuesta. Es un loop donde se ve una mujer negra destruyendo un busto con un bate, fragmento de un video más extenso que documenta el simbólico proyecto del artista, que consistió en trasladar de Detroit a Berlín la vieja casa de madera de Rosa Parks, aquella negra costurera que se negó a ceder su asiento a un blanco en un autobús de Montgomery, y devino en icono de la lucha por los derechos civiles.
Esta es solo una representación de los 65 artistas extranjeros invitados a la fiesta de las artes liderada por el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam. Una de las primeras bienales de su tipo y que mantiene su intención primaria de darle visibilidad y voz a propuestas y artistas del Sur Global.
En la inauguración de este espacio expositivo estuvieron presentes la viceministra de Cultura Kenelma Carvajal, Jorge Alfonso García, director general de la XIII Bienal de La Habana, y Nancy Machado, subdirectora general de la institución anfitriona.