Desde hace cuatro años, el proyecto independiente de emprendimiento cultural LaJeringa, nacido el 31 de enero de 2020, justo dos meses antes de que todo se paralizara en el mundo por la pandemia de la COVID-19, viene gestando diversas actividades artísticas correspondientes a su naturaleza juvenil, en fin, promoviendo cultura participativa en general.

A partir del pasado año La Jeringa se hizo más visible, creció en fuerzas y direcciones de su labor.

Conozco a su grupo rector, encabezado por la inquieta y dinámica Annette Granda Barroso, Ann, y sé de las buenas vibras e intenciones que lo animan. Es, por demás, un proyecto cultural sin ánimos de lucro, y como dice en sus propios enunciados, “Practica la autosostenibilidad, el trabajo colaborativo y el pensamiento colectivo como principios básicos para su desarrollo”. Toda una declaración de intenciones.

A partir del pasado año La Jeringa se hizo más visible, creció en fuerzas y direcciones de su labor y comenzó a diseñar otras actividades, siempre con la principal atención a la creación de arte, literatura y cultura general en su mira.

La Jeringa fue reconocida por el Fondo de Arte Joven, plataforma cultural para la promoción del arte cubano emergente y el apoyo a emprendimientos culturales, perteneciente a COSUDE.

Su amplio espectro de actividades culturales van desde armar buenas exposiciones de artes visuales con artistas noveles, organizar entrevistas en vivo con artistas e intelectuales reconocidos para que interactúen con los jóvenes, promover a cineastas que apenas comienzan su obra, eventos musicales con DJs, animar el Cine Club Kinocúlate, la columna Patio Interior, el Laboratorio literario Letra Inyectada, el TED Jeringuero, en fin, un grupo de sinergias con sostén en la creación de actividades artísticas y literarias.

He acompañado a estos infatigables jóvenes en algunas de sus eventos y puedo dar fe de la limpieza y buena gana con que trabajan y las dificultades que confrontan al batallar desde la condición de autosostenibilidad e independencia que los distingue. Recuerdo ahora especialmente los obstáculos que tuvieron que vencer para organizar la entrevista en vivo y en público con el reconocido escritor Leonardo Padura en la espléndida terraza del restaurant La Guarida. Fueron muchos los contratiempos de última hora que solo la serenidad y presencia de ánimo de Ann y su equipo pudieron sortear. Aquello se repletó de personas, la mayoría jóvenes, que escucharon con mucha atención al autor de El hombre que amaba los perros, por espacio de casi dos horas.

En su amplio espectro de actividades culturales incluye armar buenas exposiciones de artes visuales con artistas noveles.

Luego vino una actividad similar con otro escritor laureado y muy leído, Pedro Juan Gutiérrez, esta vez en la Fundación Ludwig de Cuba, que también fue de asistencia nutrida y mayoritariamente juvenil. En ambos casos hubo buenas repercusiones mediáticas. La presencia de la profesora Magui Mateo, el historiador Pedro Pablo Rodríguez y el poeta Omar Pérez, entre otros invitados a dialogar, demuestra la seriedad y pluralidad de sus propuestas.

Ahora se propusieron una revista anual, de título homónino al emprendimiento, la que, al menos al principio, tendrá esa frecuencia. Su primer número fue presentado en el Estudio-Taller del artista visual Wilfredo Prieto y fue todo un éxito. Muy bien diseñada, fresca, juvenil, con artículos de contenido serio y sustancioso, este dossier cultural tendrá, apuesto por ello, mucha suerte en su andadura entre los lectores. Han contado con el apoyo de algunas instituciones del sistema de la cultura, mientras que otras, las menos, debieran sumarse al apoyo. 

La Jeringa promueve cultura participativa en general.

Los festejos que han organizado para autocelebrarse bajo el título de “IV Dosis”, es decir, una inyección de cultura y arte, se desarrollaron en estos cinco meses del año, y hablan de buen gusto y ganas de divertirse mientras gestan eventos de calidad cultural. No existe espacio para la chabacanería y el mal gusto en sus realizaciones.

La Jeringa fue reconocida por el Fondo de Arte Joven, una plataforma cultural surgida en 2023 para la promoción del arte cubano emergente y el apoyo a emprendimientos culturales, con énfasis en las artes y la música perteneciente a COSUDE (Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación).

Siempre con la principal atención a la creación de arte, literatura y cultura general en su mira.

Las actividades realizadas para celebrar el cuarto aniversario se completaron, además, con una fiesta con DJs en el Hotel Capri, después con una peculiar exposición, titulada Cuál es tu felicidad, inspirada en trabajos de work in progress. Finalmente, realizaron el concierto con la agrupación Ron con Cola (la que lleva siete años practicando la denominada música alternativa, es decir, mezclas, coreografías y mucho sonido de cuerdas y metales tipo jazz band). Y con una actividad festiva en la Oficina Nacional de Diseño Industrial (ONDI) en días pasados, culminaron sus festejos.

Creo en La Jeringa, es como la punta de avanzada de lo que puede ser el emprendimiento en el ámbito cultural en nuestra sociedad. Poseen la determinación para llevar a término lo que se proponen y eso es fundamental, juventud, ganas de aportar, instrucción personal, conocimiento de nuestras mejores tradiciones artísticas y de la Historia cubana, correcto sentido de la creación, todo eso se funde en las energías y sinergias que caracterizan a los jeringueros.

Ahora se propusieron una revista anual. Su primer número fue presentado en el Estudio-Taller del artista visual Wilfredo Prieto y fue todo un éxito.

Ya hay muchos ojos puestos en este emprendimiento, solo deseo que sean buenas miradas las que estén recibiendo y que les ayuden en seguir adelante. Hasta ahora todo lo que han gestado es positivo, útil y enriquecedor, ojalá sigan con esas vibras.

Como ellos anuncian, la “IV Dosis” de esta inyección de arte y cultura está ya hincando la piel de nuestra cultura. Ellos prosiguen, muy inspirados y motivados. Bienvenida dicha dosis.