Después de varias acciones en espacios digitales, el pasado domingo la Muestra Internacional de Cine y Educación (MICE) que se celebra en Valencia, proyectó en el teatro romano de Sagunto la película Habanastation, del realizador cubano Ian Padrón. Al evento asistieron la delegada del gobierno de la Comunidad Valenciana Gloria Calero, el presidente de las Cortes Enric Morera y el consejero cultural de la embajada cubana en España Ernesto Valdés —entre otros directivos y personalidades de la cultura y la educación—, y para la exhibición se tomaron adecuadas medidas higiénico-sanitarias, incluida la distancia entre las personas para evitar posibles contagios.

Entre los objetivos de la MICE, que lleva varios años promoviendo un cine alternativo a las industrias culturales hegemónicas, está acompañar procesos educomunicativos entre niños y jóvenes, impulsar proyectos comunitarios con este fin en distintos países del mundo, así como fortalecer la formación de maestros capaces de educar a los más jóvenes como sujetos activos y críticos ante sus realidades. En Cuba, la muestra trabaja estrechamente con la Red del Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana (Red Unial), fundada por Pablo Ramos y coordinada en la actualidad por la investigadora Eileen Sanabria, del Instituto Cubano de Investigación Cultural (ICIC) Juan Marinello.

Habanastation muestra las peripecias de dos niños de contextos sociales muy diferentes que se ven unidos por determinadas circunstancias, mientras la solidaridad y la empatía se sobreponen a los prejuicios de clase infundados por sus familiares y cada uno aprende del otro. Su director, satisfecho de que la obra sirviera para reunir nuevamente a la familia valenciana luego del confinamiento, expresó en entrevista concedida al equipo de comunicación del ICIC que para él una de las reflexiones principales de los padres debería girar en torno a qué necesita un niño para ser feliz: “…si bien es útil e importante dominar la tecnología y tener acceso a la información y los videojuegos, también lo es que los niños interactúen al aire libre, se relacionen con otros niños, corran riesgos, se atrevan a hacer cosas que a veces a los padres nos da miedo. Debemos buscar la combinación de la tecnología con muchos otros elementos e interacciones que se están perdiendo en los niños actuales”.

Para Josep Arbiol, coordinador de la MICE en Valencia, este producto audiovisual logra exponer una dinámica de desigualdad presente en muchos países: “Es un reflejo de cómo son los más chicos, además logra dar una imagen de Cuba sincera y sin maniqueísmos. Es una cinta divertida que llega muy bien a todos, por tanto, es perfecta para acostumbrarlos a ver más allá del típico cine norteamericano, es una muestra de que en Cuba y en el planeta se hace muy buen cine, más allá de las industrias que dominan el panorama de la exhibición”.

Por su parte, la socióloga Eileen Sanabria discurre sobre la significación de que los más pequeños estén en contacto con audiovisuales que, además de entretener, los ayuden a comprender sus realidades y las de sus coetáneos: “Es importante que se vea en Valencia, pues tenemos poco cine que aborde complejidades relacionadas con la infancia y pueda ser disfrutado en familia. Habanastation pone en contacto a los más jóvenes con nuestras problemáticas, pero también refleja cómo son nuestros niños y eso resulta altamente positivo, pues abre una puerta para que el cine enfoque su lente en visibilizar las infancias y sus conflictos”.

La Muestra Internacional de Cine y Educación tuvo su primera edición presencial en Cuba en las últimas semanas de enero del presente año, con un robusto programa de actividades que incluyó proyecciones, talleres y actividades académico-investigativas. Durante el confinamiento ha promovido iniciativas en redes sociales como el Concurso de Bartolas, con una gran acogida por parte del público cubano e internacional. Actualmente se prepara la próxima edición, junto con el Icaic y el ICIC, que tendrá lugar en 2021, cuando la situación epidemiológica del país lo permita.