Uno de los barrios más populares de La Habana es El Fanguito. Desde la imagen legada por el cineasta Jorge Luis Sánchez con el documental homónimo, hasta la cercanía con este asentamiento que constituye parte de la esencia de la ciudad.

Ese pretexto sirvió de base para la exposición Fanguito, del artista Wilfredo Prieto, dentro del programa de la 15 Bienal de La Habana. Este domingo, un grupo de artistas, curadores, especialistas y otros interesados realizaron un recorrido por este proyecto expositivo que integra diversas piezas ubicadas en viviendas de los habitantes y es otra manera de indagar en la relación del arte con el espacio público y el ámbito familiar o doméstico.

La exposición Fanguito, del artista Wilfredo Prieto, es otra manera de indagar en la relación del arte con el espacio público y el ámbito familiar o doméstico.

La visita nos llevó de una casa a otra para buscar allí las esencias de este proyecto que nos muestra la realidad, a la configuración de una identidad real y cercana a los modos de vida de los cubanos.

Muy cerca de ese río que es también un símbolo de la ciudad se erige El Fanguito, donde el arte también engrandece su cultura y su permanencia en el tejido urbano de la ciudad.

La visita nos llevó de una casa a otra para buscar allí las esencias de este proyecto que indaga en la configuración de los modos de vida de los cubanos.

Después de la exposición, la música de David Torrens nos regaló un momento especial con este lugar. Allí recordó Torrens que fue uno de los primeros conciertos que realizó hace veinte años y pareciera que el tiempo no pasa. Muchos de aquellos vecinos que participaron hace dos décadas se encontraban de nuevo cantando las mismas canciones y otras nuevas del intérprete.

Lo más singular ocurrió cuando un repentino apagón nos dejó a oscuras en medio del concierto y la respuesta de los músicos y los vecinos fue seguir cantando en medio de la oscuridad de la noche. Las linternas de algunos móviles se encendieron y nos vimos otra vez los rostros. Seguíamos allí a golpe de música y encuentros.

“Que las artes lleguen allí donde los habitantes la sientan cercana y real”.

Unos quince minutos después regresó el fluido eléctrico y el concierto continuó para suerte nuestra. La música de Torrens conectó muy bien con los allí presentes para brindar esa posibilidad única que el arte puede ofrecer a los seres humanos.

La música y las artes visuales enfocadas en acercar a todos los públicos a las artes o mejor, que las artes lleguen allí donde los habitantes la sientan cercana y real.