Si no cuidamos nuestra cultura corremos el riesgo de perecer, sentenció el escritor cubano Francisco López Sacha en una comparecencia durante un debate internacional organizado en la capital de Serbia.

El foro, denominado Contrapunto de Belgrado 2018: Criterios personales sobre el mundo en transición, se inició en una mesa redonda sobre el tema ¿Qué hacer con la globalización cultural?, con la moderación del ministro serbio de Cultura e Información, Vladan Vukosavljevic, y el afamado cineasta Emir Kusturica.

Al abordar la cuestión, López Sacha indicó que el capitalismo, si no crece, colapsa y para crecer aplasta todo a su paso, a los pueblos pequeños y a las economías pequeñas.

Indicó que para los latinoamericanos la globalización comenzó con la llegada de Cristóbal Colón y el proceso colonizador y no fue un encuentro de culturas, sino un choque que condujo en Cuba a lo que el sabio Fernando Ortiz calificó de transculturación como consecuencia del intercambio dual y desigual de España y África.

De ese proceso salió lo cubano, resaltó, para afirmar que la cultura en sí es un proceso de contrapunteo de preguntas y respuestas.

Opinó que en materia de arte no hay naciones pequeñas y recordó que, en la música, por ejemplo, su país hizo aportes al mundo de trascendencia relevante.

Al respecto, dijo que Gabriel García Márquez no tuvo suerte en sus incursiones en el cine, pero el realismo mágico de su literatura y la del cubano Alejo Carpentier está en el cine realizado por Kusturica.

Expresó que, en el mundo globalizado, que pretende borrar la identidad y la autonomía, para subsistir como nación no se le puede regalar la cultura al mercado, porque esa industria no es ligera, sino pesada y hay que defenderla.

Recordó palabras del líder histórico de la Revolución cubana cuando dijo que luchar contra la globalización es como luchar contra le ley de gravedad, que está ahí y existe, por lo que el camino es aprovechar los recursos y resquicios que ese proceso posibilita.

Afirmó que no es verdad que el capitalismo se devora a sí mismo, sino que engulle el mundo.

Por eso, dijo, el arte es medio de conocimiento y hay que conocerlo para poder amarlo.

Destacó que como escritor considera a Mark Twain, Ernest Hemingway y a otros grandes de la literatura tan válidos como José Martí, pero no puede decir lo mismo del cine banal que hoy alimenta el mercado todos los días.

Situó el nacimiento de lo que denomina industria cultural con la invención de la imprenta, el desarrollo del teatro y la afirmación de otras manifestaciones que pasaron a ser productos del mercado.

No renunciemos a la condición humana ni se la regalemos al mercado y al dinero, exhortó López Sacha.

Retomando el devenir histórico latinoamericano, dijo que sus pueblos pagaron con mucha sangre el querer ser independientes y apartarse del dominio colonial, o sea, la globalización de la época.