Danza Contemporánea de Cuba (DCC), dirigida por el maestro Miguel Iglesias, celebrará el aniversario 65 de su fundación con uno de sus más populares espectáculos: Carmina Burana, que ya alistan hoy para sus próximas presentaciones.

Esta creación coreográfica de George Céspedes volverá a la sala Avellaneda del Teatro Nacional de esta capital los días 27, 28 y 29 de septiembre, de acuerdo con un comunicado de la agrupación.

“Fundada por el maestro Ramiro Guerra, DCC a sus 65 años continúa defendiendo las raíces de la danza clásica y la cultura afrocubana”.

Céspedes concibió junto a los bailarines de DCC una pieza vistosa para todo el cuerpo de baile; un entramado complejo, que apuesta por los unísonos y el canon, y se integra a un espectáculo múltiple en el que música, proyección visual y movimiento confluyen armoniosamente, añadió la nota.

Esa puesta ha sido ampliamente reconocida por la crítica y el público dentro y fuera de la Isla, particularmente en México, donde recibió dos veces el Premio Luna y resulta una propuesta habitual en el Auditorio Nacional de ese país, detalló.

Carmina Burana, un espectáculo múltiple en el que música, proyección visual y movimiento confluyen armoniosamente.

La coreografía de Carmina Burana se realizó sobre una de las más célebres composiciones sinfónicas de todos los tiempos: la cantata homónima del compositor Carl Orff, que abarca una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII, reunidos en un manuscrito encontrado en Alemania en el siglo XIX.

En estos poemas se resaltan el placer de vivir y el interés por los goces terrenales: el amor carnal y el disfrute de la naturaleza; y en su momento, constituyeron una crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos. DCC actualiza esos presupuestos, sin traicionar las esencias.

Con esta nueva temporada, la compañía rendirá tributo a sus fundadores y a todos los que integraron sus filas.

Danza Contemporánea de Cuba es “la madre nutricia de las compañías de danza cubanas”.

Fundada por el maestro Ramiro Guerra, DCC a sus 65 años continúa defendiendo las raíces de la danza clásica y la cultura afrocubana, una fusión que le permitió crear un estilo auténtico y la convirtió en “la madre nutricia de las compañías de danza cubanas”.

El colectivo defiende un variado repertorio a tono con las tendencias actuales de la especialidad a nivel internacional y fomenta el intercambio y la colaboración con coreógrafos y bailarines de Cuba y el mundo.

Además, en su nómina registra más de 90 giras por países de América, Europa, Asia y África, así como presentaciones en los más prestigiosos festivales del orbe.

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