Ikigai: sentido de la vida, el amor y la armonía
Con más de medio siglo de carrera artística, el maestro Alberto Lescay Merencio prestigia con su presencia en la capital a la villa de San Cristóbal de La Habana en el aniversario 505 de su fundación.
“Para mí es un gran honor que se haya escogido una fecha tan significativa como el 16 de noviembre para dejar inaugurada esta exposición, que podría traducirse como un llamado a la vida, al amor y a la armonía”, dijo en exclusiva el dibujante, pintor y escultor Alberto Lescay, acreedor, entre otros muchos lauros, del Premio Nacional de Artes Plásticas en 2021.
La muestra, que se exhibe en la embellecida Casa de Asia en La Habana Vieja, como resultado de una reciente restauración, fue abierta al público en el contexto de la XV edición de la Bienal de La Habana, prevista del 15 de noviembre al 28 de febrero de 2025. Está conformada por unas veinte obras y resulta una especie de resumen. Integra series y obras hechas con materiales como acrílico sobre lienzo.
Frescos y poéticos dibujos de gran formato al estilo de pergaminos japoneses, fueron concebidos meses atrás por este reconocido autor en su natal Santiago de Cuba y durante su estancia en Japón.
“Ikigai, que es el nombre de esta exposición, es un término asiático originario. Es sinónimo del sentido de la vida, del amor, de la armonía. Ojalá algo de ese espíritu haya quedado atrapado en esta muestra para mayor disfrute del público.
“Para mí ese término sintetiza el espíritu de lo asiático en el sentido estético, filosófico y humano. Justamente ha sido esa la motivación fundamental para este conjunto de obras que incluye dibujos y pinturas. Con ellas he tratado de acercarme a ese espíritu y a esa forma de trabajo en la que tiene mucha presencia la impronta, el momento en que uno se encuentra, y que le traslada a la obra, al soporte, ya sea papel o lienzo. Esos sentimientos que uno también carga de manera espontánea.
“Desde hace varios años, quizás unos veinte, he asumido esta manera de trabajar. Esta, podríamos decir nueva, proyección es el resultado de algunas visitas realizadas a Japón, que me permitieron comprender que el ambiente, el entorno que observé allí tenía mucho que ver conmigo, que esta filosofía tenía mucho que ver no solo con mi obra, sino también con mi vida”.
Ikigai abrió sus puertas al público a pocas horas de haber sido inaugurado el mayor y más importante evento de las artes visuales en nuestro país y, en alguna medida, en el sur global. Para Alberto Lescay, un consagrado maestro y obligado referente de las artes plásticas cubanas, ¿qué representa la Bienal de La Habana?
Considero que es un acontecimiento de carácter internacional de extraordinaria relevancia y que, por tanto, estamos obligados a defender. El arte cubano es muy universal, muy fuerte, goza de gran reconocimiento en el mundo entero, de ahí la respuesta inmediata que dan los creadores a su convocatoria.
A mi juicio, la Bienal es el espacio perfecto para intercambiar, para confrontar y sobre todo para dar a conocer las obras de creadores de las más diversas regiones del planeta.
¿Y las artes plásticas santiagueras, en qué estado se encuentran?
Las artes plásticas santiagueras, pujantes como siempre, con mucha fuerza y vitalidad. Seguimos contando con muchos artistas poseedores de gran talento y deseos inmensos de trabajar, lo mismo en la cerámica que en la pintura y la escultura. En Santiago de Cuba puede apreciarse un fuerte y amplio ambiente creativo. Y para mayor regocijo en la ciudad existen un número considerable de galerías que acogen frecuentemente las obras de diversos creadores.
Según las declaraciones de este talentoso y prestigioso artista, autor de casi un centenar de exposiciones exhibidas en Cuba y el extranjero, los habaneros y los cubanos en general no tendremos que esperar mucho tiempo para ser sorprendidos nuevamente con sus creaciones.
Como parte del programa de la XV edición de la Bienal de La Habana y del proyecto Detrás del muro, que tiene como principal escenario el malecón habanero, “colocaremos, dentro de quince o veinte días, el monumento que realicé a José Antonio Aponte. Una obra en la que trabajé durante muchos años.
“La escultura hecha en bronce fundido, será colocada en el mismo sitio donde este símbolo de la rebeldía de los negros y mulatos nativos y sus seguidores fueron decapitados”.
La bienvenida entonces una vez más a nuestra querida villa de San Cristóbal de La Habana a este prolifero creador, orgullo de los santiagueros y la cultura de toda una nación.