La confluencia de diferentes generaciones es una particularidad de la quinta edición de HB. Muestra de Arte Cubano Contemporáneo, según Jorge Alfonso, director de la empresa Génesis, Galerías de Arte, entidad organizadora del evento. Hasta la cuarta edición de HB… no había una presencia significativa de jóvenes.
La galería La Nave y el edificio Sarrá, en La Habana Vieja, exponen desde el pasado martes obras de artistas emergentes y de estudiantes de las escuelas de artes. Innovadora y diversa, así como los jóvenes creadores cubanos, con códigos y maneras distintas de contar la realidad, es la muestra que se exhibe en ambos edificios. “La exposición abarca la multiplicidad de manifestaciones y el trabajo de los artistas: el grabado, la fotografía, la pintura…”, dijo en esta misma línea Arianna Cobas Alemán, especialista de Génesis.
A partir de esa misma diversidad de conceptos y estéticas, la curaduría se dispuso dejando gran distancia entre las piezas para revelar el abanico más amplio posible del arte emergente cubano. Según Yoandra Lorenzo Ramos, directora de La Nave y curadora en la muestra en Sarrá, en este último lugar la organización de la exposición fue más difícil porque es un espacio atípico para realizar este tipo de intervenciones. No obstante, se logró un equilibrio en cuanto a técnicas, manifestaciones y formatos.
La muestra en el edificio Sarrá abarca obras de 23 artistas que pertenecen a La Nave y otros que vienen despuntando en la escena visual contemporánea cubana con una obra interesante. Daniela Águila, Daniel Antón, Alejandro Baró, Reinaldo Cid, Nadia Díaz, Gabriel Fabelo, Rolando Galindo, Lisandra Isabel García, Leomar González, Oslendy Hernández, Yunior La Rosa, Alejandro Lescay, Daniel Madruga, Sergio Marrero, Miriannys Montes de Oca, Harold Ramírez, Jarol Rodríguez, Aldo Soler, Claudio Sotolongo, Yoxi Velázquez y Carlos Zorrilla figuran en esa lista.
En La Nave —una extensión de la muestra de la galería Servando— exponen los artistas Diana Almeida, Liesther Amador, Mario Enrique Briño, Ioán Carratalá, Giselle Gallego, María Fernanda Chacón, Clara Massó, Andy Mendoza, Yeinier Nuñez (Wajiro) y Yamil Orlando.
Yoandra Lorenzo Ramos dijo que eventos de este tipo, si bien tienen una marcada intención comercial, son una vitrina para mostrar lo que están haciendo los artistas jóvenes, una oportunidad para que el público conozca por dónde se mueven sus conceptos estéticos.
Después de la ilusión de Reinaldo Cid
El artista del lente, Reinaldo Cid, expone en el edificio Sarrá su obra Después de la ilusión, una impresión por contacto en plata gelatina de diapositivas de color.
“Usé diapos creadas por otros fotógrafos (compradas en un anticuario) para generar una imagen en blanco y negro. En el laboratorio de fotografía se colocó la diapo encima de un papel, se le dio un golpe de luz y se hizo una transcripción de la imagen básica que se puede ver en la pieza”, explicó el artista sobre cómo logró la obra.
Según expuso, lo interesante del proceso es que la impresión por contacto no permite casi manipulación, o sea, no hay trabajo de sombreado. Es una transcripción directa de la matriz a la huella, y aun así se genera una imagen totalmente diferente.
“El título parte de la metáfora ¿qué queda después de la ilusión?, pues queda más ilusión aún. Es la pretensión de la fotografía como sustituta de la realidad, pero siempre el resultado de esa construcción es una ilusión”, refirió Cid.
Las diapos están montadas en la pieza a partir de los alfileres originales que se usan en tomología para colocar los insectos en las colecciones, técnica que según el artista alude a la sustitución de la realidad en la pieza.
Para Cid, más allá de la oportunidad de exponer su obra, HB… es un punto de conexión con otros artistas emergentes para intercambiar ideas y posiciones artísticas. “Es un espacio para que sean examinadas, leídas y analizadas por un público más amplio”.
Desde la mira de Miriannys Montes de Oca
Dentro de HB. Muestra de Arte Cubano Contemporáneo, Miriannys Montes de Oca presenta Ancestros, un performance en que, desde una mirada “fantasmagórica”, pone a dialogar el pasado y el presente; los recuerdos del ayer y lo que viene quedando hoy.
“En España el vestuario negro se asociaba a la jerarquía porque el pueblo no tenía acceso a los textiles oscuros. He estado trabajando con estas temáticas y recientemente me asocié al proyecto Arte y moda. Estos trajes también los usamos en performances anteriores, sobre todo relacionados con el teatro”, comentó a La Jiribilla la artista de 30 años.
Por otro lado, el espacio en Sarrá “cargado de rareza y de un sabor vintage”, la convidó a pensar en algo diferente. “Un concepto más teatral, escénico, que se asociara un poco a las situaciones que estamos viviendo. Creo que nos lleva a reflexionar y trae a la vez un poco de esperanza, aunque eso depende de cómo cada cual interpreta la obra”.
HB… —consideró Montes de Oca— mueve a los artistas, los saca de su zona de confort y fomenta la unidad entre los creadores y los públicos. “Tienes en un mismo espacio propuestas variadas porque no es lo mismo ir a una exposición personal que asistir a una donde puedas ver muchos tipos de obras y maneras de describir al mundo”.