Crónica de Invictos, un homenaje a la Agencia Central Revolucionaria
El campamento estaba tranquilo hasta que varios tiros aislados sacaron a unos, de momentos de charla plácida y a otros, del probable sopor que surge luego del almuerzo por magro que hubiera sido. De inmediato, varias descargas y gritos de “¡fuego!” pusieron a todos en alarma de combate.
El General, al no contar a mano con sus ayudantes, preparó los arreos de su bestia, salió al frente de sus hombres como una tromba para el contraataque y avanzó, con absoluta resolución, sobre uno de los flancos de las fuerzas atacantes, salvando el obstáculo que constituía el muro de piedras que servía de límite a la finca donde se encontraban.[1]
El fragmento inicial, narra los minutos previos a la batalla de San Pedro, acontecimiento que guarda el trágico desenlace de la caída en combate de Antonio Maceo Grajales.
La genialidad cubana de Jorge Junco Martínez ha convertido ese pasaje de las luchas por la independencia de Cuba en una crónica policial que, con total rigor histórico, se atiene a los hechos acontecidos desplegando una trama llena de intrigas y traiciones, en la que priman la búsqueda de información y el protagonismo de las direcciones de la Inteligencia y Contrainteligencia. Se trata de Crónica de Invictos, la novela histórica del momento, publicada en 2024 por Editorial Capitán San Luis con edición de Vivian Lechuga.
La Jiribilla, dialogó con el autor para conocer en profundidad acerca de Crónica de Invictos, obra que desde las primeras páginas invita a leer sin pausa.
Jorge Junco Martínez tiene un modo de hablar pausado, que denota tranquilidad extrema, y rápidamente se lo reconoce como un experto en llevar adelante una conversación. Comenta que se graduó en Economía, en la Universidad de La Habana porque es “fanático de los números y los cálculos”. Sin embargo, su otra pasión es la Historia, de manera tal que, por esos caminos anda en la actualidad como escritor, guionista de Radio Progreso y de la serie Tras las Huella en la TV cubana. Es el responsable de la sección histórica de la emisora. Por otra parte, ha investigado a fondo la cuestión del bloqueo de Estados Unidos y la extraterritorial Ley Helms Burton, motivo por el cual le consultan y difunden sus materiales sobre ese tema. En los últimos años se ha desempeñado como presidente de la filial Centro Habana de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) y también es miembro de la Uneac. Como si todo esto fuese poco, tiene el privilegio de ser hermano de Tito Junco, uno de los grandes actores de la escena cubana, reconocido a nivel mundial y muy recordado por el pueblo de Cuba.
Crónica de Invictos, según Junco, es un homenaje a la Agencia General Revolucionaria, un organismo clandestino fundado por José Martí y el General Máximo Gómez en 1895. Sus agentes fueron capaces de obtener todo tipo de información y se encargaron de hacer llegar la correspondencia mambisa a sus objetivos, dieron apoyo logístico, traslado de armas, municiones, alimentos, medicinas, ropa y calzado, infiltrados en las filas españolas para detectar traidores, recibir y atender emisarios del campo insurrecto y del exterior, es decir, atender las necesidades de los que estaban en la lucha.
La novela llevó a Junco Martínez casi treinta años de investigación para lograr encastrar cada una de las piezas que presenta la trama. “Está centrada en la muerte de Maceo, pero lo más importante que se narra es determinar dónde fueron enterrados sus restos y los de Panchito Gómez. Este hecho reviste importancia vital para todos. Para los cubanos esa importancia era que no cayeran sus cuerpos en manos de los enemigos, para los españoles significaba recuperarlos y mostrarlos como prueba de victoria y para la prensa norteamericana revestía una importancia informativa, una noticia que les servía dar a conocer”, explica con todo detalle.
El hilo histórico es narrado por un personaje real, que va desentramando los hechos, se trata de la figura de José Pons Naranjo,[2] agente que dirigió la Agencia General Revolucionaria y siguió de cerca la desaparición de los cuerpos de Antonio Maceo y Panchito Gómez, hijo de Máximo Gómez, luego de la batalla de San Pedro. ¿Dónde fueron enterrados los cadáveres? ¿Quiénes los rescataron del campo de batalla? ¿Quién determinó dónde debían ocultarse los cuerpos? ¿Qué rol jugó la Agencia General Revolucionaria?
El género novela histórica es un encuadre de escritura difícil de lograr, ya que es necesario partir de hechos históricos reales y agregar otros elementos que permitan mantener la tensión a lo largo de la obra para el disfrute de lectores y lectoras. Como afirma Junco: “En el caso de Crónica de Invictos, los hechos que se narran ocurrieron en la vida real y lo que intento es aprovechar los intersticios, los espacios que deja el relato histórico, para introducir a partir de las contradicciones nuevas reflexiones acerca de los dichos de unos y otros, las decisiones de unos y otros, aprovechar sobre todo los elementos que han sido probados por el devenir histórico, otorgándoles un nuevo punto de vista, una nueva lectura o revalorización de las situaciones y protagonistas”.
La novela está centrada en la muerte de Maceo, pero lo más importante que se narra es determinar dónde fueron enterrados sus restos y los de Panchito Gómez.
Hasta el momento las presentaciones de la obra se han realizado en el Centro de Estudios “Fidel Castro Ruz” —el 14 de junio, fecha del natalicio de Antonio Maceo—, y el 4 de julio en la Fragua Martiana. El autor guarda grandes expectativas, con la posibilidad de que su obra llegue a la Feria del Libro de Santiago de Cuba para 2025, de acuerdo a lo que la Editorial Capitán San Luis tendría previsto.
Todo parece indicar que Crónica de Invictos es un material literario ideal para ser llevado a las aulas cubanas pues su formato amigable da cuenta de un acontecimiento fundante de la historia de Cuba, que aporta a la actualización y resignificación mediadas por la enseñanza. La obra se convierte en una gran oportunidad para que las nuevas generaciones exploren y conozcan más acerca de la figura de Antonio Maceo y los hechos posteriores a la batalla de San Pedro, presentados desde la particular mirada de Jorge Junco Martínez.
Sobre el final, un dato de interés. Antonio Maceo nació un 14 de junio, el mismo día de Ernesto Che Guevara. En este 2024, en Cuba, se han celebrado ambos nacimientos. El Titán de Bronce y el Guerrillero Heroico unidos por sus natalicios. Uno santiaguero y mambí, argentino-cubano e internacionalista el otro. Revolucionarios y rebeldes… siempre.
Notas:
[1] Crónica de Invictos. Jorge Junco Martínez, Editorial Capitán San Luis, Cuba.
[2] El agente General Luis, seudónimo del santaclareño José Candelario Pons y Naranjo, fue un colaborador clandestino en la Isla, quien desde finales de la década del setenta del siglo XIX desarrolló una intensa labor de inteligencia como periodista fundador de la Agencia General Revolucionaria de Auxilio y Comunicaciones (AGR), bajo las órdenes de Máximo Gómez. Esta organización funcionó durante toda la Guerra del 95 como centro de coordinación del aparato de lucha clandestina para apoyar la causa independentista. Entre los años 1915 y 1919, Pons fungió como director de Patria y Libertad.