De fiesta estuvo el jazz en Santiago de Cuba
25/1/2019
Por tercer año consecutivo el Festival Internacional Jazz Plaza compartió exitosamente su sede habitual (La Habana) con Santiago de Cuba. Ciudad oriental a donde llegó, por vez primera, el Coloquio Leonardo Acosta in Memoriam para extender las sesiones teóricas.
teatro Martí de Santiago de Cuba. Fotos: Miguel Rubiera Jústiz
La cuna de la trova, el son y el bolero estuvo de plácemes del 14 al 20 de enero con el jazz. El público lo demostró con la asistencia en varias locaciones, como el complejo cultural Iris Jazz Club, el Teatro Martí y la Fundación Caguayo para las Artes Monumentales y Aplicadas. Además, del patio La jutía conga, de la Uneac; el centro cultural La Pachanga, de la Egrem; el cabaret Tropicana Santiago y las céntricas plazas de Marte y Dolores, esta última escenario de la clausura el domingo 20 en la noche.
El hotel Meliá Santiago de Cuba acogió el lunes 14 la única jornada dedicada al programa académico, donde se generó un ameno diálogo sobre el género, su historia y futuro, al reafirmarse que goza de buena salud y crecen los seguidores, sobre todo jóvenes.
“Jazz Plaza ha devenido una plataforma ideal para la inserción de músicos cubanos radicados fuera de la Isla, que han seguido defendiendo una obra que posiciona el nombre de nuestro país en un lugar muy alto”. Reflexionó Neris González Bello, organizadora del coloquio en su XIV edición en el país.
La poetisa Nancy Morejón aboga por “reconocer todo el movimiento del jazz en la ínsula y también la contribución de Santiago, razón por la cual se ha ganado el mérito de ser sede del Festival.”
José Dos Santos, periodista y promotor del género presentó de forma digital el recién terminado libro Jazz cubano. Leyendas del mañana. Lo dedicó a todos los que mantienen viva su esencia, su libertad de creación y exaltación de los mejores valores de la cultura nacional y universal, de manera particular a los cultivadores jóvenes”.
El joven jazzista, Albertico Lescay afirmó: “El jazz es el centro de mi vida, de mi música, porque brinda la posibilidad de crear de forma espontánea. Desde el mismo momento en que estamos en el escenario, empezamos a liberarnos y despojarnos de cualquier tipo de atadura. He sido muy influenciado por el folclor de mi ciudad natal —Santiago de Cuba—, trato de mezclar todas esas vivencias a partir de lo que proporciona el jazz a través de la improvisación.
en el salón Sierra Maestra del hotel Meliá Santiago.
Rodulfo Vaillant, compositor, presidente del comité provincial de la Uneac planteó: “El Festival Amigos del Jazz comenzó en el 2012 en esta urbe. Muchos músicos del mundo quieren venir al evento en septiembre, lo cual ha provocado un ambiente muy favorable. Sin dudas, la celebración del Festival Jazz Plaza es un reconocimiento”.
Arturo O’Farril, músico de Estados Unidos comentó: “Crecí y mis hijos también oyendo la música afrocubana. Me dijeron que nunca habían tocado juntos la conga Los Hoyos y los Muñequitos de Matanzas. La conga y la rumba están en la sangre de todos los cubanos. Hicimos un ensayo el día antes de la presentación y los músicos se emocionaron, casi lloraron. Fue un momento tan bonito como dudo lo vuelva a ver en mi vida”.
Mención aparte merece la descarga de lujo realizada en el Teatro Martí, donde se fusionaron el jazz, la rumba y la conga, ocasión especial en que se sumaron estudiantes del Conservatorio Esteban Salas con sus instrumentos de viento.
Toda la noche O’Farril mantuvo el diálogo con el público desde el piano, acompañado de su grupo y dentro de él sus dos hijos varones. Luego lo hizo con la conga de Los Hoyos en el danzón Bodas de Oro y con Los Muñequitos de Matanzas en la pieza La Rumbantela.
En el cierre se unieron jazz, rumba y conga, y esta última hizo bajar del escenario a los músicos y arrastrar a los presentes hacia el exterior del Martí con el contagioso toque de la percusión y la corneta china, para todos arrollar y sudar sus ropas, como lo hizo el propio O’Farril que dijo: “Esto solo se vive en Santiago de Cuba”.
El jazz estuvo más cerca de la gente. Fue ese uno de los principales éxitos del Jazz Plaza en el 2019 en Santiago de Cuba, tal como lo demostró la clausura en la Plaza de Dolores, conocida popularmente como el Boulevard.
Público de todas las edades colmó los alrededores y aplaudió el elenco anunciado: Atenas Jazz Ensamble, de Matanzas; Sones de Oriente, del patio; y de manera particular Vocal Renacer, de La Habana; por su magistral juego de voces masculinas y femeninas en las interpretaciones realizadas en inglés.
Muy esperados fueron la conga Los Hoyos y Ronald y su Explosión Rumbera, que pusieron a todos en movimiento por sus contagiosos toques.
La primera regaló un popurrí de letras del compositor Juan Formell, acompañada de la corneta china, como El Guararey de Pastora, Te traigo, Felicítame y muchas más, al tiempo que hizo el estreno en su repertorio del ritmo Pilón.
Otro importante paso dado en estas citas fue la participación de estudiantes de escuelas de música en todos los escenarios y, por supuesto, no faltó en el cierre en la Plaza Dolores, junto a la conga.
Así terminó en Santiago de Cuba el festival. Por delante está el compromiso de que la cita del próximo año sea superior. Las condiciones están creadas.(ACN)