De cómo se formó la 5ta Avenida y otras historias
13/7/2020
Año 1901 en Cuba, la ocupación militar de Estados Unidos aún no había cesado, las tierras de la zona del municipio Playa se encontraban prácticamente vírgenes sin construcciones ni arterias viales, un área solo para la vida animal en su estado más impoluto.
En esa fecha, asegura Nydia Espinet Vázquez —especialista en patrimonio natural del Museo Municipal de Playa en un conversatorio a propósito de la muestra del mes en su centro—, existía una finca llamada La Miranda con 145 hectáreas de extensión inutilizadas en su gran mayoría, cuyo dueño era Manuel José Morales. No es hasta 1914 que comienza poco a poco el proceso constructivo de esa parte de La Habana, recuerda.
La actividad cultural tuvo lugar el viernes 10 de julio y dejó inaugurada la exposición 5ta Avenida: su historia y valores arquitectónicos, en conmemoración al 80 aniversario del cambio de nombre de la referida vía (antes Avenida de las Américas), como parte de los decretos de la Constitución de 1940.
La zona de parte de lo que hoy se considera como el municipio de Playa, en 1916 pasa a manos del español Don José López Rodríguez, “el famoso Pote”, explica Espinet Vázquez, un personaje carismático que dio mucho de qué hablar en su época, propietario además de la librería Moderna Poesía.
Cuentan las historias que se ganó el sobrenombre por su peso corporal y también por guardar pedacitos de hierro en los antiguos potes de aceitunas, entre otras leyendas. Lo cierto era que se trataba de una persona adinerada en los primeros años de la República. Al respecto añade la también museóloga: “dicen que era el único que podía entrar en mangas de camisas al Palacio Presidencial”.
“Pote” se convierte entonces a partir de 1918 en el impulsor de la urbanización del terreno de forma más acelerada, en un inicio llamado como “Nuevo Vedado”, por su ubicación al oeste del reparto Vedado. El proyecto para la 5ta Avenida se pensó como un parque-vía, diseñado entre el arquitecto norteamericano John F. Duncan y el cubano Leonardo Morales, donde también intervino otro arquitecto, Eduardo Téllez. La idea era que los transeúntes pudieran caminar y entretenerse en las áreas públicas con abundante vegetación y a su vez viajar hacia otros destinos de la capital.
Los especialistas Duncan y Morales tuvieron como inspiración la 5ta avenida de Manhattan, en Estados Unidos, apreciable en la mayoría de las manzanas rectangulares de la vía cubana de 100 x 200 metros de dimensión. Años más tarde, el 27 de febrero de 1921, se inauguró un puente de básculas de hierro que conectó al Vedado con la zona de Playa, llamado como “puente de Pote”, demolido en 1958.
La arteria vial de 5ta Avenida, comenta Espinet Vázquez, comienza a hacerse popular cerca de 1931 y fue construida por tramos por la compañía conocida como “las tres C”, debido a sus principales promotores: el abogado Carlos Manuel de la Cruz, el senador José Manuel Miguel Cortina y el Secretario de Obras Públicas de aquel momento, Carlos Miguel de Céspedes.
Antes de finalizar su intervención, la museóloga especificó la extensión total de la avenida habanera: “desde la salida del túnel hasta el puente sobre el río Santa Ana, en Santa Fe. Es la arteria fundamental de Playa y la más grande de la ciudad”, afirmó.
El reloj único y otras joyas patrimoniales
La Fuente de las Américas es una de las primeras obras de esa región capitalina erigida en 1924 y esculpida por artistas italianos en mármol blanco, como parte de un proyecto que también comprendió la construcción del emblemático reloj localizado en el municipio.
El dispositivo, símbolo cultural de Playa, se hizo a base de piedra jaimanita y cada un cuarto de hora emite campanadas. La especialista del Museo en el área de Monumento, Marisela Garrido García, aclaró que “durante muchos años estuvo detenido y para el aniversario 500 de La Habana se reparó”.
Lugares de referencia como La Copa, 5ta y 42, entre otros sitios, significan espacios representativos de la región citadina, así como los leones de la Avenida, recibidos por donación en 1923, traídos de la Quinta de la Fernandina, en el Cerro.
La histórica iglesia, localizada también en la conocida vía, es el segundo templo de Cuba de mayor capacidad para los fieles, superado por la Catedral de Santiago de Cuba. Tiene la segunda cúpula mayor del país, ya que la primera pertenece al Capitolio. El distrito posee, también, monumentos a los combatientes Arístides Viera y Elpidio Aguilar, así como la estatua del Mayor General Calixto García en bronce sobre un pedestal de granito negro, donde se recrean escenas del mambí holguinero.
La exposición
Un conjunto de fotos integra la muestra expositiva ubicada al inicio de la entrada del Museo, donde aparecen imágenes sobre esa parte de la ciudad, entre otras instantáneas que distinguen a Playa como uno de los municipios más hermosos de La Habana, gracias a su arquitectura e historia.
El centro contiene diversas salas museables alegóricas a la etapa precolombina de la región, así como al período republicano y a las acciones del Movimiento 26-7 que allí se organizaron, junto con otros espacios museables de interés.
Momentos de música, poesía y declamación signaron la cita cultural, donde acudieron personas en busca de aprendizaje y entretenimiento en el verano 2020, que comienza en el Museo Municipal de Playa, con un viaje al pasado histórico de la ciudad.
Foto: De la autora
Las próximas acciones del sitio artístico serán el recorrido Por los caminos de la Ceiba, con salida en el Parque José Martí, el próximo martes 21 de julio a las 9:00 a.m. y también la Noche de los Museos, el viernes 24.
Sin duda alguna un lugar muy bello mi municipio de nacimiento. No solo por la refinada arquitectura de los barrios residenciales de la antigua burguesía, sino por los espacios verdes y sobre todo, la perenne presencia del mar en el aire.
No en balde ha sido el sitio preferencial para ser enclave de las sedes diplomáticas, grandes hoteles y casas matrices de las corporaciones que tienen representación en nuestro país.
No obstante, también se debe decir que no todo es luces en mi municipio. Y no por destacar con morbo lo malo, sino para no abstraernos de una realidad que lleva demasiado tiempo siendo actual.
En el municipio Playa también existen las oficialmente llamadas “Urbanizaciones en desarrollo”, popularmente conocidas como “Barrios insalubres”, (o al decir de Buena Fe, “Periféricos”), los que con tantos años casi como la 5ta Avenida, aun persisten en el paisaje playero. Barrios como:
* Romerillo, (a escasos 400 metros de los otrora exclusivos clubes playeros de los antiguos burgueses).
* La Corbata, (justo en la frontera con la vecina La Lisa).
* Y aquel otro, por la limítrofe Santa Fe, del que no recuerdo su nombre.
Debido a la migración interna desordenada han surgido muchos más en los años post Revolución, pero al menos Romerillo y La Corbata tienen tantos años o más que la propia Revolución, viendo desarrollarse toda la arquitectura y la urbanística a su alrededor mientras estas comunidades parecieran congeladas en el tiempo.
Reitero, mi comentario para nada busca servir a las causas de aquellos cazadores de fallas en nuestro proceso revolucionario, muy por el contrario, es promover el interes del Gobierno Municipal por acercarse a estas comunidades, ver de cerca sus problemas y trabajar en vías a provocar un cambio, siempre para mejor. Con el barrio podrán contar.
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Gracias.