Aunque fue inaugurada oficialmente en la Sala Villena de la Uneac el 27 de mayo, la trigésima edición del Festival internacional de Poesía de La Habana desarrolla su amplio y variado programa de actividades desde los primeros días del propio mes.

En ese sentido, Alex Pausides, presidente del Comité organizador y fundador del Festival, aseguró: “hace treinta años nos acompañan más de un centenar de ciudades del mundo que leen con nosotros durante todo el mes de mayo y en esta oportunidad no ha sido diferente. Precisamente por estos días estamos culminando esa lectura planetaria iniciada hace casi un mes”.

Pero esas lecturas en las que ha prevalecido la belleza de las palabras, también han tenido lugar dentro de nuestras fronteras, “y en el oriente de nuestro país, exactamente en la provincia de Guantánamo, se efectúan lecturas, presenciales o virtuales, desde el 6 de mayo.

“Asimismo, en Pinar del Río, provincia situada en el extremo más occidental de la isla, es justo destacar el esfuerzo realizado por poetas y escritores. Allí se realizaron lecturas de poesía en unos nueve centros de trabajo, en más de una veintena de centros estudiantiles y en varios municipios y barrios.

“En esa provincia residen grandes exponentes de la poesía y la literatura en general, de ahí el gran entusiasmo y beneplácito con que fue recibida la apertura de la Escuela de Poesía, inaugurada en medio de una cálida fiesta que protagonizaron los creadores, las instituciones y todos los lugareños.

A propósito, en el transcurso de este año se han creado escuelas de poesía en las provincias de Granma, Holguín y Matanzas y en el contexto de esta edición treinta del Festival, en Pinar del Río y La Habana.

“(…) la poesía es un viaje a la búsqueda de la belleza y un medio de comunicación con los otros”.

De tal suerte, “podemos decir que el Festival es una acumulación de muchas voluntades, de muchos esfuerzos y generosidades. Su programa es una larga agenda muy bien concebida que estamos convencidos dará respuesta a los propósitos que nos trazamos para este nuevo encuentro”.

Y porque “la poesía es un viaje a la búsqueda de la belleza y un medio de comunicación con los otros”, al decir de Alex Pausides, prestigiosos poetas de más de una treintena de naciones participan en esta importante cita, dedicada en esta ocasión a la poesía africana y al 90 aniversario del natalicio de la investigadora, etnóloga y escritora Natalia Bolívar.

África, un continente con el cual está en deuda una buena parte del mundo, resulta una idea de la que se han apropiado la mayoría de los poetas que asisten al Festival. La fortaleza y trascendencia de su cultura ha sido centro en varias mesas de lectura y defendida por grandes poetas procedentes de Kenya, Sudán, Burkina Fasso, Argelia y Nigeria, entre otros.

Y también África, y de una manera muy especial Palestina, fueron evocadas desde la lírica durante la celebración del Encuentro de Poetas en Defensa de la Humanidad, una de las actividades más significativas contempladas en el programa de esta cita devenida un llamado a la paz y a la solidaridad. En su programa se previó igualmente una velada inaugural en la Basílica del Convento de San Francisco de Asís, precisamente el sitio donde nació este encuentro tres décadas atrás.

Algunos momentos del Festival de la Poesía. Collage de Prensa Latina

No han faltado tampoco las lecturas de poesía en lenguas originales, una actividad que ya identifica al Festival, junto con las presentaciones y ventas de libros y la programación de conciertos a cargo de reconocidos trovadores.

Lecturas de poesía contemporánea han tenido lugar en emblemáticas instituciones y sitios de nuestra capital, como el Museo de Artes Decorativas, la calle de madera del Centro Histórico, la Casa del Alba, la Casa de la Poesía, la Uneac y el Centro Fidel Castro, por solo mencionar algunos.

Un momento relevante de estos días en los que la poesía ha tenido la palabra, fue la entrega del Premio CubaPoesía 2024 a la destacada poetisa y escritora Basilia Papastamatíu, ganadora de este importante galardón con su título Así. De la misma manera, el Comité organizador del Festival reconoció a un grupo de creadores e instituciones con la distinción Cuba poesía al mérito cultural, por su labor en la promoción de este género literario y potenciar su relación con otras artes.

Tanto como en las anteriores, la trigésima edición del Festival Internacional de Poesía de La Habana considera como una necesidad acercar obras y poetas a diferentes públicos y fundamentalmente estimular en los jóvenes la práctica de la poesía y en general los hábitos de lectura. Por ello se convierten en las principales sedes de este encuentro que se extenderá hasta el primero de junio, preuniversitarios y universidades, instituciones culturales, centros de trabajo, además de barrios y comunidades.

“Un momento relevante de estos días en los que la poesía ha tenido la palabra, fue la entrega del Premio CubaPoesía 2024 a la destacada poetisa y escritora Basilia Papastamatíu”. Foto: Madeleine Sautié/Periódico Granma

En tiempos de insuperables necesidades y privaciones provocadas por el período especial, surgió el Festival de Poesía de La Habana. Su propósito inicial fue, esencialmente, en palabras del poeta Alex Pausides, “que no se desarticulara la comunicación con los poetas latinoamericanos.

“Cómo a pesar de las dificultades y carencias que vivíamos en Cuba, la poesía podía salvar, podía comunicar. Y ese afán original de comunicarnos con creadores de América, del Caribe y del mundo, se ha mantenido”.

Actualmente, y en cada edición celebrada, los participantes nacionales y extranjeros, junto a sus organizadores, han convertido el Festival Internacional de Poesía de La Habana en un sólido evento de alcance y prestigio mundial.

No es entonces desacertado afirmar que todos, con su mancomunado accionar, son en la práctica incesantes batalladores para que la lírica se adueñe de la inmensa mayoría de las personas que habitamos el planeta. Aunque lo ideal sería que el Festival tuviera una duración no de una semana, de un mes o de un año, sino que perdurara siglos para que la poesía tuviera siempre la palabra y consiga definitivamente sazonar el mundo.