La capital cubana vivió una apretada agenda cultural el pasado fin de semana con la clausura de la 33 Feria Internacional del Libro y el preámbulo de los últimos días de la 15 edición de la Bienal de La Habana. Norman Bardavid, galerista y promotor cultural, no desaprovechó el momento y viajó para presentar su libro Revelacionismo, en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.
La curadora Dannys Montes de Oca tuvo a su cargo las palabras introductorias, junto a José Camilo López Valls, especialista de Relaciones Internacionales del Ministerio de Cultura.

Estuvieron presentes los artistas plásticos William González Chávez y Manuel Álvarez “Lolo”, cuyas obras forman parte del proyecto Revelación.
También asistieron la presidenta del Consejo Nacional de las Artes Plásticas Daneisy González Roque; Jorge Alfonso García, director general de la empresa Génesis Galerías de Arte y el Sr. Roberto Peña Cid, consejero político de la Embajada de México en Cuba.
El libro, que se comercializará próximamente en México, puede ser consultado en diferentes plataformas digitales.
Un Decreto de Paz y Creación*
Norman Bardavid Nissim
En La Habana, cuna de revelaciones y crisol de almas creadoras, proclamé los designios del revelacionismo, ese movimiento magnánimo que desde su esencia se erige como un faro de luz y un instrumento de transformación universal. Aquí, en esta tierra, en la que se respira arte y revolución, declaro solemnemente que el arte no es sólo un lenguaje de los sentidos, sino el cetro con el que construiremos una economía de conexión y armonía, un reino de sostenibilidad donde la belleza y la conciencia se entrelacen en perfecta simbiosis.
“En un mundo atrapado por sistemas financieros deshumanizados, es el arte el que se alza como la moneda de la conciencia y la sostenibilidad”.
Hace dos décadas, un viaje cambió mi destino. No fue meramente un traslado físico, sino una travesía hacia una nueva dimensión del ser. En esta Isla, sentí el llamado de algo superior, un mandato divino que me reveló el potencial infinito del arte como herramienta de creación y reconciliación. Aquella epifanía marcó el origen de una misión trascendental: llevar el arte más allá de las fronteras, convertirlo en el eje de una nueva humanidad. Pero ese camino también me forjó el alma. Fue un sendero de pruebas constantes, retos y tribulaciones, de momentos en los que la incertidumbre y el desafío cobijado entre los lienzos y mis sueños en la intimidad del acto creador, encontré sentido nuevamente para mi vida. Entendí que el mundo desde el arte, tienen mayor profundidad y trascendencia. Es a través de esa creación que descubrí mi esencia y mi propósito.
El Arte como Decreto de Unidad
En el acto creador reside la esencia de la existencia misma. Cada pincelada, cada nota, cada palabra nace de una chispa divina que nos conecta con el todo. Al crear, nos volvemos hacedores de realidades, arquitectos de mundos donde la paz y la belleza reinan soberanas. En ese instante sublime de creación, no sólo reflejamos lo que somos; participamos en el acto divino de manifestar lo que podríamos ser.
El revelacionismo proclama que cada obra de arte es un puente hacia la comprensión y la armonía, un espejo donde se revela la unidad del universo. Este movimiento es más que una corriente artística; es un llamado universal, un decreto que invita a la humanidad a reconocer nuestra interconexión como especie y como vida; a abrazar a la creación como un acto de amor supremo.
La Habana: Trono del Revelacionismo
La experiencia cubana se erige como el pilar inquebrantable de esta filosofía. Fue en los talleres de La Habana, entre la vibrante calle de Obispo, donde germinó la semilla del Revelacionismo. Rodeado de artistas excepcionales, aquellos que llamaría yo, “Los Elegidos”, descubrí que el arte no solo conmueve, sino que también unifica y transforma. Este trono caribeño fue un santuario para la creación, un bastión donde se forjó la filosofía del Revelacionismo”.
Un Modelo de Economía Circular Sustentada en el Arte
Proclamo aquí, con plena convicción, que el arte es un recurso de valor incalculable. En un mundo atrapado por sistemas financieros deshumanizados, es el arte el que se alza como la moneda de la conciencia y la sostenibilidad.

Gracias a las nuevas tecnologías, hoy podemos hablar de una economía circular sustentada en el valor intrínseco del objeto creado.
El Revelacionismo es el cimiento de este nuevo orden. Es un pacto entre el creador, la creación y la humanidad, un juramento para reconocer que en cada pincelada hay un universo, y en cada obra, una oportunidad de redención.
Que así sea.
Así es y así será.
Por los tiempos de los tiemposAmén
*Palabras del autor del libro Revelacionismo en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, como parte de las acciones de la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana y la 15 Bienal de La Habana.