En El viaje extraordinario de Celeste García puede notarse un guiño para el abordaje –desde lo absurdo– de una problemática central en la historia cubana de las últimas décadas: la migración. En ese sentido, su director Arturo Infante propone desde la crítica mordaz, implícita, surrealista o disfrazada, un reencuentro con las heridas creadas en épocas de crisis migratorias.