Una primera Bienal de Poesía en La Habana
5/6/2019
Del 27 de mayo al 2 de junio, la capital cubana fue protagonista de la primera Bienal Internacional de Poesía con la asistencia de más de 200 creadores de 24 países, procedentes de cuatro continentes y convocados por el Centro Cultural CubaPoesía, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Dirección Provincial de Cultura, la Oficina del Historiador de la Ciudad y el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, para conmemorar los 500 años de La Habana.
El encuentro organizado en saludo al noveno congreso de la Uneac, tuvo entre sus más destacados momentos la firma del Convenio Editorial Cuba-China. La convocatoria al Premio Fénix-CubaPoesía se concretó tras la primera lectura del evento, el pasado 27 de mayo, en la sala Rubén Martínez Villena con los autores Yuri Talvet, de Estonia; Arthur Richard Flower, de Estados Unidos; Man Ke y Yu Er, de China, y los cubanos Nancy Morejón y Virgilio López Lemus, para concluir en la tarde de ese lunes en el Hurón Azul con una cantata de escritores, payadores e improvisadores procedentes de México, Perú, Argentina y Chile, quienes junto a bardos cubanos animaron por más de tres horas esa primera tarde.
El encuentro mundial de poetas tuvo lugar en el teatro de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, a partir de las 10 de la mañana del 28 de mayo, como homenaje al 60 aniversario de la Revolución cubana. Se centró en la labor de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, que coordina el poeta Omar González por la parte cubana, y con los mensajes procedentes de Canadá, República Árabe Saharaui Democrática y la República Popular China, de organizaciones de poetas que laboran por la paz mundial y frente al poder hegemónico; a los cuales se sumaron los textos de Vielka Solano, de República Dominicana; Katherine Beeman, de Canadá y la contundente carta a Donald Trump del poeta cubano Omar Herrera.
En la tarde nos desplazamos hacia los espacios de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Entre la Casa de la Poesía con las lecturas de disímiles autores, el Palacio de Lombillo con la muestra Rostros que desde el silencio rondan, de artistas del gigante asiático, y la Basílica Menor San Francisco de Asís con la velada Palabra del mundo, recorrimos los espacios donde se fundara la villa de San Cristóbal en 1519 y celebramos a puro verso este medio milenio.
El miércoles y el jueves de esa lírica semana de finales de mayo concentraron la mayor cantidad de lecturas en escuelas de Centro Habana y Plaza de la Revolución, recorriendo los tres niveles de enseñanza para llegar a más de 80 aulas con casi un centenar de autores. Acción central para el fomento de la lectura de poesía que desde hace unos años sostiene el equipo de la editorial Colección SurEditores con los distintos eventos en los que se ha involucrado durante 25 años. Mientras, el viernes 31 se visitaron ocho municipios de la ciudad, incluyendo el intercambio con los Juegos Florales de Guanabacoa, certamen que ya resume 157 años de tradición y que dio a la Bienal una dimensión territorial y de intensidad notable.
El 1ro. de junio confluyeron las acciones de la Bienal y el décimo Festival de las Artes del ISA en el Pabellón Cuba, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, momento en el cual los jóvenes autores invitados al certamen literario tuvieron en el Salón de Mayo un encuentro multitemático durante la mañana de la penúltima jornada. El premio del segundo concurso literario Parnaso Estudiantil dio a conocer sus resultados en el espacio de La Pérgola, donde además se presentó el espectáculo “Habana, qué sería de mí si no existieras”, de la compañía teatral Rompetacones, al filo de las 11 de la mañana. A partir de las dos de la tarde se retomó la descarga artística con el proyecto de neorrepentismo Rollex con los creadores Alex Díaz y Rolando Ávalos y sus invitados, los grupos musicales Obsesión y Boulevard, junto a una decena de poetas en representación de los escritores que animaron este encuentro en la capital cubana.
La Bienal de Poesía, construida y convocada para celebrar a nuestra Habana a seis décadas del triunfo revolucionario del 1ro. de enero, tuvo en sus resultados un alto impacto en públicos y protagonistas, augurando que para futuras ediciones la confluencia será sin dudas más provechosa.