Más que lo contemplativo
19/11/2018
La XXIII edición del Salón Nacional de Paisaje Leopoldo Romañach quedó abierta el pasado 16 de noviembre y, como es habitual anualmente, la Galería Espacio 34 del Fondo Cubano de Bienes Culturales auspicia la muestra-concurso, en el Centro Histórico de Varadero.
En esta oportunidad, más de una treintena de artistas de la plástica acudieron a la convocatoria: obras de pequeño y gran formato ya se exhiben en la céntrica Galería, como una invitación a la recreación visual y a la apreciación artística.
La curaduría de este 23 salón estuvo a cargo de las especialistas Lídice Sánchez Estrada, Claudia Martínez Arencibia y Yamira Román Castellini. Según expresa el catálogo, “tanto representantes de la nueva generación, como aquellos más experimentados, convergen en este espacio, convidándonos a la magia de colores y formas, defendiendo, desde sus personales visiones estéticas, el arte”.
Cada nueva edición del evento rinde tributo a la memoria de Leopoldo Romañach, pintor enamorado de las bellezas naturales, las cuales dejó plasmadas con su pincel en innumerables obras; sin embargo, se impone renovar también este género, que ha transitado un largo camino en la historia del arte.
Julia Grecia Portela, profesora de la Universidad de las Artes en Cuba y presidenta del jurado del Salón, considera que “los creadores tienen que trabajar con otras miradas más abiertas en relación con el paisaje. No pueden quedarse en el paisaje contemplativo, hay que mover otros resortes, tal vez el cuerpo, audios, la propia piel, para ofrecer interpretaciones diferentes de la propia naturaleza”.
Obra ganadora del segundo premio de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas. Foto: Cortesía de la autora
El primer premio, que otorga el Fondo Cubano de Bienes Culturales, recayó en la obra “El rojo seco de la coralina”, de Jorge Braulio Rodríguez Quintana, pieza de la seria Estampas de la Orpit, en acuarela y papel japonés; mientras que el premio de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) fue para Los Aplatana‘os, de Julio Díaz Fleitas, óleo sobre lienzo de gran formato.
La presidenta del jurado sugirió, para el próximo encuentro, realizar un taller previo, en el cual los creadores intercambien y reciban información actualizada sobre el género, a través de materiales audiovisuales, bibliográficos o conferencias a cargo de experimentados en el tema, para que se legitime aún más esta modalidad artística.
Este Salón hace honor a su nombre, y presenta piezas que van desde la revalidación del paisaje académico, hasta las tendencias del neoexpresionismo, el surrealismo, el naif, el pop art, la abstracción, entre otros; pero la venidera edición, seguramente, tendrá que superarlo.