Este martes 22, en medio del calor francamente agobiante e inusual de este mes de octubre, quedó inaugurado en la Galería de L del Vedado capitalino —que pertenece a la Universidad de La Habana—, un sugerente proyecto expositivo titulado 70-10-70, Flora Fong: motivos para celebrar, acontecimiento al que asistió el excelentísimo señor Chen Xi, embajador de la República Popular China en Cuba.

La muestra cuenta con 13 obras de Flora Fong, una artista que pertenece a la llamada “generación de la esperanza cierta” y cuya producción pictórica ha estado marcada, desde sus inicios, por la savia asiática de la que es heredera y continuadora.

70-10-70… alude a tres efemérides a las que la artista se siente fuertemente vinculada: las siete décadas del nacimiento de la República Popular China (1ro. de octubre de 1949), el décimo aniversario de la fundación del Instituto Confucio de La Habana y su cumpleaños 70, a celebrarse el próximo 8 de noviembre.

Estos motivos para celebrar constituyen un breve pero intenso recorrido por la obra de Flora Fong, que se caracteriza por una fuerte pincelada con gestos caligráficos envueltos en una extrema y delicada feminidad, algo difícil de conseguir.

Por otra parte, esta exposición es, también, un recorrido que abarca un arco temporal bastante amplio: incluye una cuidadosa selección de lienzos de variados formatos, pintados al óleo, acrílico o con técnica mixta, que van desde finales de la década de los años 80 hasta el 2019 y que forman parte de su colección personal.

La Máster en Ciencias Teresa Toranzo, al pronunciar las palabras de elogio, subrayó que “la poética de Flora es decantadora: sabe cómo aquietar el pasado, viajar por el presente, al tiempo que avizora el futuro. Ella parece estar —dijo— poseída por el don de fijar la atención en asuntos y lugares puntuales y eso le permite transitar por temas y etapas, que han ido desde la figuración en los años iniciáticos, hasta la representación expresionista de los eventos tropicales de todo tipo que se suceden en Cuba y en El Caribe; este último, elegido por ser el lugar donde se forman los ciclones tropicales”.

Enfatizó la especialista que la Fong es una de las artistas que con mayor solidez y coherencia ha logrado “la consolidación de un lenguaje en el que predomina el sabio juego de la luz, el color y los elementos de cubanía que definen su hacer”, al tiempo que ponderó las razones que la unen a China, la patria de su padre.

Flora —visiblemente emocionada, con su hablar pausado y como midiendo cada palabra— agradeció “a todos los presentes por compartir este momento” para ella “tan significativo y especial” y que le ha dado, nuevamente, la posibilidad de reencontrarse con el público y exhibir una apretada síntesis de su ya larga y fructífera vida como artista de la plástica.

70-10-70, Flora Fong: motivos para celebrar incluye las siguientes piezas: Ancestros (1987), Tornado (1989), Lomerío (1990), El paso del ciclón Lily (1986), Platanales (1998), Un paseo por Beijing (1998), El gallo y el alba (1999), La guanábana (1999), El campo de girasoles de Portugal (2003), Café para todos (2003), La importancia de un barco (2011), Los chinos en el Nuevo Mundo (2011) y Poca sombra (2015).

A la inauguración asistieron la presidenta del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, Norma Rodríguez Derivet; la presidenta de la Asociación de Artistas de la Plástica de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), Lesbia Vent Dumois, y la doctora Miriam Nicado García, Rectora de la Universidad de La Habana, así como un nutrido grupo de artistas jóvenes y de su generación, la del 70.

La exposición, que también forma parte de los festejos por los 500 años de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana, estará abierta al público hasta finales del próximo mes de noviembre.