Reconocida entre las cinco ciudades artesanales de América y única en Cuba que ostenta esa condición, Trinidad, en la provincia de Santi Spíritus, hace honor a tan alto reconocimiento en la XXVI edición de la Feria Internacional de Artesanía (Fiart), con una multiplicidad de piezas caracterizadas en su totalidad por su elevado nivel estético e incalculable belleza. Mery Viciedo es una de sus mayores exponentes.

Fundadora y directora del proyecto “Siempre a mano”, esta experimentada artesana refirió en exclusiva que si bien mientras fue trabajadora activa “practicaba esporádicamente la artesanía gracias a los conocimientos que había heredado de mis antecesoras, cuando me jubile me dediqué por entero a las manualidades y a reunir un grupo de personas, mujeres esencialmente, dedicadas también a esta actividad. Así surgió, hace unos veinte años, este proyecto que algunos llaman igualmente “Las agujas trinitarias”.

Pequeña muestra de algunas de las piezas creadas por las talentosas agujas de Siempre a Mano. Imagen: Tomada del perfil de Facebook del proyecto socio-cultural Siempre a mano

“Tengo la gran dicha de vivir en Trinidad. Residir en esa ciudad es todo un privilegio. Ella nos ha dado inspiración, saberes y especialmente confianza en la labor que desempeñamos. Trinidad guarda en cada uno de sus rincones, incluso hasta debajo de las piedras, un caudal de conocimientos y la artesanía es uno de los oficios más practicados y el que tiene mayor tradición porque ha sido trasmitido de generación en generación.

“Aunque Mery Viciedo ha participado en varias oportunidades en Fiart como invitada, es en esta XXVI que asiste en calidad de expositora. En su concurrido stand pueden apreciarse “prendas de vestir para niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, confeccionadas en tela de hilo, bambula y otros muchos tejados, ajuares de mesa, bufandas y, por supuesto, nuestra cubanisima guayabera elaborada con distintos diseños y tejidos y para todas las edades.

“Estas piezas no fueron creadas solo por mí, sino también por consagradas artesanas que forman parte del proyecto. Desde hace mucho tiempo me he dedicado a enseñar y a perfeccionar todo lo relacionado con la técnica de la aguja en Trinidad.

“En ese proceso de aprendizaje no excluyo a nadie. Lo mismo enseño a una niña estudiante de una escuela primaria, que a una persona de avanzada edad recluida en su propia vivienda o en un hogar de ancianos”.

Como uno de los mayores logros del proyecto “Siempre a mano”, que tiene su sede en el Museo municipal de Trinidad, Mery Viciedo destacó el uso en sus creaciones del hilo de seda “que felizmente conseguimos con la colaboración de especialistas de la estación experimental Indio Hatuey, en la provincia de Matanzas. Además de dar más belleza y colorido a nuestras piezas, el hilo de seda se produce en nuestro país y por tanto representa una gran ventaja porque nos permite reducir en buena medida la dependencia de las importaciones”.

“Lo mismo enseño a una niña estudiante de una escuela primaria, que a una persona de avanzada edad (…)”.

Y a ese importante logro del proyecto “Siempre a mano”, objeto de frecuentes visitas y gestos de admiración por quienes acuden a Pabexpo por estos días, se suma la puesta en práctica de una de sus mayores aspiraciones: llevar a zonas rurales de Trinidad esta especialidad de la artesanía renovada por manos prodigiosas, que está basada “en la técnica del calado. Consiste en retirar hilos del tejido original y en su lugar ir introduciendo nuevos hilos que van conformando los más disímiles diseños, aquellos que queremos o que nos han solicitado y que trasmiten las más diversas expresiones”.

Y no menos elevado es el nivel estético y creativo de las piezas, obras de arte en realidad, que muestra en su stand de Pabexpo el proyecto “Cuba, arte en madera”,creado y dirigido por el multipremiado artesano Jorge Luis Milán.

El colectivo de artesanos artistas de este proyecto fundado en Pinar del Río hace tres décadas, es el autor de alrededor de una decena de obras hechas con recorterías de cedro, empleando técnicas como ebanistería, tallado en madera, marquetería, serigrafía y artes plásticas.

Humidores elaborado por los artistas de Cuba, arte en madera. Imagen: Tomada de la ACN

“Hemos traído a la Feria una colección de nuestras creaciones. Entre estas destacan una mesa donde se tuercen los tabacos, representativa de su proceso productivo que justamente comienza en ella. Asimismo, varios tipos de humidores de diferentes tamaños y diseños y cuyas capacidades oscilan desde 250 robustos hasta los más pequeños que pueden conservar solo dos o tres y estuches para un solo robusto”, explicó Johana Ramírez Veloz, representante de “Cuba, arte en madera”.

Seguidamente dijo: “Quienes visitan nuestro stand quedan asombrados, por ejemplo, ante un humidor trabajado magistralmente por nuestros creadores que tiene forma de vitrola y que lleva en su interior una pequeña caja de música.

“De la misma manera ante otra obra que es una replica con todos sus aditamentos de una casa de tabaco, con capacidad para conservar cincuenta robustos. Y su admiración crece aún más ante una de nuestras obras más hermosas: la réplica de la iglesia de Trinidad. Igualmente ante estuches que tienen la forma de un libro o de un baúl. Este último hecho a propósito del aniversario 500 de la fundación de la Habana. Todas son producciones hechas en cedro que es la madera que mejor conserva la calidad de los tabacos”.

La excelencia de las creaciones de este talentoso grupo artístico, que basa sus producciones en los principios de la economía circular, es reconocida dentro y fuera de Cuba. Habitualmente son invitados a los festivales del Habano y entre sus múltiples galardones sobresalen el premio a la Excelencia artesanal y el Mejor exportador del Fondo Cubano de Bienes Culturales, conferido en 2015. Más recientemente, en el contexto de la XXVI edición de Fiart, su principal gestor Jorge Luis Milán recibió el reconocimiento “Por la obra de la vida”.

“En el barrio El Rancho, en Pinar del Río, destacó por último Johana Ramírez, radica nuestro proyecto. Allí contamos con una sala expositiva donde mostramos al público una selección de las creaciones realizadas por Cuba, arte en madera. Allí también funciona nuestro taller que todo el que nos visita puede ver el proceso creativo de cada pieza, hecha totalmente a mano”.

Tanto Mery Viciedo como Jorge Luis Milán, gestores y exponentes de un arte genuino, coincidieron al afirmar que no obstante las dificultades presentadas, la mayoría inherente al complejo escenario que vive el país, la Feria tuvo un desarrollo exitoso.

Su XXVI edición demostró una vez más su capacidad para reunir a creadores, académicos y público. Fue realmente una fiesta colmada de tradiciones y cubanía que fomentó el intercambio de saberes y sobre todo un diálogo un tanto más alejado de cuestiones comerciales. Así se convirtió en un evento más reflexivo y cultural que hizo posible el enriquecimiento y fortalecimiento de la artesanía cubana y reforzó su rol como un componente esencial del patrimonio cultural y artístico de nuestra nación.