Se tocó la cabeza y el tacón del zapato derecho para añadir: “Soy habanero de la cabeza a los pies”. Y lo dijo en una conversación entre cubanos de todas partes, hace más de 40 años en un encuentro de talleres literarios. Y no fue una provocación regionalista, sino un llamado al compromiso al cual nunca faltó, primero acompañado de una voluntad y una convicción a toda prueba; luego de Ivonne, extraordinaria mujer, que puede ser por su carisma, inteligencia, sensibilidad y entrega, envidia de todas las mujeres. Por eso, entre tantas cosas, El Chino Heras es el triunfador que nunca nos abandonará, sentenciando con humildad y fuerza, la seguridad de cualquier derrotero.
Tomado del perfil de Facebook del autor