Primer Festival Internacional de la Timba 2019 “Por siempre Formell”
29/7/2019
Del 2 al 4 de agosto se celebrará el primer Festival Internacional de la Timba 2019, en saludo al cumpleaños 50 de Los Van Van y al quinto centenario de La Habana.
Como ya se ha anunciado, participará la mayoría de las bandas de salsa y timba nacional. Los dos megaconciertos más sonados serán el sábado 3, en la calle La Rampa (P y 23, donde Los Van Van se estrenaron el 4 de diciembre de 1969), y el gran concierto de clausura, el domingo 4 en el Salón Rosado Benny Moré de La Tropical. Además, se organizará el taller “Legado de Formell”, en el centro El Sauce.
Para aquellos que no podrán estar presentes en el taller, les hacemos un resumen de la salsa y la timba cubana, tomado del libro Los reyes de la salsa, de este redactor.
¿Cuál es el legado de Juan Formell?
Desde 1967, Juan Formell se integra a la orquesta de Elio Revé y conforman un potaje musical raro, pero efectivo: funden el son oriental con el changüí y un toque de “shake” (changüí-shake), que no es más que el pop electrónico español.
En 1969 decide hacer tienda aparte, y funda su propia banda con algunos de los músicos y voces de la Revé. El concepto Van Van consiste en el ritmo “songo” (son moderno, con el pop internacional).
Crear un ritmo, un concepto, un timbre y un estilo es algo bastante difícil; pero eso no basta, como dicen los cubanos: “¿Y eso con qué se come?”. ¿Cómo se va a imponer una música nueva?
Ciertamente, no bastaba con hacer estos experimentos de Formell, hacía falta que la experiencia fuera verdaderamente renovadora, triunfadora, que el público la apoyara con su baile y su presencia.
Para Formell lo importante no solo era llegar, triunfar, sino mantenerse. Esa magia, esa pericia musical, solamente la podía lograr un músico como él, que tenía un don, según me dice el propio baterista José Luis Quintana “Changuito”.
Formell, ya lo sabemos, es ante todo un conceptualista, un teórico de la música popular bailable contemporánea, y además de eso, es un prolífico compositor de crónicas sabrosas, atractivas y muy callejeras. La cadencia inventada por Formell era esencialmente envolvente, sencilla y directa al corazón. La enorme cantidad de creaciones de su autoría son dirigidas al bailador; pero también hizo música para el teatro, el documental, el cine y, sobre todo, muchas baladas, la mayoría grabadas por Elena Burke y algunas por Omara Portuondo, dos de las voces insignias de la cancionística cubana.
Es un orquestador a toda prueba, vistió con toda la gracia y modernidad de su tiempo a todo lo que compuso. Aunque creó un ritmo, un concepto, lo supo renovar a través de casi medio siglo. En la última etapa de la timba, a finales del siglo XX, puso el pie en el acelerador y creó la composición “La cabeza mala” (1998, Grammy 1999 por el disco Van Van is here (Llegó Van Van), uno de los emblemas de la timba de los 90.
En 1998, compuso para el Team Cuba un tema original, el oppening titulado “Somos lo que hay”, otra declaración de principios de la timba del fin del milenio.
Pero hay más, Formell fue el guía, el maestro y el apoyo de las orquestas de su tiempo. Su sencillez, su dedicación y su seriedad por la música popular bailable cubana se mantuvo hasta el final. Por suerte, el destino estuvo asegurado, y Formell recibió en vida todos los honores que merecía.
Desde luego, él nunca estuvo solo, fueron muchos más los luchadores por la identidad de la música cubana, tanto creadores de música, como promotores y defensores de ese gran movimiento: todos deben recibir el respeto que se merecen.
Aunque en los “talleres” que se organizan, a través de los tiempos, sobre la salsa y la timba, casi siempre olvidan a todos los aportadores de esa música, hay creadores como Revé, Formell, Chucho Valdés, Adalberto Álvarez, José Luis Cortés, Manolito Simonet, Juan Carlos Alfonso, Lazarito Valdés, Issac Delgado, Yumurí, Paulo FG, Germán Velazco y otros que ya no están con nosotros, pero no son historia olvidada, ahí están sus discos. Y como la música no siempre camina sola, también hay defensores como Leonardo Acosta, Helio Orovio, Pedro Herrera Echavarría, Nancy Robinson Calve, E. García, Néstor Milí, Amado Córdova, Radamés Giro y muchos más que entendieron, defendieron y escribieron para la historia (en blanco y negro), todo lo que aconteció en estos 30 años de salsa, de timba y de sabor cubano. Alabanza para todos.