Como ya es tradición, miembros de la Sección de Crítica e Investigación Teatral, representantes de la revista Tablas y la filial cubana de la Asociación Internacional de Críticos de Teatro, se reunieron para entregar los Premios Villanueva a las puestas en escena que se destacaron al concluir un año.

Correspondientes al 2019, diversas fueron las obras reconocidas tanto de danza, teatro familiar y de títeres, para adultos y espectáculos extranjeros.

El círculo de tiza caucasiano, de Berliner Ensemble, fue uno de los premiados en este último apartado. Acerca de esta obra, Omar Valiño expresó: “Hurga en conflictos tenidos por sagrados, y no discutibles, en torno a la propiedad y su derecho, en genial paralelo de Brecht en torno a los derechos de sangre de familia”.

Vida, del español Javier Aranda, también recibió premio; una propuesta en la que al decir de Frank Padrón, “las manos del teatrista son las verdaderas protagonistas; con ellas (…) brotan seres humanos, animales, figuras diversas que demuestran una técnica singular y perfectamente dormida”. También fue reconocida En el esqueleto de la ballena, una puesta de Eugenio Barba para el Odin Teatret.

En cuanto a los espectáculos de danza, se premió Infinito, una coreografía de Susana Pous. Igualmente, Todo está cantando en la vida, una obra dirigida por Rubén Darío Salazar, pero en la categoría de espectáculos familiares y de títeres.

En el apartado de teatro para adultos conquistaron el lauro La clemencia de Tito, de Mozart, puesta en escena de Carlos Díaz; y Oficio de Isla, puesta en escena de Osvaldo Doimeadiós, con producción del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Centro Promotor del Humor. De igual manera, Ocurre en domingo, puesta en escena de Raúl Martín; Hierro, de Carlos Celdrán y El principio de Arquímedes, de Josep Maria Miró, bajo la dirección de Abel González Melo.

Los premios fueron concedidos a propósito de celebrarse este 22 de enero el Día del Teatro Cubano.