Presidido por Abel Prieto Jiménez, director de la Oficina del Programa Martiano y Presidente de la Sociedad Cultural José Martí, se realizó un homenaje con motivo del tercer aniversario del fallecimiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

El acto tuvo lugar en el Centro de Estudios Martianos y contó con la presencia de Ana Sánchez Collazo, directora de la institución y Nereida López, Secretaria General del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura.

Las palabras en honor al líder histórico de la Revolución fueron pronunciadas por el doctor Pedro Pablo Rodríguez, Jefe del equipo de la edición crítica de las obras completas de nuestro Héroe Nacional.

“No caben dudas de que el ideario de José Martí es la fuente ideológica más significativa en la formación y desarrollo del pensamiento de Fidel Castro, como se evidencia en numerosos escritos y discursos del líder de la Revolución cubana”, comenzó su intervención el doctor.

El investigador acotó que desde su etapa de estudiante Fidel disponía de un sólido conocimiento de la historia patriótica cubana y de un extenso manejo de la obra martiana. Al respecto señaló que cuando estudiaba en el bachillerato o estaba en la Universidad había leído casi todo lo escrito por Martí.

“Traigo en el corazón la doctrina del Maestro”, dijo Fidel durante su alegato de defensa en el juicio del Moncada.

“No era propaganda hueca la frase sino profunda convicción, como lo patentiza el programa revolucionario expuesto en La historia me absolverá, una verdadera guía de incuestionable impronta martiana para alcanzar la república diseñada desde el siglo XIX y cumplir la verdadera liberación nacional del país”, manifestó el doctor Rodríguez.

Y agregó que las palabras dichas por Fidel en 1955: “Eduqué mi mente en el pensamiento martiano que predica el amor y no el odio”, son una prueba de la adscripción plena a la ética martiana, al referirse al martirologio del Moncada y describir los crímenes de la tiranía contra sus compañeros prisioneros y asesinados.

El orador advirtió que tras el triunfo del primero de enero Fidel nunca dejó de lado las enseñanzas del Apóstol: “Quizás más allá de todos sus aportes al pensamiento revolucionario, de su extraordinaria comprensión de la política, de su dedicación a su pueblo y a las causas populares, Fidel quedará para la historia como un líder moral, continuador de esa gran fuerza que proclamara Martí que es el amor, el amor a los seres humanos y a su vida digna”.

Al finalizar Rodríguez invitó a los presentes a continuar la obra de Fidel, con el Apóstol como el guía de nuestras vidas para ser mejores y más plenos cubanos.

Por último, representantes del Movimiento Juvenil Martiano depositaron rosas blancas ante la imagen del Comandante en Jefe mientras se escuchaba la canción Cabalgando con Fidel.