Un hecho y una preocupación: reunión de la filial de música avileña

Vasily M. P.
20/7/2018

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Mi preocupación sigue latente. Desde hace varios años veo que el “asunto” se ha repetido, y ha llegado a convertirse en una constante, casi puede decirse que en un síndrome, o sea, conjunto de síntomas y trastornos.

En cada reunión o asamblea donde los miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) o de la AHS tienen el deber y derecho de manifestar sus preocupaciones y “dolencias”, se estila que los funcionarios o directivos hagan una especie de catarsis, apenas escuchen, y estén siempre al tanto de cada pausa para dar sus valoraciones y respuestas a manera de resumen.

Este sábado 7 de julio de 2018 el salón del piano del Comité Provincial de la UNEAC en Ciego de Ávila se vistió de diálogos, preguntas y respuestas. La reunión de la filial de Música giró en torno al 9no. Congreso de la UNEAC, a celebrarse el próximo año en la capital de todos los cubanos.


El Comité Provincial de la UNEAC en Ciego de Ávila, creado en diciembre de 1987, ofrece peñas culturales,
conciertos, recitales, descargas trovadorescas y convocatorias a premios y concursos. Foto: UNEAC

 

Ante la presencia de directivos de Musicávila —Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos de esta provincia—; el representante en la provincia de la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical; el primer vicepresidente de la organización avileña, así como de la casi totalidad de la membresía, la reunión se celebró en un ambiente cargado y discursivo.

Cualquiera pudo pensar, en algún momento, que estábamos en un consejo de dirección de alguna institución cultural. Los directivos invitados tomaron la batuta y lejos de escuchar a la membresía dieron informes detallados, añadieron datos de interés y relataron anécdotas de sus distintas actuaciones.

Sin embargo, esta reunión no versaba sobre eso. El encuentro matutino debió haber sido bidireccional en la mayoría de los casos, y no fue así. Los miembros de la UNEAC deberían haber manifestado con más fuerza sus inquietudes y problemas. Algunos lo hicieron, otros solo prefirieron escuchar o pasar desapercibidos.

Los encuentros entre los artistas de vanguardia y los principales gestores de la política cultural siempre son interesantes y pueden traen resultados favorables. En este marco se discutió sobre las contrataciones en el sector de la gastronomía, los pagos de la ONAT y de la ACDAM, así como la exhortación a que los artistas de vanguardia participen de la vida orgánica de la organización.

Se repasaron, además, algunos de los acuerdos del 8vo. Congreso que continúan sin solución. Se puntualizaron las necesidades existentes entre los músicos y se perfiló la programación musical de las distintas instituciones culturales de la provincia.

El encuentro también fue útil para homenajear en su cumpleaños a una de las miembros de esta organización, la guitarrista y realizadora de radio Malena Corcho Vergara.

En un texto que escribí hace unos años, y que fue publicado en la revista cultural avileña Videncia, hice referencia a una utopía que bien podría relizarse si la gran mayoría de nuestros funcionarios se lo propusieran: una asamblea donde presidieran los artistas, y los convocados fueran los directivos y funcionarios.

¿Será factible hacer realidad esa utopía? Me atrevo a pensar que sí. Y sería yo de los primeros en convocar a nuestras direcciones para que el asunto cobre vida y hallar remedio, así, a este mal que me sigue preocupando.