Un adiós desde la Isla para el ilustre actor Ricardo Barber
3/1/2019
Actor de la reconocida institución teatral Repertorio Español —una de las agrupaciones más importantes del teatro latino en los Estados Unidos—, desde 1981 hasta 2014, Ricardo Barber nos dejó el pasado 17 de diciembre, en su casa de Manhattan, rodeado de su familia, a los 81 años de edad.
Ricardo Barber fue uno de los grandes intérpretes de la escena cubana y latina
en Estados Unidos en los últimos 60 años. Pie: Foto: Internet
Había nacido en Placetas, Villa Clara, y emigrado a La Habana. Hizo estudios de Optometría, para asegurar el sustento, y de actuación en la Universidad de La Habana, mediante el Teatro Universitario. Tras graduarse, y ante una situación político-social bien diferente que garantizaba el trabajo digno a los artistas, integró el Conjunto Dramático Nacional, una selección “todos estrellas”, en 1961. Más tarde formó filas en la Compañía Teatral La Rueda y, luego, en Teatro Estudio. Antes estuvo en el Joven Teatro de Vanguardia, un conjunto de pequeño formato y breve existencia que dirigió el inquieto José Milián, donde compartió escena con quien luego fuera el reconocido dramaturgo y director Pepe Santos en el estreno de Esperando a Godot.
En los años 70 el actor emigró hacia España. En 1977, en Madrid, se incorporó a la Compañía de Comedias de Alonso Paso. Más tarde prosiguió viaje hacia Estados Unidos y, tras arribar a Nueva York, ingresó en el elenco de Repertorio Español, compartiendo vida y labores con sus compatriotas, el productor y empresario Gilberto Zaldívar y el dramaturgo y director René Buch.
Barber fue reconocido siempre como un intérprete de excelencia, caracterizado por una enorme versatilidad, capaz de desempeñarse con igual éxito en la comedia o el drama, en el teatro clásico o en el contemporáneo. En Repertorio Español intervino en obras como Café con leche, de Gloria González; La gringa, de Carmen Rivera; Ana en el trópico, de Nilo Cruz. Fue dirigido por el director René Buch, el colombiano Jorge Alí Triana (en El Quijote y La fiesta del Chivo, donde interpretó al dictador dominicano Rafael Trujillo), así como por el director brasileño Anthunes Filho, en la comedia de Nelson Rodrigues Toda desnudez será castigada.
Elenco de la obra La reina de bachiche, 1968 (Barber, de pie, a la izquierda).
Foto: Cortesía de José Milián
En la sala del número 138 del lado Este de la calle 27, entre Lexington y la Tercera Avenida, en Nueva York, Barber intervino en la amplia gama del cuidado repertorio de la institución donde figuran los textos clásicos de Lorca, Calderón, Lope de Vega, junto a las obras de los maestros latinoamericanos Emilio Carballido, José Ignacio Cabrujas, Roberto Cossa y Abelardo Estorino. En el memorable año 1998 integró el primer elenco de actores cubanos en el exilio que retornaban a Cuba para presentarse en los escenarios de la Isla con la obra Huevos rotos, de Eduardo Machado, en un proyecto de intercambio organizado por la UNEAC y el Consejo Nacional de las Artes Escénicas con la compañía, que hizo posible la posterior presentación de artistas y obras de la Isla en la sala de la calle 27, tales como Parece blanca y Baños públicos S.A., destacados algunos de sus más relevantes actores con los Premios ACE que otorga la Asociación de Críticos de Nueva York.
Ricardo Barber se retiró de la escena en 2014 y dejó tras de sí una brillante carrera y un hermoso recuerdo en todas y cada una de las personas que le conocieron. Sin dudas, ha sido uno de los grandes intérpretes de la escena cubana y de la escena latina en Estados Unidos en los últimos 60 años.