Es miércoles 3 de octubre y el reloj marca las 7 de la noche. No hay un banco vacío en el parque Fe del Valle, que une las calles San Rafael y Galiano, en Centro Habana. La Wifi tiene atrapadas a cerca de 60 personas que conversan con sus teléfonos, tabletas y laptops en una ciudad cada vez más tecnológica.

La Wifi tiene atrapadas a cerca de 60 personas que conversan con sus teléfonos, tabletas
y laptops en una ciudad cada vez más tecnológica. Foto: Internet
 

A pocos metros de allí, una librería me llama la atención, tiene personas dentro. Ante la duda, la pregunta ¿está abierta a esta hora?

Sí, hasta las 10. —La respuesta—.

Y entro. Es mayor mi sorpresa al sentir un clima diferente. ¡Hay aire acondicionado, algo no está bien! Escucho la mezcla de dos voces que interpretan el bolero Veinte años y aumenta mi incredulidad.

Arriba hay una tertulia —me dicen—.

En el centro del local una escalera de madera conduce al segundo nivel. Y es real, hay un grupo de seres como de otro planeta, extasiados con las voces a capella de esos jóvenes, a los que les sigue la lectura de un poema y un cuento, con dos sillas, una mesa y un par de libros como escenario.

Un grupo de personas sentadas en círculo, donde una pregunta, interrumpe para acotar lo que cree debe saber el público con el que dialoga con confianza y hace un chiste sobre su estilo de conducir que (según él) ha copiado Amaury Pérez. 

Es la manera que tiene, hace más de cinco años, Ramón Bermúdez Boullón, poeta, narrador y promotor, en un viaje cultural que ha transitado por varias estaciones como el Pabellón Cuba, el parque El Quijote, la librería Ateneo Cervantes y, desde este día, queda oficialmente establecida en el Centro Cultural Habana, en el Bulevar de San Rafael. Allí se reúnen en complicidad poetas, escritores y trovadores, en una “ciudad letrada” que brinda la posibilidad a los asistentes de apreciar la obra de escritores inéditos o poco conocidos.

Esta ciudad letrada, y también escondida, no busca competir con la ciudad que, afuera, gana cada vez más adeptos. La cita es el primer miércoles de cada mes, en el Centro Cultural Habana, en los altos de la librería del mismo nombre en el Bulevar de San Rafael, a las 7 de la noche.

No son dos ciudades diferentes. Es la misma Ciudad que apuesta por fusionarse, por el roce necesario, el mirarse a los ojos, el seducir con la poesía, el disfrute de una canción de amor o, sencillamente “quedar enganchado con un buen libro”.