Rompiendo el silencio llega en agosto para invitarnos a un hacer diferente
21/7/2020
La segunda temporada de la serie Rompiendo el silencio llega en agosto y estará con nosotros las noches de los martes por Cubavisión. Dirigida por Rolando Chiong —más conocido como el “Chino” Chiong— y por Legna Pérez, la propuesta representa un esfuerzo sustantivo y esencial por tratar los temas de la violencia de género en el espacio televisivo.
Fotos: Cortesía del equipo de realización
Según su director, la serie contó con la asesoría de los mejores especialistas en el asunto, quienes brindaron un taller preparatorio a los guionistas. La temporada consta de once capítulos escritos por ambos directores junto a Lucía Chiong, Mariela López, Yasmín de Armas y Max Álvarez. La música es de Amaury Ramírez Malberti.
Sobre las especificidades de esta temporada comenta su asesora dramatúrgica, Marisel Pestana Martínez:
En esta ocasión se narran once historias de ficción inspiradas en hechos reales. Tendrán como destino común la voluntad de las víctimas de violencia de género de ofrecer sus testimonios para una publicación, que pretende mostrar cómo es posible otra vida más allá del maltrato. Encontramos diferentes manifestaciones de violencia de género ejercidas, tanto desde los hombres hacia las mujeres, como desde las mujeres hacia los hombres, desde las mujeres hacia las mujeres y desde los hombres hacia los hombres y se incorporan nuevas temáticas como: la violencia simbólica, el bullying homofóbico, las consecuencias de la homofobia percibidas desde la paternidad hasta cómo una víctima puede llegar a convertirse en victimaria.
El elenco es, por otra parte, una gran promesa. Regresan a la pantalla rostros que se extrañaban hace algún tiempo y otros que añoramos por imprescindibles. Así, podremos disfrutar en la entrega de Luis Alberto García, Jorge Perugorría, Tahimí Alvariño, Jacqueline Arenal, Rubén Breña, Bárbaro Marín, Irela Bravo y otros. Entre los más jóvenes resaltan Roly Chiong, Armando Miguel, Carlos Solar, Ingrid Lobaina, Claudia Álvarez, Linda Soriano y Yuli Bolaños.
La asesoría especializada estuvo a cargo de Mareelén Díaz Tenorio, especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR). Sobre la experiencia nos comenta:
Para mí ha sido una experiencia de muchos aprendizajes. Son dos temporadas y ya suman veinte capítulos. Implicó el análisis y reanálisis de los guiones, sistematizar mucha información, entender el dramatizado y respetar el trabajo de guionistas, realizadores y de la asesoría dramatúrgica. Al mismo tiempo, era necesario colocar la mirada de género, mantener el compromiso con las mujeres que sufren la violencia, sensibilizar a través del arte, orientar en lo posible y mostrar el mundo de justicia y equidad que merecemos como sociedad.
Cambiar imaginarios sostenedores de violencia de género implica para mí que se cambia haciendo, trabajando. Y para eso hay que salirse de la comodidad de la propia disciplina y articularse en debates con otras ciencias y profesiones. El arte puede llegar a través de las emociones a muchas personas que quizás nunca vieron o se cuestionaron la injustica de la violencia de género.
El “Chino” Chiong, habla con la satisfacción de un producto pertinente, que no solo les ha costado muchísimas horas dedicadas a la preparación, sino también sortear los obstáculos que implican trabajar un tema complejo, sensible y considerado por muchos como no esencial para la agenda mediática.
“Luego de conocer a profundidad el tema sentimos que no era suficiente con la primera temporada, pues nos faltaban muchas problemáticas por tratar. Se han hecho películas y telefilmes sobre esto, pero la serie aporta el elemento de la continuidad para poder ahondar y el espectador tiene tiempo de prepararse para lo que va a ver. Además, ayuda a motivar el debate”.
Sobre las principales expectativas agrega Marisel: “esperamos que la serie provoque la reflexión y el análisis en los públicos sobre las diferentes formas de expresión de la violencia de género, sus causas y consecuencias; ayude a desmontar mitos y falsas creencias sobre víctimas y victimarios y sensibilice a la sociedad cubana en relación a la necesidad de un abordaje multidisciplinario de este serio problema de social, de salud y de derechos”.
Realizadores con conciencia de una agenda social emergente y necesaria, actores y actrices relevantes y un agosto que invita a aprender y disfrutar de todo lo bueno, son motivos suficientes para romper el silencio este verano.