Históricamente México ha sido una de las naciones que ha participado en el Festival Internacional de Poesía con las delegaciones más importantes y numerosas. Para la recién finalizada edición 29, junto a sus poetas, trajo también a La Habana representantes de otras manifestaciones artísticas, como la agrupación musical Zafiro con su proyecto Alma de Agave, creado por Raúl Gibrán.
“Intentamos mostrar un poquito de nuestra cultura mexicana a través de la música”.
Este poeta, profesor y gestor cultural nacido en Puerto Vallarta, en el Estado de Jalisco, es ganador del Premio Internacional Sueños Místicos, otorgado por la Unesco en 2006. Ostenta asimismo un reconocimiento especial a la Excelencia y Mérito Profesional por su destacada labor docente. Pero más allá de los premios y reconocimientos, merecidamente ganados, está el profundo amor por su tierra natal y por Cuba.
Asegura que ha tenido el gusto y el privilegio “de estar en el Festival de La Habana en cinco ocasiones. Por tanto, ya puedo decir que soy más cubano que mexicano. En esta visita, sin embargo, estoy mucho más feliz, porque no vine solo. En anteriores ediciones había traído únicamente mis libros y mis versos. Ahora vengo acompañado por el grupo Zafiro”.
Fundado hace solo unos meses, Zafiro, integrado por cuatro jóvenes oriundos de Puerto Vallarta, sale del país por primera vez para presentar un proyecto nombrado Alma de Agave.
Nuestro propósito es la representación de los compositores mexicanos más importantes de todos los tiempos, como Agustín Lara o José Alfredo Jiménez, por solo citar algunos, así como mantener viva sus composiciones, las cuales han trascendido fronteras. Intentamos mostrar un poquito de nuestra cultura mexicana a través de la música.
Sabemos que en esta Isla quieren mucho a México y a su música, y existen realmente muy buenos intérpretes. Justo por esa razón decidimos que el estreno de este proyecto fuera en La Habana. Después continuaremos promocionándolo en Puerto Vallarta, y más adelante buscaremos otros destinos.
Durante la celebración de la edición 29 del Festival de Poesía, Raúl Gibrán presentó su último libro, titulado Jardín. Explica que este texto acaba de ser publicado por una de las editoriales más importantes de su país, Mantis Editores.
Su primera presentación fue en mi ciudad natal y ahora en Cuba, en el contexto del Festival. Posteriormente lo presentaremos en México, más tarde en Taiwán y Austria, y por último en Italia. Todas esas presentaciones tendrán lugar en el presente año. Pero antes de que el público de esas regiones lo conozca —incluso antes que mis compatriotas—, quisimos que estuviera en manos de los cubanos, por el cariño inmenso que siento por esta tierra y principalmente por este Festival.
A la autoría de este prolífico escritor y poeta pertenecen igualmente, entre otros, los textos Transeúnte y Boca. Con relación a Jardín, refiere que se trata de un libro de poemas en el que un segmento inicial está relacionado con “la fotografía analógica y esas viejas cámaras de revelado químico. Aquellas que para usarlas había que colocárselas en el estómago. Es la posibilidad de ver el mundo desde ese enfoque. Y aunque es un recorrido donde se describen tres momentos literarios, hay una narrativa, una historia completa”.
Mientras que en una primera parte Raúl Gibrán aborda “la visión del joven que regresa al mundo que conoció de niño”, en la segunda toma a un anciano, devenido abuelo, como personaje principal “y describo cómo va falleciendo, cómo fallece finalmente”
En la tercera la protagonista es una mujer que ve cómo el hermano contrae matrimonio y ella nunca se casa y va viviendo los procesos de la vida. Ve crecer a los hijos y nietos de su hermano y hasta la muerte de algunos de ellos.
El eje es que el jardín es algo que vamos construyendo todos los días y que nos permite ir creando una identidad.
Rememora este eterno, sincero y ferviente enamorado de nuestro país que el primer premio internacional que obtuvo como poeta fue con una obra inspirada en esta Isla. “Se titula Mi amante Cuba. El premio me fue conferido por la Unesco en 2006. Para escribirlo permanecí acá un tiempo. Estudié a los cubanos, sus costumbres y visité varios lugares. Entonces me fui enamorando de esta tierra y sus habitantes y ambos me sirvieron de inspiración para escribir ese poema. Por ello les agradeceré siempre”.
De la misma manera afirma que “conocí el Festival de Poesía de la Habana a través del poeta y ensayista Karel Leyva, quien asistía al Festival de Toluca, uno de los tantos de carácter internacional que se celebran en México anualmente. En Puerto Vallarta, mi región, por ejemplo, se gesta el Festival de Poesía Letras en la Mar, que ya cuenta con diez ediciones”. Finalmente, Raúl Gibrán destaca que el Festival Internacional de Poesía de la Habana es un evento “verdaderamente hermoso y a pesar de que en sentido general se caracteriza por su sencillez, los grandes talentos que en él se presentan, la creatividad de los participantes y de sus propios organizadores le conceden un sello muy especial”.
Uno de los mayores aciertos es el hecho de que el Festival de la Habana incluye en su programa visitas a centros docentes donde estudian jóvenes de distintos niveles de enseñanza.
Precisamente es ahí donde se encuentra la tierra más fértil que tiene un país, que en mi opinión es la juventud. Y que la literatura se lleve a la juventud es fundamental. No se trata solamente de conocer la poesía ni a los poetas, sino también, y sobre todo, de que los jóvenes conozcan y aprendan otras formas más bellas de ver y vivir la vida.