El jazz es un intercambio de ideas, un factor de comunicación
26/9/2018
A Mike Davison le encantan el tabaco y el ron cubanos. Lo dice con una sonrisa franca mientras su tez sube de tono, mas es la música la que le ha traído repetidamente. A mediados de los setenta, en predios neoyorquinos, se vio atrapado en un grupo de salsa y el tumbao de la música cubana le fascinó.
Durante más de tres décadas, el doctor Mike Davison ha sentado cátedra en la Universidad de Richmond (Virgina, Estados Unidos), al frente del Departamento de Música Latina, como profesor de jazz y de trompeta, como especialista de música cubana.
Fotos: Internet
“He tenido que utilizar muchísimos caminos a lo largo de los años para viajar a Cuba… pero una vez aquí siempre recibo una descarga de cultura, de música. Este es mi viaje número cuarenta y cinco, y creo que ya conozco tanto de historia y cultura cubanas como las de Estados Unidos.
“Aquí tengo muchos amigos, esa es una de las razones por las que siempre vuelvo. El cubano vive más el momento, en Estados Unidos la gente está muy pendiente de qué pasará mañana, siempre con el celular en la mano”.
Esta vez ha logrado reunir a casi una veintena de amigos y músicos de varios estados norteamericanos (New York, Texas, Pennsylvania, Illinois, Florida, Virginia) como parte de un proyecto que esta vez se llegó a Cuba. Davison, Daniel Guzmán y Mark Lusk son los artífices. El VII Encuentro Amigos del jazz, organizado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Santiago de Cuba, devino marco ideal.
El teatro Heredia se iluminó con la alta profesionalidad de los artistas foráneos, quienes junto a los cubanos protagonizaron la clausura del evento. El concierto único Cuadros de una exposición tributó desde la música un homenaje a obras plásticas creadas por artistas anfitriones. Una idea semejante habría que buscarla en 1874 con el compositor ruso Modest Mussorgsky y en la orquestación posterior de Maurice Ravel.
La diplomacia del jazz
“Una vez que estos artistas llegan de Estados Unidos a Cuba, no solo vienen a brindar su música, sino que se dan cuenta de que tienen mucho que aprender, que les aguardan muchas sorpresas, porque no se trata solo del jazz, es más que eso…
“El jazz es un intercambio de ideas, un factor de comunicación, de conexión entre nuestros países. Por eso es importante que se establezca ese diálogo directo, poder comunicarnos, intercambiar y trabajar juntos. Esa es la diplomacia del jazz”.
En 2007 se estrenó el documental Rhythm in Motion, sobre la interinfluencia entre la música cubana y el jazz norteamericano, con respaldo de la Universidad de Richmond y varias instituciones de la Mayor de las Antillas. Participó incluso en el Festival de Documentales Santiago Álvarez. Al frente del equipo estuvieron Davison y Peter Loman.
“Al llegar a Cuba uno descubre que tiene un ambiente sonoro bastante diferente al de Estados Unidos, y eso es muy importante comprenderlo, porque no hay historias sin sonidos. La música es un mundo sin palabras y su proceso de comunicación se establece a través de los sonidos.
“Creo que hay tres potencias musicales en el mundo: Cuba, Brasil y Estados Unidos, y son innegables los puntos de encuentro entre la música popular cubana y los ritmos de Estados Unidos. La música cubana es muy compleja. Para un estudiante promedio de música de Estados Unidos, resulta difícil, pero tengo la experiencia de que cuando llegan a Cuba quedan impresionados.
“Todos los años tenemos la experiencia de tocar música cubana en Richmond , donde utilizamos músicos de la Isla que viven en Virginia y en otras partes de Estados Unidos, junto a músicos norteamericanos. Es un encuentro donde todos manifiestan sentirse muy felices”.
La despedida es a lo grande. Mike Davison toma la trompeta, se pone de pie. Y el sonido me sigue, insistente, por las calles de Santiago…
(NOTA: El diálogo no hubiera sido posible sin la ayuda inestimable de los maestros Daniel Guzmán Loyzaga y Peter Loman).
Con profundo respeto y gratitud, Reinaldo!
Mike