Tomás Gutiérrez Alea. Foto: ACN
 

La impronta que dejó Tomás Gutiérrez Alea, o Titón, como muchos lo conocen, en la historia del cine cubano y latinoamericano es incuestionable. Es uno de los más prestigiosos cineastas de la segunda mitad del siglo XX. Su filosofía de trabajo se fundamentó siempre en el justo equilibrio entre la ética y la estética. Abordó descarnadamente la conexión del hombre con su realidad y los conflictos que de esta relación se derivan, siempre desde la premisa de reimaginar y resignificar el contexto social. A él se deben varios de los clásicos de la cinematografía latinoamericana, como Las doce sillas (1962), La muerte de un burócrata (1966), Memorias del subdesarrollo (1968), Una pelea cubana contra los demonios (1971), La última cena (1976), Fresa y Chocolate (1993) y Guantanamera (1996). Por tal legado, entre muchas otras razones, la 40 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano está dedicada al aniversario 90 de su natalicio.

El homenaje, que ha tenido varios momentos a lo largo de todo el año 2018, incluye un seminario teórico —de carácter internacional y que tendrá lugar en los días del Festival— sobre su vida y obra. Bajo el título «Tomás Gutiérrez-Alea, entre Historias de la Revolución y Guantanamera», se propone un espacio de diálogo donde “notables académicos y profundos conocedores del cine cubano, y en particular de la obra de Gutiérrez-Alea, reflexionarán acerca del amplio abanico de temas que caracterizan su filmografía e ideario teórico”. La reivindicación de la memoria de Titón hoy, más que nunca, es imperativo para la cultura y el cine latinoamericanos. En palabras de Alfredo Guevara, “la idea en Titón fue también acto. Y es así que su cine, riguroso y profundo, tiene virtud de transferencia y expresa, una y otra vez, de un modo o de otro, la conflictual relación entre la realidad y quien quiere cambiarla; la conflictual relación entre rutina y desafío, desafío burlón; el que demuele”. Pocos cineastas han logrado coherencia tan vital entre teoría y práctica como la que legó el querido Titón al séptimo arte.

El seminario estará organizado en dos sesiones, los días 8 y 9 de diciembre de 9:30 a.m. a 13:30 p.m. Aquí dejamos el programa de los encuentros:

Primera sesión, sábado 8, 09:30 a.m. a 13:30 p.m.

Jerry Carlson (Estados Unidos)

Ponencia: “Nuevos pensamientos sobre Cumbite (1964), la película menos favorita de Titón”.

Ana M. López (Estados Unidos-Cuba)

Ponencia: “Titón en el mundo: Espacio, lugar, memoria”.

Juan Antonio García Borrero (Cuba)

Ponencia: “Ciudadano Alea: Cine, Revolución y vida cotidiana”.

Segunda sesión, domingo 9, 09:30 a.m. a 13:30 p.m.

Nancy Berthier (Francia)

Ponencia: “Reír para no llorar: la función liberadora del humor en el cine de TGA, el ejemplo de La muerte de un burócrata (1967)”.

Ruby Rich (Estados Unidos)

Ponencia: “Una sensibilidad global con corazón cubano”.

Michael Chanan (Reino Unido)

Ponencia: “Dos o tres cosas que conozco de Titón. Reflexiones sobre una personalidad artística ejemplar”.