Una casa para la amistad, Karel García y la trova
2/9/2019
Persiste y resiste por sus esencias siempre, un género sin igual, con el que se fijó, en la cultura cubana, la imagen del cantautor trashumante y bohemio. En él deviene un cronista reflexivo de su entorno y del amor en todos sus matices. En la trova, se concilia el trovador como artífice de la creación autoral, guardián de la letra inteligente y una excelente música; como la que promete un nuevo espacio en la Casa de la Amistad, donde Karel García sobresalió por su agudo vuelo poético.
y una excelente música”. Fotos: Julio Lago Hernández
La guitarra, la voz y las letras de este trovador cubano, fueron los protagonistas del agradable sitio inaugurado en la Casa de la Amistad del Instituto de Amistad con los Pueblos (ICAP), en el Vedado habanero. Allí, todos los últimos viernes de cada mes aguardará la trova y mucho más.
A partir de las seis de la tarde quien se llegue de seguro no se arrepentirá, pues podrá disfrutar de una velada diseñada para degustar arte, cultura y también entretenimiento.
Desde esta casa emblemática, “hecha para el amor y por el amor por la historia que encierra”, al decir de Karel al inicio de su esperada presentación, la trova cubana lució. Centelleó entre amigos, conocidos, otros destacados músicos y los que simplemente llegaron en medio de la lluvia.
Como de costumbre, el acosador mar de gotas no podía faltar al espectáculo. Tampoco lo hizo Vicente Feliú, un invitado muy especial y excepcional, puente “la novísima trova”. Y es que un gran lazo une a estos dos trovadores —Karel y Vicente—; ello se dejó ver sobre el pequeño escenario cuando cantaban a una voz, a una sola guitarra.
Vicente agradeció con sentimiento a su pupilo, pero también a Fernando, el eterno héroe, el director del ICAP.
“Representa un gran honor, porque no siempre los dirigentes de los espacios políticos que auspician las actividades también se llegan a los proyectos culturales. A Fernando, gracias por la excepción”.
Hace ya varias décadas Karel lleva en el corazón y en sus canciones a Vicente, su maestro, su amigo. En sus inicios compartió un trabajo de formación que le dotó de la base humana y musical que hoy viste sus melodías.
En su adolescencia, Karel García aprendió con tesón poco a poco a deslizar sus manos por las cuerdas de la guitarra, él solo, de forma autodidacta. Hoy, desde su grandeza y escoltado por excelente músicos, deleitó.
Las invitadas en la tarde inaugural eran el cuarteto Cuadrigales, con sus palabras bañadas de melodía y juventud y la cabellera afro desenfadada, acompañaron con una espectacular voz a capela.
La enternecedora canción dedica al Che Guevara no faltó. El violín, el tres, la percusión, el bajo, las voces, todos lucieron durante los temas regalados por Karel del primer disco de su trilogía Luz de Flores.
El segundo, A flor de calle, el más tranquilo y ya grabado, se encuentra en espera de su edición; el tercero será grabado antes de finales de año, aseveró el artista.
Hasta un mago, Wilfredo, se llegó a la novedosa propuesta, porque “cada viernes sorprenderán humoristas, solistas, cuartetos, etc”. Así se le abre una ventana al entretenimiento y una puerta a la buena música.
La lluvia asedió nuevamente, “la impertinente invitada”, según expresó Karel García, a una iniciativa que socorre a darle voz a la proyección creativa autóctona trovadoresca.
A veces sencilla, a veces cargada, la trova se alza como una de las facetas más interesantes de la cultura musical cubana. Sus trovadores, compositores y poetas destilan estrofas vocalizadas de las más variadas formas en cuanto a composición y modos de hacer de una nueva canción cubana, un movimiento. El próximo viernes 27 de septiembre la Casa de la Amistad, en Paseo entre 17 y 19, no desengañará.