En la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) el historiador Ernesto Limia realizó la presentación del libro Huellas de José Martí en Honduras, de los investigadores Froilán González y Adys Cupull.

A propósito del texto señaló Limia: “Este es un libro muy interesante. Adys y Froilán que tanto han aportado a la historiografía cubana, tienen en su impronta un sello distintivo que es presentar el lado humano de las cosas (…) y lo que más agradece un lector es sentirse, de alguna manera, reflejado en ese libro. Y si no está la pasión, los amores, encuentros y desencuentros si no está la naturaleza humana, si no hay una reflexión que sacar entonces, el libro se convierte en algo impersonal”.

Del matrimonio de escritores resaltó Limia el rigor de sus investigaciones para buscar la verdad y explicarla más allá de los hechos históricos, con mucha honestidad intelectual.

El texto narra los sucesos relacionados con el viaje de José Martí a Honduras en 1878, sobre el cual no existía ningún tipo de información en Cuba por lo que resultaba un “viaje hacia lo ignoto”. En Honduras tampoco encontraron los investigadores documentos sobre esa época, por lo que tuvieron que acudir en algunos casos a la tradición oral y la entrevista.

A juicio del historiador, el mayor valor de este libro es ayudar a entender lo que sufrió Carmen Zayas-Bazán, una joven de la aristocracia camagüeyana, quien afrontó el sacrificio que le correspondió vivir al lado de su marido, al tener que transitar embarazada por veredas, ríos, caminos inhóspitos, montada en mulas o caballos desde ciudad México hasta Acapulco.

“Y esa relación, y esos conflictos sentimentales y ese amor y esa ternura van a estar reflejados en este libro (…) y creo que el mejor homenaje que hacen Adys y Froilán es acabar de desmitificar una relación en la que siempre condenamos a la mujer. Y a su vez es un aporte a la lucha contra el machismo y a esa lucha contra que la mujer se tiene que subordinar al hombre y, por tanto, plantear el problema desde cuánto sufren, desde cuántas contradicciones y desde cuánta pasión hay del otro lado”.

Adys y Froilán son dos ejemplos elocuentes de respeto, admiración y lealtad hacia la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba:

“Nosotros siempre hemos recibido ayuda y comprensión. Ninguna puerta que hemos tocado se ha cerrado”, dijo Froilán a propósito de la colaboración que les brindó la Asociación de Amistad Honduras-Cuba.

Otras instituciones y personalidades a las que agradeció fueron la Casa Natal del Apóstol, a la doctora Aracelis García-Carranza, de la Biblioteca Nacional José Martí y, en especial, al recién desaparecido documentalista cubano Otto Miguel Guzmán.

Por su parte Adys añadió que este libro es el fruto de la solidaridad: “Cuando lo lean se van a dar cuenta de qué cosa es la solidaridad que también encontró Martí por aquellos lugares, cómo fue esa solidaridad cuando él llega a Guatemala, que ya están algunos cubanos allí, como José María Izaguirre y José Joaquín Palma, bayameses que están haciendo una revolución cultural en Guatemala”.

El retorno hacia Cuba no fue un camino de rosas, pero sí el matrimonio pudo contar con la ayuda de muchos: “Esa solidaridad humana Martí la encuentra, y la encuentra Carmen en este viaje azaroso, terrible, por aquellas montañas”.

La investigadora está consciente del amor de Carmen hacia su esposo: “Hasta el último momento en que Martí cae, a pesar de las discrepancias que había, Carmen, en la crianza de su hijo, quería que fuera, al menos, una persona útil y así fue (…) sabemos que José Francisco Martí Zayas-Bazán participó en la guerra”.

Huellas de José Martí en Honduras es una obra educativa, sin fines de lucro, que se editó y presentó en Honduras gracias al aporte solidario del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, ST ENEE. Sindicato de Trabajadores de la Industria del Azúcar, Mieles, Alcoholes y Similares de Honduras, SITIAMASH.