La noche del trovador
2/4/2019
Tenía que ser una noche especial. Era el cumpleaños del trovador, de un Polito Ibáñez que subió el pasado viernes al escenario del Teatro Mella, armado con su “Mentalidad de surfing”, y quién sabe si con un poco de “Dudas como espejo”. Iba de negro, la guitarra en la mano derecha y el andar ágil y decidido del que sabe que va a entregarlo todo. En el inicio, la voz algo más ronca, quizás el precio de llegar a los 54 años, con más de 30 dedicados a eso de cantar y componer canciones para reflexionar, para llenar vacíos, Para no pensar…
antológicas y recién llegadas.” Foto: Tomada de Vanguardia
La “Gente de pueblo”, ávida de buena música, repletó el teatro; “Gente común o a la moda”, que podían ser 3000 o 5000, al final solo “Somos números”, conjurados una noche de marzo bajo el amparo de la trova. Un conjuro aún poderoso, a pesar de los tiempos, tanto así que hasta el sonido, muchas veces protagonista que va “De lo bello y lo amargo”, respetó la ocasión.
El concierto fue un Recuento por lo más destacado de la discografía de Polito, aunque también incluyó estrenos de un próximo disco que desde ya se presagia exitoso. Pero era la noche del trovador, tenía que ser especial, y el público no hizo distinción entre canciones antológicas y recién llegadas; premiaba con aplausos tanto “De las manos y los pies”, o la conocidísima “Piercing de amor”, como la novel “Llorar”. Así de grande es la música cuando se hace bien.
Entre los invitados se encontraban Alejandro Falcón, Yasek Manzano y Michel Herrera, quienes fundieron su virtuosismo instrumental con las letras de Polito, para elevar el concierto a otra dimensión musical y alejar del teatro Mella a los “Fantasmas” y a los “Ratos para el olvido”. Apenas había pausas, entre cada canción solo el tiempo necesario para una anécdota breve y algún brindis emocional por la salud de los músicos.
Foto: Tomada de Suenacubano
Por supuesto, en un concierto el 29 de marzo no podían faltar las “Evocaciones” a Santiago Feliú, nacido por esas casualidades de la trova también en esa fecha. “Para Bárbara” se hizo presente en mitad del concierto y a cuatro voces. Frank Delgado, Gerardo Alfonso, Rochy Ameneiro y Polito se unieron para rendirle homenaje a ese otro cantautor siempre presente, siempre hoy. Las Sombras amarillas se hicieron sentir y por unos minutos hubo en el aire como un “Aroma de Jazmín” que parecía llenarlo todo.
Hubo tiempo además para un bloque de canciones acompañadas únicamente por un piano, sí, a puro feeling y sin “Espejismos”. Y por si fuera poco, alcanzó la noche para que Polito compartiera escena con su hijo, interpretando la canción “Mientras”, escrita precisamente para él muchos años antes. Y es que el escenario del Mella también sirvió para los reencuentros, para cumplir esas deudas que uno va contrayendo con la vida.
Casi tres horas después de iniciado, llegaba el fin de un concierto que, por un instante, amenazó con no terminar nunca. Bajo el ritmo de “Doble juego” el público se acercó al trovador para devolver con abrazos y besos todo lo que habían recibido. Para ese instante las emociones nacían “Como nacen las hojas” y no quedaban “Papeles” sobre el escenario.
Los 54 años de Polito Ibañez tenían que celebrarse con mucha música. Era la noche del trovador. Tenía que ser especial. Y lo fue. Mucho.
Emocionante