Recibe Carole Rosenberg Coral de Honor de 45 Festival de Cine

Por su contribución a la promoción de la cultura cubana a escala internacional, Carole Rosenberg, fundadora del Havana Film Festival New York (HFFNY), recibió de manos de Tania Delgado Fernández, directora del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el Coral de Honor de esta 45 edición.

Rosenberg agradeció en la ceremonia inaugural de la cita cinematográfica el reconocimiento recibido, que ha sido concedido a pocas personas en estos 45 años. “Representa no solo un hito personal sino un testimonio del poder duradero del arte y de la trascendencia del diálogo cultural”, dijo.  

Según la artista, su experiencia en el Havana Film Festival ha sido transformadora y le ha enseñado el valor de llevar hasta Nueva York filmes de Latinoamérica, especialmente de Cuba, para fomentar el diálogo y el entendimiento mutuo. “El cine sirve de puente para recordar nuestra humanidad compartida”, aseguró.

“El Havana Film Festival de Nueva York es más que un evento, es un legado. Ocupa un papel fundamental en destacar la riqueza del cine latinoamericano. Se ha convertido en un faro que atrae públicos deseosos de conocer historias que resuenan profundamente. Es un espacio donde el arte florece y se escuchan voces que ahora son amplificadas”, expresó Rosenberg.

“El cine sirve de puente para recordar nuestra humanidad compartida”.

La galardonada evocó los momentos fundacionales del HFFNY en 1999. Precisamente, dijo, el HFFNY es un legado y el más antiguo que promueve la creación audiovisual latina en la ciudad de Nueva York y en el que se exponen las profundas raíces de la región. 

“Me enamoré de esta isla y de la inagotable pasión de sus artistas, quienes desde cualquier manifestación irradian amor y orgullo a pesar de las dificultades y las presiones políticas externas”, comentó la artista estadounidense al referirse al calor con que siempre la han recibido los cubanos.  

Finalmente, agradeció a sus homólogos del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana por reconocer la importancia del intercambio cultural. “Seguiré apostando por un mundo más inclusivo, de mentalidad abierta y que considere al arte como piedra angular del desarrollo de la humanidad”, concluyó Rosenberg.