¿Cómo enamorar al público cantando?
22/10/2018
Todo un torbellino en el escenario, llena de pasión para regalar en cada concierto y con la fuerza de quien se siente más viva que nunca, Osdalgia es una de esas cantantes que siempre sueña con la satisfacción de su público. Versátil y con la cubanía a flor de piel, se confiesa eterna aprendiz de la música y sus exponentes, a pesar de las tres décadas de vida artística y la madurez llegada con sus resultados.
Fotos: Rafael Fernández Rosell
En su voz traslucen las influencias de grandes del pentagrama musical como Elena Burke u Omara Portuondo, la autenticidad de Benny Moré o Celia Cruz, y el latir de cuantos sienten en su ADN la rica herencia de los nacidos en la Isla. Con la jovialidad y la modestia que la distinguen, insiste en resumir para La Jiribilla —en apretada síntesis— sus 30 años dedicados a la canción.
“Comencé en 1992 en el cabaret Parisién, de La Habana. Ya yo estudiaba teatro por lo que fui aplicándole teatro a la música. Luego conocí a José Luis Cortés —“el tosco”—, e hice mucha música ligada al jazz, a la timba, al feeling; pero cuando emprendí mi carrera en solitario (1997) me centré más en ese último género, en cómo enamorar al público cantando”.
Su trabajo fuera de Cuba, en países de Europa como Francia, España, Italia, Bélgica y Holanda; la dotó de nuevas herramientas. “Aprendí cosas diferentes y el modo de hacerlas. El contrato con el sello discográfico francés Lusafrica (1998) —mi discografía por excelencia—, me dio mi bagaje musical y mi currículo. Hice varios álbumes como La culebra, Mi armonía y Suenan los cueros.
La vida me permitió complementar mis creaciones; me enfoqué también en escribir para mí, para otros, para eventos, para películas, y eso amplió mi diapasón”.
Sobre su agrupación, nacida en 2001, no duda en mostrar regocijo por poder hacer la música como la prefiere, con diversidad de estilos y formatos musicales.
“Soy feliz porque he hecho toda la música que he querido en el momento en el que se me ha dado la oportunidad”, refiere la artista multipremiada en el evento Cubadisco y merecedora en 2005 del Grammy Latino, compartido al Mejor Álbum Tropical Contemporáneo, por el fonograma Cuba canta a Serrat.
“Nació mi hijo y me dio una nueva forma, otro deseo de cantar, de decir la música, es otro amor como uno lo siente”, asegura. “He trabajado con muchísimos artistas internacionales y nacionales, he aprendido muchísimo, que es lo que más me importa. He hecho música para bailar, escuchar, reír, llorar, con Djs, electrónica, con raperos, underground. Cada vez que uno canta es un momento feliz; y a su vez pararme en el escenario es el más difícil del día. La felicidad está por minutos, en diferentes detalles de la canción, de los gestos y aplausos del público”, remarca.
“En los últimos tiempos he tenido la dicha de compartir con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico —en la sala sinfónica Pablo Casals, del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré— y la Sinfónica Nacional de Cuba; he grabado canciones diferentes, nuevas. Estoy siempre creando”.
Habitualmente se le ve en el centro nocturno capitalino GatoTuerto y en el piano bar Habaneciendo, en su afán de no descansar y mantenerse trabajando, como mejor sabe. “Mis proyectos por ahora no van más allá de grabar música, cantar en mis lugares asiduos. Tengo la idea de presentarme en un teatro, hacer algo muy folclórico, pero todavía no se ha “cocinado” bien.”
Conocida por su obra dentro de las fronteras nacionales y fuera de ellas, extrañada por la gente a lo largo y ancho de la mayor de lasAntillas cuando se ausenta de los medios de comunicación, Osdalgia sintetiza lo mejor de la cultura cubana.
“Cuba es la matriz, el sentido de por qué hago la música. Es la razón por la cual la clave está dentro de mí y me gustan la rumba, el feeling, la guaracha, el son; y, sobre todo, de el porqué me río tanto y disfruto.
¿Qué se necesita para triunfar en la música?:
Mucho corazón y fuerza, sentencia.
¿Cómo quieres ser recordada?
¿Cómo voy a ser recordada?, interrumpe a esta periodista y responde con la confianza de quien se sabe querida por miles: “Soy cubana y voy a ser recordada como una mujer impetuosa y musical”.