Acosta Danza y el bailarín del siglo XXI
El año que concluyó tuvo carácter fundacional para Acosta Danza, la agrupación artística creada por el formidable bailarín cubano Carlos Acosta. Tras meses de ardua preparación, la nueva compañía debutó en el mes de abril con una muestra de nuevo tipo entre cuyas piezas descolló Carmen.
Al término de los ensayos para la Temporada de otoño (del 7 al 11 de diciembre), agotado y sudoroso, Acosta brindó sus palabras para los lectores de La Jiribilla.
La coreógrafa María Rovira (vestida de negro) y Carlos Acosta haciendo las correcciones a pieza Babbel 2.0,
una de las obras de Temporada de Otoño. Foto: Kike
Nace una compañía
“El debut de Acosta Danza fue fenomenal. Contó con un gran éxito de público y fue un puente de Cuba al mundo porque vinieron muchos promotores de otros países. Despertó mucho interés la fusión que se plantea como objetivo. La buena acogida que nos dieron se manifestó a muchos niveles.
“Nosotros estrenamos cuando llevábamos seis meses con bailarines, que no siempre eran primeros bailarines. No tenían esa gran experiencia. En seis meses logramos hacer un trabajo, posicionar la compañía con un nivel profesional alto. Y ese fue solo el comienzo.
“Con esta nueva presentación de la Temporada de otoño, se vieron más adelantos con los bailarines. Todo esto ha representado un gran sueño y un reto”.
Los sueños y los logros
“Como le sucede a cualquier ser humano, hay momentos en que uno tiene dudas, no sabe si está obrando bien. Yo tengo sueños muy grandes que a veces me atemorizan.
“Fue una gran alegría poder unir a este equipo de trabajo que tenemos, poder trasmitir lo que yo quería como visión artística de una compañía, y mucha gente nos incitó al montarse conmigo en esta historia. Me da mucha felicidad que la gente confíe en lo que uno está haciendo. Desde el punto de vista artístico, queda un gran camino por andar. La verdad es que yo quisiera lanzar el bailarín del siglo XXI”.
Sueñe usted, que bailo yo
“Sería un bailarín que pudiera hacer lo mismo clásico que contemporáneo, y también otras visiones dancísticas, como hip hop, capoeira… En fin, ¡que lo pueda hacer todo! Sería maravilloso poder invitar a coreógrafos de todas las latitudes del mundo y decirles: ‘Yo tengo un bailarín que puede hacerlo todo. Tú, sueña… que nosotros lo vamos a bailar’.
Luis Valle en Tocororo Suite, de Carlos Acosta.
“Es algo que no existe todavía. La danza está segregada. El clásico hace clásico, el contemporáneo hace contemporáneo, está el que hace danza teatro. Se trata de crear un bailarín que lo pueda hacer todo. Eso es un gran reto, pero creo que si en algún lugar del mundo lo podemos lograr, es aquí; por el talento que hay, por la sed de bailar y por el conocimiento. Creo que en un futuro eso se puede hacer, pero todavía hay mucho que recorrer”.
Carlos Acosta conversa con la prensa cubana durante los ensayos
de la Temporada de Otoño en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
¿En qué estado se encuentra el avance de la Fundación?
La fundación existe. Tenemos la Fundación Carlos Acosta International. Soy partidario de que debería existir la fundación cubana, pero ese tema está un poco trabado ahora. Creo que es necesario tener para todos los proyectos una institución cubana con capacidad jurídica, que pueda avalar los proyectos que me he propuesto.
Las cosas claras, diáfanas…
“La fundación inglesa sigue colaborando con el Ministerio de Cultura para crear la escuela del reparto Cubanacán. Ahora estamos esperando para organizarnos desde el punto de vista legal, que todo esté bien claro y diáfano. Me preocupa mucho que haya algún mal entendido en un futuro, después que la fundación haya hecho una inversión grande, que pase cualquier cosa y entonces… Se trata de mi prestigio de cara a los donantes. Eso me impacienta, pues todo tiene que estar en orden a todos los niveles”.
¿Qué nos traerá Acosta Danza en 2017?
Tendremos en marzo otras presentaciones, entre ellas, varias creaciones de Acosta Danza. Mucha gente repite, y nosotros lo que hemos hecho es expandir.
En 2017 tendremos otra creación de Mickael Marso, una obra de un coreógrafo que se llama Jorge Crecis; vamos a hacer espacio para una de nuestras coreografías, con la música “El Cisne” de Camille Saint-Saënz, y también un dúo pequeño. Estamos planeando una gira nacional para abril.
Ensayos en la sede de la compañía Acosta Danza.
¿Qué llevarían?
Habría que ver dimensiones, capacidad, cómo están los teatros. Nosotros tenemos mucho repertorio y podríamos adecuarlo a las condiciones de los teatros.
En 2017 también haremos algunas presentaciones en el extranjero. Estaremos en un importante festival en Moscú. Iremos a Polonia y Noruega. Tendremos una gira larga en septiembre por el Reino Unido y también algunas intervenciones en Puerto Rico. Trataremos de incluir las plazas de Budapest y Madrid.
¿Cómo te sientes dirigiendo a estos formidables bailarines?
Muy bien. Hay sus peculiaridades, voy tratando de amoldarlos a mi forma de trabajo. Pero estoy muy contento porque ellos responden bien. Veo el adelanto. Cuando se mezclan todos, tú no puedes definir quién es clásico y quién es contemporáneo. Eso es exactamente lo que yo me he planteado. Y todos están con mucho entusiasmo. Creo que hemos hecho algo positivo que puede ser, incluso, el ejemplo de la nación a seguir. ¡Ojalá sea así!