Una hermosa gala protagonizada por reconocidos artistas cubanos obsequió el Ministerio de Cultura (Mincult) a los trabajadores de la Central Termoeléctrica Máximo Gómez del Mariel, con motivo de la celebración del Día del Trabajador Eléctrico, este 14 de enero. Efeméride instituida desde hace varias décadas por el Consejo de Estado para conmemorar aquella heroica acción, de 1934, llevada a cabo por el incansable luchador antiimperialista y patriota Antonio Guiteras Holmes con la nacionalización de la Compañía Cubana de Electricidad.

La actividad cultural, presidida por Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, devino sincero homenaje a quienes, al decir del repentista Emiliano Sardiñas, son más fuertes que los huracanes y los terremotos. Junto a él fueron convocados también por el Mincult el coro EntreVoces dirigido por la maestra Digna Guerra, la compañía NC Dance, los trovadores Silvio Alejandro y Rey Montalvo, además del laudista Erwin Bishop, la actriz y declamadora Mirtha Lilia Pedro y la orquesta Adalberto Álvarez y su Son. Agasajaron igualmente a los trabajadores del sector eléctrico una representación de ganadores de premios nacionales de todas las manifestaciones del arte.

El Día del Trabajador Eléctrico conmemora la heroica acción del patriota Antonio Guiteras, con la nacionalización de la Compañía Cubana de Electricidad en 1934.

La ocasión resultó propicia de la misma manera para reconocer el trabajo cultural desarrollado por la provincia de Artemisa y para distinguir con la medalla Ñico López a un grupo de trabajadores de la termoeléctrica Máximo Gómez, por los relevantes resultados obtenidos en su desempeño a lo largo de veinte y veinticinco años.

La ingeniera Gretel Páez Pérez, quien en nombre de todos los galardonados dio lectura a las palabras de agradecimiento, ha trabajado por veintiún años en esta termoeléctrica. Es ingeniera y se desempeña como especialista principal del taller automático. En sus inicios en el sector eléctrico fue jefa de brigada en el propio taller. “Cuando arribamos a este día de celebración, dijo, en lo primero que pensamos es en el compromiso que tenemos y el sacrificio que hacemos diariamente para entregar la mayor cantidad de megawats a nuestro pueblo.

“Estamos conscientes de que los actuales son tiempos verdaderamente difíciles y por ello estamos obligados a crecernos cada día. Mirando hacia atrás quiero ante todo agradecer a aquellos que me precedieron y me aportaron sus saberes y experiencias. También nos vienen a la mente aquellos que lamentablemente ya no están.

“En esta termoeléctrica hemos crecido personal y profesionalmente. Aquí ha transcurrido buena parte de mi vida y aquí estaré mientras posea salud y capacidad intelectual suficiente para continuar trabajando en el perfeccionamiento del sistema eléctrico energético del país”.

Al decir del repentista Emiliano Sardiñas, los trabajadores eléctricos son más fuertes que los huracanes y los terremotos.

Si usted tuviera que definir con pocas palabras, qué es un trabajador eléctrico, ¿qué diría?

“Lo definiría con solo dos palabras: compromiso y amor por lo que hace”.

Por su lado el varias veces galardonado Julio González Martínez, fundador de la termoeléctrica del Mariel. Hoy con ochenta años de edad recuerda que “ingresé a este Centro el 16 de diciembre de 1963. Al principio me desempeñé como operador y gracias a los conocimientos que fui adquiriendo y a los estudios realizados, me gradué de ingeniero eléctrico que fue desde mi juventud mi gran sueño. “Modestamente he prestado mis servicios en distintas termoeléctricas de Cuba y de otros países, entre ellos en Venezuela. Asimismo, en esta termoeléctrica he contribuido como profesor a la formación de muchos trabajadores de este sector”.

En su opinión, un trabajador del sector eléctrico tiene que tener como primera cualidad su consagración al trabajo, jamás sentir miedo y sí, por el contrario, mucha confianza en sus conocimientos y habilidades, conocer a cabalidad la importancia y necesidad de su labor”.

Mientras la ingeniera química Elena Matos Pérez, trabaja en la termoeléctrica hace cincuenta y dos años. Sobradas razones entonces para que asegure que “este lugar es mi vida. Llevo en la sangre la necesidad de ser una trabajadora del Sistema Eléctrico y el amor que siento por mi profesión se lo trasmití a mi hija y a su esposo, y ya mi nieto, quien solo tiene ocho años de edad, aspira a ser también un trabajador eléctrico”.

El coro EntreVoces, dirigido por la maestra Digna Guerra, también participo del homenaje a estos héroes cotidianos.

“Me siento muy comprometida con mi trabajo y estoy feliz por estar aquí celebrando una vez más el día de un trabajador ciertamente muy sacrificado y al propio tiempo importante y halagado, al menos por algunos cubanos conocedores de las carencias que vive la nación especialmente a causa del bloqueo impuesto arbitrariamente por Estados Unidos”.

Por último el joven Carlos Alberto Valdés Arzola, secretario del Comité del Partido de la termoeléctrica Máximo Gómez ─técnico medio en Química y vinculado directamente a la producción de energía─, dijo que un trabajador del sector eléctrico “reúne en sí mismo muchos y grandes valores entre los que no faltan la consagración, la valentía y su deseo inmenso de contribuir al beneficio de los demás”.

La ocasión resultó propicia para reconocer el trabajo cultural desarrollado por la provincia de Artemisa.

Todos agradecieron al Ministerio de Cultura por este excelente regalo que sabemos ha entregado también a trabajadores de otras termoeléctricas. Y humildemente coincidieron en afirmar que aunque muchos consideran como hazañas el esfuerzo realizado sobre todo en los últimos tiempos, los trabajadores del sector eléctrico no han hecho sino cumplir con su deber y que por muy grandes que sean los contratiempos, los desafíos y las adversidades, las críticas o los elogios, seguirán siempre, sin descanso, empujando este, su país.

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