La Casa de la Música Habana, también conocida como la de Galiano, ya está concluyendo un proceso de remodelación que comenzó hace tres años. El Piano Bar Habaneciendo era el único que brindaba servicios hasta que en el marco de los festejos por el 26 de julio, se inauguró el Álbum Café Mi Habana.

Básicamente, este último lugar se concibe como un espacio para estar en compañía de la música y de un buen servicio. En este Café, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) presentará en vivo su catálogo, y quienes lo deseen, pueden obtener la discografía, ofertas acompañadas por un servicio gastronómico de excelencia. 

A la par, marcha el proceso constructivo del salón central, que se planea terminar este año, como regalo a la Villa de San Cristóbal por los 500 años de su fundación. Este local contará con un sistema de clima que abastecerá el espacio con 100 toneladas de aire, un sistema de protección contra incendios, además de un sistema que protegerá las áreas aledañas al local de la contaminación sonora, con paneles acústicos y lana de vidrio.

Hace una semana atrás, aún quedaban por montar el sistema de extracción de gases para los baños, porque estos no tienen salida al exterior; el sistema de audio, luz y pantalla; la restitución del tabloncillo del escenario, que debe ir con sus canalizaciones eléctricas y el sistema para el humo y, finalmente, colocar toda la mecánica escénica que mueve el sistema de telonería y luces. Los tres bares ya están listos y se dispone de la logística para garantizar un buen servicio.

Un nuevo salón, un nuevo concepto

Una vez reabierto, el salón principal va a mantener su principal objetivo, que es la comercialización de las presentaciones artísticas de primer nivel, potenciando la jerarquía musical, sin concentrarse en un género en específico. No obstante, en este nuevo concepto se pretende potenciar los espectáculos culturales, con presencia no solo de la música, sino también de manifestaciones escénicas.

Ernesto Reyes Perea, jefe de programación y venta de la Casa de la Música Habana, aseguró que, aunque el salón siempre ha sido considerado como una importante plaza para el seguimiento de la música popular bailable, ahora se le va a dar cabida en esos espectáculos a la danza, al arte circense y al humor.

“Vamos a crear un espectáculo diario a partir de las once de la noche, donde se combinen diferentes manifestaciones del arte y en algunos casos vamos a tematizar la gala acorde a los géneros musicales. Puede que algún día haya un espacio para el son, la rumba o la música tradicional campesina, por ejemplo. Queremos crear un espacio que sea más contemporáneo, que sea llamativo, que rompa con la visión que tiene la gente de encasillamientos en el espectáculo”, aseguró el directivo del centro cultural.

Según Reyes Perea existen muchas motivaciones en la concepción de los espectáculos, como los 55 años de la Egrem; el centenario del natalicio de Benny Moré, una de las figuras más importante de la música cubana; el 50 aniversario de los Van Van y el 500 aniversario de La Habana.

“Esta no es la primera Casa de la Música, pero sin dudas es una de las más reconocidas. Lo que queremos es lograr que la gente venga también por el lugar y no por la presentación, con independencia de que una vez que esa presentación logre calar en el gusto popular, la gente sabe que va a encontrar aquí un lugar con un buen espectáculo, y eso complementarlo con un servicio de excelencia”.

Sobre los precios, el director de ventas alegó que siempre se van a crear puntos de equilibrio acorde al poder adquisitivo del público y de las agrupaciones que se presenten. “El punto de vista no puede ser elitista, si es elitista, que sea desde el punto de vista cultural”.

Para la inauguración del Salón Principal, se planea que la primera semana se realice un espectáculo diferente cada día, con agrupaciones de primer nivel. “La idea es montar durante siete días un espectáculo distinto, para mantener una línea que realce aquellos aspectos que le aporta la Casa de la Música Habana y todo lo que tiene para darle desde el punto de vista musical y artístico”.

Una vez que abra el escenario central, el Piano Bar no va a dejar de funcionar, sino que se cambiarán los horarios para que brinde servicios en el horario para el cual se creó, de las doce de la noche a las seis de la mañana, con presentaciones de solistas y agrupaciones de pequeño formato.

La Casa de la Música de Galiano, con sus tres espacios, devendrá un espacio donde prime la cultura, con ofertas de calidad, capaces de satisfacer al más exigente bailador.